Eres el as bajo la
manga de mis inseguridades,
eres la tinta de la pluma
con la que escribí verdades,
eres un pañuelo blanco
para cubrir mis heridas,
secar lagrimas sinceras
y también si son mentiras,
pues no juzgas mis errores
ni te elogiarías por eso,
eres ejemplo de humildad,
de sencillez y de respeto,
eres un camino llano
que quisiera recorrer,
pero lo haría descalzo
para poderlo merecer,
eres la magia escondida
en el sombrero de mis actos,
eres la sombra que sigue
cada uno de mis pasos;
eres el sol veraniego que me da los buenos días,
𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑚𝑎𝑐𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑜𝑒𝑠𝑖́𝑎𝑠...