Líam entró a casa y no hubo necesidad de preguntarle cómo le fue, él mismo se acercó a su madre, nada estaba bien en ese momento.
—Hola Madre. —su rostro reflejaba un profundo enojo— ¿Sabías que Lucas tiene planes de ponerme a trabajar?, no sé que clase de padre es, me dijos que mis privilegios dependerán del rendimiento en mi carrera universitaria, se le olvidó que soy su único hijo y por ende su heredero...
—Te lo había dicho Líam, no espere que cambie de opinión... espero que lo hayas convencido de becar a Aurora...ella deberá ir también a la universidad
—Ella nunca llegó al sitio, quizás decidió obedecer a su madre, no entiende que el futuro de ella está ligado al mío.
—Apenas son muy jóvenes, ella está enamorada de tí, Liam...
—¿Insistes con eso mamá? Ella es solo mi amiga, si no fuera porque hacemos buen equipo de estudio y trabajo, la apartara, puede querer complicarme el futuro.
—Creo que es al contrario, es número uno en los estudios, te ayudó a convencer a tu padre que tenías madera para ser su sucesor, fueron sus ideas...
—Lo tuyo es faltarme el respeto, denigrar de lo que soy capaz de hacer, Aurora solo me ayuda con las ideas, sí la necesito, pero no es indispensable en mi vida.
—Líam, Aurora Clark es indispensable en tu vida, —interrumpió su padrastro— ella montó el proyecto mientras tú dormías...
—¡¿Por qué diablos te metes?! —gritó golpeando la mesa— ¡No eres mi padre! ¡Odio vivir en esta casa....!
—No me mires así mujer, solo quiero que tu hijo ponga los pies en la tierra, que vea la realidad... y se dé cuenta que él sin Aurora no puede, esa chica es la de las ideas, y él solamente, bueno...lo único que tiene que hacer, es mantener a su padre contento.
—¡Otro que piensa igual que mi madre, ¿Qué soy un inútil?! —dijo acercándose furioso a su padrastro.
—Flojo, eres flojo Líam.
—Y tú eres un mantenido, si no fuera por el dinero de mi padre, tu vida fuera otra, no vuelvas a insultarme. Terminé el colegio...
—Gracias a la chica de la biblioteca, —interrumpió el obstinado hombre— Aurora es tu cerebro, eso no lo sabe Lucas Miller.
—Maldito, después preguntas porqué no te quiero. —espetó tirando todo a su paso mientras su madre trataba de calmarlo— Me voy a la habitación...
La mujer vió entrar a su hijo a la habitación y no podía creer que de la nada había surgido una extremada discusión, miró a su esposo con enojo y le preguntó.
—¿Por qué haces ésto? Va a odiarte...
—Que lo haga si quiere, pero que no pierda la herencia de su padre.
***
Lucas Miller se estacionó en el edificio en donde tenía sus oficinas, de inmediato subió hasta recursos humanos en donde se encontraba su mejor amigo.
—¡Qué rápido volviste, pensé que te quedarías está vez a conocer un poco más a tu hijo...
—Sé lo necesario de él, créeme que es importante para mí, cuando nació yo era tan solo un muchacho y aún así yo no solté lo que son mis responsabilidades.
—Lo sé...recuerdo que tu madre quería quitárselo a la sirvienta...
—No te expreses de esa manera, ella es la madre de mi hijo, sufrió por las arbitrariedad de mi madre, pero pude solucionarlo, ese niño tenía que estar con su madre.
—Y fue allí en dónde tu padre te exigió hacerte cargo de tu vida trabajando en la empresa, quedaron sorprendidos de tus capacidades, estudiar y trabajar a la vez.
—Eso quiero que haga Líam en la ciudad cuando venga a estudiar, que trabaje, que se forme un hombre, ya pasé por la universidad, es mi responsabilidad de padre. —Lucas Miller recordó a la chica de la bicicleta y rió en medio de sus palabras.
—Ríes y no es por Líam. —Las carcajadas de Lucas sonaron apacibles— ¿Qué te traes? El caballero de hierro como te dicen tus amantes ríe como si hiciste alguna travesura fuera de lo normal.
—Solo que tuve a punto de atropellar a una odiosa chica...
—¿Chica dices? ¿Qué edad?
—Sí, pero mujer, no sé... puede tener una edad —se tiró hacia atrás en su sillón— no te sé decir...
—¿Te enamoraste? ¿Te gustó? ¿Qué pasó..? Lucas Miller, habla ahora que tú nunca te impresiones y menos por chicas, te gustan de edad...
—Chismoso eres —espetó interrumpiendo— no pasó nada, solo me estafó, su bicicleta estaba rota y horrible y pagué por ella como si fuera de lujo.
—¿Pero ella te gustó?
—Nooo cómo crees...es terriblemente hermosa siendo tóxica..solo éso.
—¿En serio? Ya vaaa Lucas Miller, no eres hombre de andar con....¿tóxica? Si a todas las dejas por la misma razón.
—Las dejó porque no me he enamorado, nunca... no sé qué se siente, además, bien sabes que hay un interés en común...
—¿Y cómo es la chica? —preguntó el hombre con una mirada picara y una actitud interesada en saber— Si se puede saber.
—Todo lo contrario a las mujeres con la cual me relaciono, baja estatura, gafas, frenos...
Editado: 22.04.2025