Un sueño, una poesía.

Bohemio.



Éramos tres; tu, yo,
y el estridente sonido de las olas,
y esta cobardía en mi corazón,
me alejaba mas de ti

que los vítores ebrios

y nauseabundos de la gente,
y no, esta no es otra abstrusa poesía de amor,
cada trago de licor,

era un beso menos de tu boca,
carente de fuego,

sumergido en el eterno letargo de tenerte lejos.

 




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