La mansión Miller estaba en silencio, los padres de Lucas tomaban el té cuando él mayordomo corrió a avisarle que su hijo había llegado.
Ambos se levantaron y apresurados los vieron bajarse del auto y con él; Liam, éste parecía molesto ante la decisión de su padre.
—Mira que sorpresa mi amor —dijo feliz la mujer— Lucas y nuestro nieto.
Liam se apresuró a abrazar a los abuelos y éstos a consentirlo mientras Lucas se sentó a contemplarlos con su amargo rostro.
—Me gusta que se lleven bien, —dijo con cierta tranquilidad— Liam se quedará en casa con ustedes.
—¿Quéee....? —se sorprendió su madre— Lucas debiste hablar antes.
—Es igual, madre... vivirá acá, ocupando mi habitación, además tendrá disciplina, la misma que me impusieron a mí...¿Acaso no era esto lo que querían?
—Ya creció Lucas...
—Con su madre como debió ser, ahora tendré que retomar su educación, y ustedes me ayudarán.
—Eso es tú deber, eres su padre. —dijo preocupada su madre.
—¿Y quien cuida los negocios para que ustedes sigan disfrutando de lo lindo sus vacaciones indefinidas? Mientras yo trabajo el niño anda acostándose con cuánta mujer quiere de manera irresponsable buscando enfermedades, no cumple con sus actividades laborales y estoy a punto de enviarlo devuelta con su madre.
—Si no lo puedes atender que se quede. —dijo el padre de lucas— deberá cumplir con sus obligaciones como corresponde y estudiar.
—Asi es. —dijo satisfecho Lucas sin quitar el amargo de su rostro— No es un niño, es un hombre vago, tiene trabajo y no cumple, una más y lo devuelvo con su madre para que siga alimentando su inutilidad.
—¿Papá, crees que debes expresarte así de mí? —dijo avergonzado Liam— Solo porque...no tengo ya que explicarte, nadie...
—¡Silencio! ¡Siéntate Líam! Somos tus abuelos y te amamos, pero no consentiremos faltas de respeto y menos a tu padre. —dijo el abuelo haciendo sentar a Liam— Tu padre tiene razón, si quieres ser un hombre con honorabilidad deberás trabajar en tí, y ser responsable con tu salud. Jamás llegarás a nada si sigues por ese camino.
—Mi padre es mujeriego y nada pasa.
—Si esperas que me justifique o que te explique que no lo soy, estás equivocado, tú a tus cosas Liam, hazte hombre en mantenerte y luego hablamos. Soy tu padre y mientras vistas, comas y vivas con mi dinero, mando yo. Una cosa es tener una novia y otra es que seas promiscuo e insatisfecho con tu vida.
—Hijo no te vayas, prepararé algo saludable para ti. —dijo su madre al verlo ponerse de pie.
—Vengo mañana, tengo un hijo irresponsable que deberá caminar conmigo,—miró a Liam— no puedo creer que tenga que tratarte como un rebelde desobligado.
Lucas se despidió besando a su madre con ternura, y dejando a Liam que de inmediato planificó ganarse a los abuelos con el fin de obtener lo que cree que se merece.
—Abuelo, no daré problemas, —dijo bajando el rostro— mi padre solo quiere abandonarme como siempre, por eso hace ésto, no le basta humillarme delante de cualquier persona.
—Vamos a tu habitación, y no hables mal de tu padre. —dijo su abuela conduciéndolo por la mano— eres tan parecido a tu padre.
—Físicamente, solo eso. —refutó el viejo— Lucas siempre ha sido responsable, noble y honesto, un poco amargado, pero un hombre capaz de responder por él y por este malagradecido.
—Está bien abuelo, créele todo a papá...
—Ven mi niño, tú serás como tu padre, tu abuelo será quien te apoye en la universidad y se encargará de que cumplas con lo asignado en las empresas.
Líam caminó despacio observando la casa y sintiéndose importante muy a pesar de las circunstancias.
—Yo seré mejor que el amargado de mi padre —pensó aún airado— Un día tendré el control...
***
—Cariño, te he esperado. —dijo la mujer al ver a Lucas entrar al departamento que había comprado y donde tenían su relación— Sabía que vendrías... pedí una rica cena para celebrar que...
—No hay celebración —dijo enojado— hay cosas que no te quedaron claro y para evitar problemas pongamosle fin a ésto.
—¿Ésto? Somos una pareja Lucas...
—¡No, no somos una pareja...
—No te enojes conmigo por favor, —se inclinó a llorar— te juro que puedo corregir y...
—Corina, nunca te he prometido nada, si conoces a mi hijo es por tu atrevimiento, te dije que te mantengas alejada de mis negocios y vas allá a molestar...
—A molestar nada más no, y no siempre me tratas así, —caminó hacia él coqueteándole— en la oficina hemos...
—¡Basta! ¿Crees que pasaré por alto lo que has hecho?
—Esa chica...¿Es por ella? Esa tal Aurora...
—No voy a explicarte, no te debo nada, no vuelvas a mi empresa, y no me llames, si lo haces, quedarás fuera de todo lo que te doy.
—Lucas...mi amor...—la mujer lloró dejándose caer en el piso— No me dejes...yo lo doy todo por tí...—escuchó la puerta cerrarse a todo golpe y se levantó a mirar y lo vió partir, secó sus lágrimas con rabia— ya verás, nadie va a quitarme lo que es mío, y tú lo eres Lucas.
Editado: 01.06.2025