Saga 1: Romance en mi ciudad Natal
Capítulo 1
El cantar de las flores.
La verdad es que me daba igual lo que dijera mi amigo Steve, sobre ver o no aquellas benditas series de las que me mencionaba día tras días después de que nos íbamos a la preparatoria juntos. Como era de costumbre él siempre llegaba tarde. Corría por mi casa pegándome un grito avisándome que estaba listo, yo como un loco le perseguía detrás y nos íbamos a todo galope a la escuela. Hacíamos un esfuerzo tonto porque al final siempre llegábamos tarde. Steve tenía una hermana que estaba buenísima, recuerdo que tenía gran trasero y unos pechos bien definido a pesar de tener solo la misma edad que nosotros unos diesi ocho años me gustaba cuando se iba con nosotros a la misma preparatoria pero ella era de otra promoción, por que la habían ascendido unos años atrás, a pesar de tener la misma edad era un año más adelantada. Ella estaba por terminar la preparatoria mientras que nosotros nos faltaban un año más. Un año más en aquella guerra de Troya que no se si duraría toda mi vida. Steve había llevado su portátil a la preparatoria cosa que estaba determinadamente prohibido, pero la escondió entre el pupitre de la esquina del fondo y ahí me empezó a mostrar las series de las que siempre me hablaban. No quería estar siempre ahí viendo ese tipo de series, pero conocía bien al chico del pelo castaño, y sabía que si no le hacía caso me iba a perseguir por el resto del año con esos mismos motivos. Me senté a un lado de él y le pregunte:—¿Cómo se llama? Con una cara de interés que ni yo me la creía. El con parsimonia se rasco la cabeza y empezó a hablar. — Se llama anime, este es un género de novelas y mangas que se producen en Japón, — ¿Japón? Incline la cabeza— si Japón, la verdad es que a mi también me parecía raro pero después vi algunas series y me gusto. Algunas tratan de historias reales, otras de historias paranormales, los más comunes son los shonens, aquellos que son de combates y que de cierta manera cuentan una historia de drama junto a las batallas. —Mire la pequeña pantalla mientras veía que a unas personas peleaban con espadas—Mira esto al principio te va a parecer raro, pero después se le encuentra gustito y empiezas a ver algunas otras series, algunas están en español y otras en su idioma original sabes. Asa que te recomiendo que te pases por la mi casa y que allí te lleves uno que otro pen drive con series, ya tengo muchas en la pc grande no me dejes mal amigo. La sonrisa decidida de Steve me dio el beneficio de la duda. Pero era mi amigo así que de algún modo iba a ir a que me viciara con algunas de esas series. De repente de la parte superior del salón de clase, aparece Chat, un patán que le gustaba hacerles daño a algunos muchachos y que por ser alto y fornido se aprovechaba de su condición física. Él le hablo dos veces el a Steve pero este como tenía los audífonos no lo escucho. Y con fuerza pego la cabeza de Steve en la mesa, Yo me altere mucho y me levante de la silla, — ¿Qué coño haces chat? deja a Steve en paz
—Salamander no te metas en esto porque si no te va a ir mal. El matón de turno en la clase ya me había amenazado varias veces pero nunca le preste atención, ignoraba el hecho de que una brabucón como él se dirigiera a mí. Obviamente no le tenía miedo y los profesores no estaban en el salón, la oportunidad perfecta para que nos diéramos los golpes que nos hacía falta desde hace mucho, para matar a esa culebra que había entre nosotros. —No le tengo miedo a un cabeza hueca. Me cuadre en puños para empezar la pelea, entonces Steve se lanzó a mí y se puso entre los dos, —No peleen porque eso no está bien. Todo tiene que tener una explicación. Steve subió los brazos a mi pecho y al de chat. Chat se lo quitó de encima y le arrebato la pequeña portátil de las manos. —Entrégasela chat o va a ver problemas entre nosotros, chat se negaba a entregar la pequeña computadora de Steve, él estaba asustado y movía los brazos de arriba abajo nervioso por el uso de la computadora que contenía sus series. Pero sin ninguna razón chat golpeo con el puño a Steve y este cayo a lo largo por detrás de tres pupitres, la gente se paró de sus asientos y después de un rato estaba conglomerada encima de mí y Chat… —Demonios ¿ Porque hiciste eso chat? —Porque me gusta golpear sacos de boxeo —Bueno ahora metete con un hombre. Me fui de lleno a él y le di dos golpes en la cara, él estaba todavía sin razón por lo que había hecho, Yo no desperdiciaba ni una oportunidad y le pegue hasta hacerlo sangrar, mis puños cerrados subían y bajaban a todo dar y la gente gritaba por la emoción del momento. El profesor de turno entro al escuchar todo ese ruido y agarrándome por detrás acabo la pelea. Y me llevo a la sala de los directores. Ya sabía que estaba en problemas y que de ninguna manera iba a salir de esa situación, me había dejado llevar por la ira y después de eso le partí la cara a una bocazas que se la daba de malo. La cara del director enojado se sintió nos acobijaba esa tarde en la pequeña oficina con un intenso calor de verano. Steve estaba súper nervioso y bajaba las piernas de manera rápida una y otra vez. El director al final ni se rechisto a hablar, solo nos dios nuestros castigos, para mí el que quedo peor parado me aplicaron una sanción del liceo, no podía entrar al colegio durante un mes de clase. Para chat fue menos brusca y solo lo suspendieron unas semanas. Y Steve solo tuvo que hacer unas cuantas planas que en ellas ponía: “No debo traer una mini pc a la preparatoria” algunas cien veces, cogí mis cosas y de camino a casa me quede un rato en aquel parque que estaba solo como era de esperarse, me senté en un pequeño jardín de flores que estaba casi muerto pero con colores que destellaban con gran fuerza, el sol estaba poniéndose y yo me recosté de todo en el suelo dejando mi bolso por algún otro lado. Y mire al cielo viendo las nubes pasar por encima de mí, además también pensaba en la cara de miedo que tenía Steve por lo que le había hecho pasar, y la cara de pendejo que tenía chat que esa nunca se me iba a olvidar. Pero que al final solo me bastaba con recordar para hacerme con un gran día. —Salas ¿Dónde Estás? Levante la cabeza porque me parecía escuchar la voz de Steve llamándome. —Estoy aquí. Alce una mano e hice señales con ella para que se viniera al lugar donde estaba yo. No pude verlo pero escuche los pasos retumbantes en la tierra. —¡Gracias por defenderme amigo¡ ya termine las planas, ahora volvamos a casa.