Aurora estaba parada frente a su madre, aguardaba un notable silencio, pero la señora Clark la detalló como si la escaneaba lentamente de abajo hacia arriba.
—En dónde quedó mi niña? —lloró sintiéndose vulnerable ante la sensación de tener a alguien maduro y capaz de sobrevivir sin su familia— En muy poco tiempo te olvidaste de lo que somos, tu sencillez y tu ternura.
—Me juzgas sin escucharme...
—Es que callas Aurora, y lo haces como si yo no fuera tu madre...como si nuestra historia se habría dividido, te amo tanto, y me siento perdida al verte tan alta y activa, con esa mirada imponente que no es la de mi hija.
—Soy tu hija, y te amo, amo a mi familia, pero no se porque actúas como si no me conocieras, ¿Acaso no fuiste tú quien me educaste? —la mujer llorando hizo un silencio— soy tu hija, pero en vez de abrazarme me vez como a un bicho raro...y desconocido.
La mujer abrazó a su niña como lo decía y ésta se convirtió en su pequeña bajando a su nivel de cariño y contemplando y disfrutando de la madre que siempre tuvo.
—Creí que ya no me querías, que nos apartabas de tu vida.... Aurora, son tantas cosas que necesito saber, me voy a volver loca con esta incertidumbre.
—Pregunta y te hablaré con la verdad, eres mi madre, y junto a Guillermo son mis padres y yo los amo, siempre están presentes, más que por mi, por ustedes soy lo que soy.
—¿Hija, por qué no me dijiste que conociste a Sandro Visconti? —preguntó entre lágrimas, pero Aurora sonrió.
—No entiendo...
—Hoy lo ví subiendo a las oficinas del señor Miller.
—No es importante, solo tiene problemas en sus negocios, Lucas y yo lo estamos ayudando, sus hijos casi llevan sus negocios a bancarrota.
—¿Tú, Aurora?
—Sí, claro madre, por eso me pagan. El señor Visconti es muy generoso también.
—Aurora...hija...
—No digas nada, se que eres una mujer sin mentiras y eres transparente, sé lo que necesitas saber, Mami, ya yo tengo un padre, el que me adoptó, ese señor es...un cliente de Lucas.
—Con cuánta familiaridad hablas del señor Miller, es muy maduro para tí...ya no dices señor, sino Lucas.
—Tiene casi treinta y ocho años, él aún no lo sabe, pero yo lo quiero para esposo, es la verdad que le oculto a él, espero que entiendas que en el momento que yo crea conveniente seré la esposa de Lucas Miller.
—¿Qué dices Aurora? Vinistes a estudiar...y a trabajar, no quiero que se hombre se aproveche de tu inocencia.
—Eso hago, trabajar y estudiar...pero lo conocí realmente como es y quiero ser su esposa, trátalo bien, él ha hecho por mí grandes cosas y no me falta el respeto, Lucas Miller es lo más parecido que tengo al amor, vivo en una residencia con disciplina y él fue quien me llevó a vivir allí, no quiero que lo menosprecie por la edad, para mí, él es perfecto.
—¿Aurora...en qué momento mi niña se hizo una mujer tan segura?
—Mami, cuando Lucas me mostró del material que yo estaba hecha, me dió seguridad, amor, atención y me mostró su mundo, créeme, yo no soy tonta, yo encajo perfectamente con él.
—Yo venía con un propósito, y me encuentro que no eres la niña que salió de casa con miedo.
—No mami, yo no tengo miedo, yo nací para triunfar, en eso creo. Mami, traje algunas cosas para ustedes, es dinero sano, de mi trabajo, no hago nada malo...además quiero entregarte el acceso a mis cuentas en donde llega mi dinero, las empresas Miller me pagan muy bien.
—Aurora noooo, no hace falta.
—Sí hace falta, por mis hermanos que aún no los veo y los extraño.
—Estan con tu padre en el parque, quería hablar con mi niña sin que nos interrumpan y la idea fue de Guillermo.
—Mami, no desconfíes de mí, y no me veas tonta, esta noche saldremos con Lucas... él nos invitó.
—Ayyyy... no que pena —interrumpió su madre— me porté muy mal, ese señor....
—Lucas entiende lo que hicistes, recuerda que es padre también. Quiero que lo conozcas, que te des cuenta la gran persona que es, además conocerás a la señora Marlen y a Peter. Son mi familia acá, son maravillosas personas.
—¿Es en serio mi niña? —la señora Clark se mostró apenada como si cerrara su vestido— No sé que ponerme, me da pena, hija...
—Muy en serio, mami, y pronto conocerán a los padres de Lucas, no los he tratado mucho, pero se que son muy buenas personas. Y por lo de la ropa no te preocupes, compré cosas para ustedes, necesito verlos lindos. —la mujer lloró tratando de ocultar sus lágrimas— No llores mami, yo estoy aquí, siempre para ustedes...
***
Lucas Miller sonrió al ver venir a Aurora hacia él, parecía un chico enamorado al verle su sonrisa a ella y su seguridad era más que notoria que compartían el mismo sentimiento.
—Listo, ya no hay problemas. —expresó ella con seguridad— No volveré a casa, nuestro plan fue perfecto.
—¿Creyó que realmente estás enamorada de mi? —preguntó extrañado.
—Claro, y no fue difícil, ¿Quien no podría amarte, Lucas Miller? Eres guapo, inteligente, noble y tienes seguridad económica...
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Editado: 03.07.2025