Un Sugar Daddy...¿yo?

Capítulo 1 Padre e hijo

Aurora Clark dormía profundamente y su madre se acercó sintiéndose orgullosa de ella, besó su frente.

—Hija despierta, hoy es el día que conocerás al padre de Liam.

—Mami, me gusta verte cuando despierto.

—¿Estás segura de querer trabajar para ese señor? Hija...

—Quiero hacerlo Mami. Un día seré una mujer de negocios, me gusta.

—Lo sé...estás becada por una de las universidades más prestigiosa del país, no lo puedo creer, eres mi niña, creciste Aurora, si tu padre supiera que le heredaste su talento, su inteligencia...

—Olvídalo Mami, no me dió ni su apellido, tampoco quiso saber de mí, yo sé que un día la vida lo pondrá en mi frente, no lo perdonaré, nunca perdonaré a ese mal padre.

La mujer la miró y bajó el rostro tras su más triste pensamiento de aquel día cuando le dijo que tendría un hijo.

Nunca te diré que me dió dinero para abortarte...Aurora, eres tan linda e inocente, temo tanto por tí. Mi niña....

***

El momento había llegado, y trajo el apresuramiento de Liam Miller, único hijo del arrogante millonario lucas Miller.

—Liam date prisa, ya tu padre está en la ciudad. —decía su madre al ver la actitud desmotivada de su hijo— sabes cómo es, si no estás listo, no esperará por ti.

—Ya estoy listo madre, ¿Crees que no lo sé? Ese no parece mi padre. —espetó con molestia el chico poniéndose la chaqueta.

—Hijo, por favor. —trataba de justificar la mujer— sé obediente...

—Es la verdad, no entiendo porque tratas de verlo como a un padre normal —el joven tomó el bolso y mientras lo ponía en su espalda, besaba la mejilla de su madre— Adiós madre, lo esperaré afuera...

—Hijooo, Liam por Dios...no tienes que salir de esa manera. —la prisa del chico estremeció a su mamá.

—Déjalo mujer, ya es un hombre, así se siente. —respondió su padrastro— lo que no entiendo es el motivo por el cual el señor Miller no puede llegar hasta acá, toca bocina y si no sale su hijo, él se va a lo bravo...

—No es bueno lo que hace...Lucas Miller es muy déspota, entiendo a mí hijo, pero él no debe sentir rencor por su padre, y más aún cuando va a vivir con él, viene porque ya Liam va a la universidad, dice que ya es hora de que tome serias responsabilidades...quiere ir enseñándole sobre los negocios familiares.

—Es muy duro para quien apenas se desprende del hogar... quiero a tu hijo, pero él nunca ha sentido ese cariño de padre por mi, eso también es algo que me he preguntado, Liam es un hijo más para mí.

—Lo sé cariño... Líam lo niega, pero tiene la genética de su padre

***

Lucas Miller manejaba feliz ya saliendo de la autopista, confiaba plenamente en el manejo de su Rolis - Royce Boat Tail, para este millonario era algo relajante de vez en cuando tomar el control del volante; sus padres procuraron siempre convencerlo de tener constantemente su chofer a la orden de cualquier hora, y lo tenía , pero era un placer viajar solo y a alta velocidad.

Doblando ya la esquina es sorprendido por un encuentro inesperado de una bicicleta y aunque frenó de forma repentina esquivando a la conductora, ésta se levantó del piso quitando su casco de seguridad al mismo tiempo que se puso en su frente.

—Señorita, no se lastimó, lo lamento...¿Okey? —dijo el empresario con la puerta abierta del auto a medio salir, pero con él rostro sarcástico.

—Me hizo caer y dice que no me lastimé. ¿Es ciego?

—Yo lo que veo es que nada le ha sucedido, y lo que ví no le voy a decir, estás muy enojada —conservó la calma viéndola acomodarse la falda asegurándose que no se le vea nada más— échese a un lado, tengo prisa...—se mostró atrevido llamando su atención y la chica estaba repentinamente perpleja observando el lujoso auto y aunque trataba de disimularlo, también al conductor, sin embargo la arrogancia de Lucas la hizo enojar recordando lo sucedido— Apártese ya....le dije que tengo prisa.

—¡¿A mi no me importa que usted tenga prisa?, la autopista quedó atrás!, ¡¿Que se ha creído, eh?! —Aurora Clark terminaba de recoger su bicicleta en su frente y no dejaba de gritar— ¡Mire como dejó mi bici. —hizo puchero de niña que él detalló muy bien.

—Puedo ayudarla. —dijo al mirar su bello rostro tras su molestia y lágrimas que terminó causándole risa al millonario, y al mismo tiempo una extraña sensación de querer saber de ella.

—Y se ríe, no es gracia, pudo haberme matado...es usted un irresponsable.

—Pero no lo hice, está viva y bien, puedo pagar tu destartalada bicicleta. —ella lo miró aún más enojada— si se detiene me hará perder mi tiempo —la provocaba para escucharla- necesito irme ¿Puedes dejar tu drama y apartarte de mi camino.

—¡¿Fácil no?! ¡Usted me hace enojar, me acaba de robar la única posibilidad de viajar a estudiar a la universidad!

—¿Yooo? —reclamó simulando molestia el señor Miller— ¿Qué culpa tengo...? Te atraviesas en mi camino y ahora yo soy culpable...

—Mucha culpa tiene...y sí, págueme los daños.

—¿Cuánto cuesta esa cosa? — sacó una faja de billete y le entregó un dinero que ella recibió y al mismo tiempo él le ordenó— ¡hazte a un lado que me estorbas la vía! —de momento éste creyó que todo se quedaría hasta allí habiéndole dado el dinero, pero la seguía provocando.




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