Los días habían transcurridos y Aurora podía notar una diferencia luego de haber conocido a Lucas Miller. Ella se mostraba tranquila sacando su mirada de la reparación de su vieja bicicleta y observando la sorpresa que le daría a sus traviesos hermanos, sonrió respirando tranquilidad, y de momento volvió a su bici mientras pensaba en voz alta.
—Lo que puede ser fácil para algunas personas, para otras es muy difícil...mis hermanitos estarán felices, volverán a la escuela —dijo Aurora Clark ya habiendo reparado como pudo su destartalada bicicleta.— Ella había utilizado el dinero que le pagó Lucas Miller, en su familia— Ese señor tan apuesto tiene muchísimo dinero, y no soy desleal por no haberme comprado la bici nueva, mis hermanos están primero.
Ella sabía que lo necesitaba, ya tenía el cupo asegurado en la universidad, había sido becada, pero no tenía como sostener su estadía mientras estudiaba en otra ciudad.
—¿Hija, qué es ésto? —preguntó su madre— ¿Gastastes el dinero de tu bicicleta? Pensé que lo dejarías para tus estudios...si tienes que viajar no tendremos cómo ayudarte.
—Mamita, mis hermanos necesitaban zapatos y cosas para la escuela... Guillermo no cobra aún y ya deben empezar.
—Hija mía. —la mujer preocupada pasó las manos por la cabeza— pero...
—Ese dinero no lo teniamos...conseguiré trabajo, Líam dice que su padre me puede ayudar, por lo menos la universidad me dará los estudios... ojalá lo haya convencido así yo no haya llegado a dónde estarían, él prometió ayudarme...voy a salir adelante y ustedes conmigo.
—Si al menos tu padre respondiese por tí...
—No lo nombres mamita, ese vil señor no me dió ni su apellido, tiene su familia perfecta, yo no existo para él. ¿Sabes qué? —sonrió hermoso y corrió a abrazar a su madre— Nos tenemos mamita...nos tenemos nosotras y somos felices, porque somos una familia de cinco... afortunadamente contamos con tu esposo, es un señor trabajador y preocupado por mis hermanitos.
—Por eso no quería que gastaras tu dinerito mi amor... él quedó que para fin de mes solucionaría lo de la escuela.
—Tranquila mamita, todo se ha puesto difícil, pero podremos salir adelante, somos unidos y eso le gusta a Dios.
Los toques de la puerta las hizo reaccionar y cuando abrieron, era Líam Miller que pasó directo sin saludar.
—No entiendo qué pasa contigo, ¿Aurora, vendrás o no a estudiar conmigo?
—Hola Líam —dijo la madre de Aurora notando su poca educación.
—Hola señora Clark...disculpe, mi padre vino, y....Aurora no llegó al lugar acordado, sé que usted está en desacuerdo...pero ella tiene que estudiar.
—Sí, y ella se fue sin mi permiso, lo necesario es que sea yo quien hable con su padre, debo conocerlo antes, mi hija se va a una ciudad que no conoce...a estudiar está bien porque va becada, pero...no hay recursos.
—Somos amigos, verás que mi padre la empleará en sus negocios, igual hará conmigo, ya me lo advirtió. Trabajaré para él...
—¿En serio?, pero si necesitas tu tiempo de estudio, Aurora porque no tiene la ayuda monetaria...
—Mi padre es un tipo loco...piensa que debo merecerme las cosas.
—Ni tan loco —dijo la mujer en un crítico susurro— La disciplina es buena...
—No sé si pueda Líam, mi madre aceptó, pero...ahora no hay dinero.
—Nos iremos antes tu y yo Aurora, yo cuento con dinero suficiente, ahorré para ésto de lo que me envía mi padre, allá buscamos algo para quedarnos mientras mi padre nos da la solución, él lo sabe...le dije que una amiga vendría conmigo.
—Mi hija no se va de esa manera...
—Mamita, confía en mí...por favor. —Aurora miró a su madre suplicante— yo estaré bien, Líam y yo somos los mejores amigos. Te informaremos de todo, ¿verdad Líam...?
—Por supuesto. —dijo el joven con seguridad— Llegaremos a formalizar nuestras inscripciones en la universidad, bueno la de Aurora porque ya mi padre se me adelantó. Ya debíamos estar allá...
—No sé —dijo la mujer con dudas— y si ella me necesita, es muy joven...
—Yo también soy joven —interrumpió Líam— Es un deber que estudiemos, no puede negarle a Aurora que sea una profesional, ella quiere...
—Sí mamita....
—Dios mío —dijo la mujer en señal contínua de preocupación— ¿Cuando se irían?
—En la mañana. Iremos directo a la universidad...
—¿Y todo me lo informarán? —preguntó preocupada la mujer— Hablaré con Guillermo, es su padre, aunque no le diga papá, lo es.
—Sí mamita...háblale a Guillermo, siempre me cuida, dice que soy su pequeña. —miró a Liam con mirada consentida y con voz amenazante— Con respeto Liam Miller, sino te descalabran los dientes.
***
Lucas Miller se levantó repentinamente de la cama, su amante procuraba alcanzarlo riendo con travesuras, pero él la apartó mostrándose totalmente serio.
Entró a la ducha y la mujer lo siguió, pero él puso su mano en señal de un alto, la miró como siempre muy serio, solo era complaciente mientras necesitaba intimidad sexual.
—Entiendo mi amor —dijo ella y volvió a la habitación, sonrió en el espejo mientras acariciaba su fino collar que él le había obsequiado— Sé que soy importante para él, ¿Quién regalaría algo tan costoso y hermoso si no fuera por amor? Estoy feliz —suspiró.
Editado: 20.06.2025