Aurora caminaba y en su pensamiento nada le atormentaba más que su falda corta, pudo cerrar muy bien los botones de su camisa y hasta colocar la bufanda en su cabellera como si fuera cintillo, lo que hacía reír aún más a Lucas Miller.
—No sé que le resulta tan gracioso. —dijo sintiéndose incómoda.
—Caminas raro...
—Crei que usted estaba preocupado porque según no entendía lo que yo le explicaría sobre un problema, pero no, ríe de mi como siempre. — interrumpió ella y vociferaba su molestia mientras continuaba caminando hacia la salida, y él no dudó en mostrarse serio— ¿Qué le da tanta gracia? No tengo la culpa que este odioso uniforme que me queda tan feo, ¿Okey?
—No te queda feo, te ves hermosa, pero no estás cómoda.
—No lo estoy, esta falda está muy pequeña.
—Corta, tu falda es corta y tú tienes bellas piernas, pero no río de eso, ¿Peter no te dijo nada de eso que tienes en el cabello? No es un lazo, y se usa como atuendo en el cuello.
—Lo sé, no soy bruta, solo que prefiero no usarla, que llevarla en el cuello. No lo soporto y no diga más, le explicaré al señor Peter.
—Explicame a mí, soy tu jefe —dijo acercándose mucho a ella y tomándola por el brazo hasta detenerla frente a él.
—Caminemos o no voy a ningún lado....—dijo nerviosa.
—¿Me tienes miedo?
—Respeto señor Miller. Le he dicho que no me gusta que me toque.
—¿Por qué...acaso te molesto? Cariño...
—¡Ésto es lo que me molesta de usted señor Lucas...no lo entiende!
—Deja de pelear Aurora, todos creerán que somos novios...y tú no quieres eso.
—¡No, no quiero eso! —gritó y de inmediato hizo un profundo silencio observando a ver si alguien la miraba— la gente es chismosa. —murmuró y el trataba de aguantar la risa.
—Y tú eres una chica inmadura, pero así te quiero, sube al auto. —ella lo escuchó, pero obvió la parte donde le dijo que la quería.
—¿Y su chofer? —preguntó.
—Sin chofer, confía en mí, iremos a comer, ¿Okey?
—¿Por qué debo confiar? Usted corre mucho en el auto.
—No lo haré. —dijo mirándola a los ojos— tienes que aprender a confiar en mí, Aurora. —susurró mientras cerraba su cinturón de seguridad— conmigo nada malo te pasará, para eso te cuido.
Aurora hizo un profundo silencio que parecía muda durante todo el trayecto mientras el señor Miller conducía y algunas veces la observaba tensa.
Llegaron al sitio indicado y mientras Lucas Miller se estacionaba le sonrió, pero ella parecía enojada.
—Usted me asusta, es arriesgado, puede pasarle algo, un accidente...
—Aurora corrí lento por tí.
—No, no es lento, estoy nerviosa, no corra más así por favor —sus ojos se cristalizaron— puede accidentarse, morir...
—¿Te preocupó? —se detuvo al sentirla nerviosa— dime Aurora...
—Claro, siento... temor por usted...y por mí, ¿usted cree que... es emocionante? Yo veo el peligro...
—Tranquilízate, por favor. No llores Aurora. Ya vamos a comer ¿Sí? —sacó su pañuelo y secó sus lágrimas— Voy a cuidarte si me dejas.
—Comeré pasta. —dijo entre lágrimas y el sonrió como si descubriera en ella sus sentimientos y sus miedos más profundos.
—Todo lo que desees cariño.
—Aurora, me llamo Aurora.
—¿Vamos?
—Umjun. —vociferó Aurora mientras bajó del auto y no podía caminar, sus piernas temblaban.
—Cariño, y no venía corriendo como acostumbro. Ven voy a cargarte
—¡No se atreva señor Miller...—hubo un silencio, ella no había terminado la frase cuando ya estaba en los brazos de su jefe, y este no se detenía, así entró al restaurante y Aurora se tapó su rostro—¡¿Por qué hace esto?!
—Yo cuido lo mío.
—¡Yo no soy.....
—Cálmate —interrumpió con jocosidad— al salir de acá te llevaré a comprar ropas
—No, no quiero y no subiré más a ese auto... usted lo hace adrede. ¿Me quieres comprar ropas para qué?
—Aurora, no seas intensa. No andarás mal vestida, o incómoda.
—No comprará nada para mí, no se lo aceptaré, ¿Okey?
—Está bien, pero deja tu molestia, nos miran.
—No diré más.
—Pidamos, tengo hambre.
—Y yo señor Miller.
El servicio a la mesa no tardó y Aurora sacó su valiosa carpeta para explicar mientras Lucas observaba no solo la frescura de su juventud y su belleza, sino también su destreza y fluidez en sus conocimientos.
—Aurora, tú serás grande, eres valiosa y hermosa, además de inteligente, inmadura. Auténtica...sagaz en este mundo en dónde te estás adentrándote, no todos nacen con ésto talentos en la sangre. Dicen que el común es hereditario...
—Mi abuelo me enseñó, pero mi padre es un hombre de negocios.
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Editado: 03.07.2025