Un té "El Destino Nos Unió"

Boda ||Capítulo 52||

Capitulo 52 La boda Solo faltaba un día para la boda, las emociones estaban a flor de piel, el tiempo había pasado muy rápido, Salas estaba muy emocionado, pero Aqua divagaba entre un pensamiento, ella representaba peligro para Salas. Pensaba en los múltiples peligros mientras miraba la luna, el cielo estrellado lo contemplaba en el barandal del Balcón del espacioso departamento que compro salas, mientras que el susodicho cocinaba. El chico sospechaba el porqué, su chica no estaba allí llenándole de alegría, con una de sus conversaciones tan atípicas. Entonces miro por encima de la pequeña isla del comedor, y la vio en el balcón. El sin hacer ningún ruido se acercó a ella con sigilo. Llegando al balcón abrió sus brazos, y los metió entre los suyos. —¿Que pasa cielo? estas algo ida —Salas —Si soy yo, ¿Qué pasa? —Yo… soy… un problema para ti. —Salas enseguida volteo a la chica, y la miro a los ojos. —No, nunca serás un problema para mí. —No digas mentiras, soy un estorbo salas, casi mueres y fue por mi culpa. —No digas eso, —El acaricio su cabello— no te iba a dejar que te fueras con ese zar, o ¿es que querías casarte con él? —Salas rio con sarcasmo. —Deja lo tonto. No me quería casar con ese tipo, lo que digo es que yo represento un peligro para ti. —¡ay! dios que dramática eres policía, mi padre es el mayor mafioso de la ciudad, me enfrente a la guerrilla de Colombia, y como plus, también soy hacker, tu no representas ningún peligro para mí. —Pero. —No nada de peros, ahora vamos a comer. Aqua dejo de hacerse imaginaciones, y Salas le planto un beso a la luz de la luna. Con la llegada de frio, ambos entraron a la casa, buscando algo de comer, para luego irse a dormir. El día finalmente llego, ahora salas estaba vestido de almirante, pues fue un pedido de Wolfgang. La iglesia estaba repleta, no cabía ni un alma, Max estaba con una cámara fotografiando todo, los muchachos de la brigada en la primera fila, los padrinos eran: jeremías y Max, por parte de salas, y las damas de honor, era Luciana y Namy. Aunque esta fuera por video llamada. Ahora lo único que faltaba era que llegara la novia. Mientras salas esperaba Max le susurro algo al oído. —Amigo, como fue la despedida de soltero. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! —Sabes es el mejor día de mi vida, no lo voy a arruinar con una de tus bromas tan malas. —Respondió salas. Y entonces las campanas sonaron. —Ahí viene amigo, todo tuyo de aquí para adelante. Max se echó para atrás y como el resto de la gente empezó a aplaudir. Salas vio a Aqua, venía con un vestido blanco de velo, además con bordados brillantes, y una gota de agua en todo el centro del escote. Su padre acompañaba a la muchacha, a un lado de ella, la llevo al altar. Aqua subió los escalones, y salas le lanzo la sonrisa más tierna, no sabía qué hacer, si decirle que se veía bellísima o que estaba roja como un tomate. Ahora la ceremonia empezaba. Pero nadie estaba concentrado en la misa, sino en los dos muchachos. Wolfgang casi lloraba y Robert lo vio, no tardo mucho para irse a un lado del almirante y fastidiarlo un poco. —Wolfgang estas llorando. —No. —¿Entonces porque, te estas hurgando los ojos? —Alergia. —Pero estabas bien hace cinco minutos. Robert le dio una palmada en la espalda a Wolfgang —Cállate no arruines el momento. Alégrate de ahora para adelante los muchachos descansaran un poco después de tanta faena. —Si pero debo hablarte de algo. —¿Qué es? —Te lo diré después, pero ten en cuenta que… no es un bonito por venir. Wolfgang miro fijamente a Robert sin decir ninguna palabra. —¿Jeyson Salazar Rodríguez. Acepta usted a la Señorita Aqua María Fernández como su legitima esposa? —¿Quién es Jeyson Salazar Rodríguez? Pregunto Max con discreción a Jeremías. —Pues salas. —Pero no su nombre no es salas. —Nadie se puede llamar así, y haz silencio. —Si acepto. —Y usted Aqua María, acepta a Jeyson Salazar Rodríguez como su legítimo esposo? —Si acepto. Con lágrimas en los ojos. —Bueno puedo besar a la novia. Salas no dudo ni un segundo en besar a Aqua, acto seguido tomo a su chica entre sus brazos y la cargo llevándola como una princesa a donde iba a celebrar la fiesta, los muchachos le seguían detrás de el con una sonrisa en la cara, Aqua en un momento antes de salir de la iglesia, lanzo el ramo de flores. Y curiosamente lo atrapo Luciana, quien en ese mismo instante ella miro a Max, y este sonrió, rascándose la cabeza. —Espadachín, creo que ya sabemos cuál será la próxima boda. Camelotf fastidio un poco a Max. —Cállate cejas rizadas. Que aún no tengo traje. —Eso es lo de menos para que están los amigos. La fiesta duro toda la noche, con felicidad en sus corazones, y alegría en sus caras, el largo camino había terminado, lagrimas corrieron por los pómulos, y carcajadas se escucharon por la sala, así hasta que todo acabara, en un final feliz, comparado al de un cuento de hadas. Fin…



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Editado: 08.01.2020

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