Bajo el manto celeste de un cielo impoluto,
donde el sol, en su esplendor, se hace absoluto,
surge tu presencia, etérea y divina,
como una brisa fugaz, en mi vida intranquila.
Eres la fulgente lumbre que a mi ser ilumina,
un cúmulo de estrellas que mi corazón domina,
con tus palabras eruditas y seductoras,
tejes en mis pensamientos las más bellas auroras.
Tu esencia exquisita, llena de sutileza,
cual brisa literaria, apacigua mi tristeza,
las sílabas, cual notas, en tu voz resuenan,
y en mi alma provocan emociones que se adueñan.
Eres el albor en la vastedad de mis días,
un río de palabras que fluye entre melodía,
tus versos refinados, como flores perfumadas,
embriagan mi espíritu, dejando huellas plasmadas.
Tu mente prodigiosa, un universo de ensueño,
donde se entrelazan conceptos, y metas sin dueño,
me sumerjo en tus ideas, enredado en tu intelecto,
descubriendo en cada verso,un pensamiento perfecto.
Tu eres mi brisa, sublime y majestuosa,
que me arrastra en su vuelo de pasiones fructuosas,
en cada palabra, una sinfonía de elegancia,
que envuelve mi existencia con su dulce fragancia.
Así, entre deseos y crisoles banales,
nace nuestro amor en versos astrales,
donde las metáforas susurran en complicidad,
y tu eres la brisa de mi caminar.
En la sinuosidad de la poesía te encuentro,
mágica y sublime, eres mi centro,
y en cada verso, renace el fuego de un amor ardiente,
que ilumina mi sendero y me hace consciente.
tu, brisa querida, eterna compañera,
en cada verso, tu esencia reverbera,
en este océano de letras y de versos encontrados,
nuestros sentimientos se entrelazan sin ser quebrantados.