Un tonto perdido en otro mundo no piensa en como volver

cap 4 ~ corazón delator

La historia de Toru continúa en este quinto capítulo, pero antes recapitulemos el grupo en el que está:
Toru: nuestro protagonista; un humano del mundo normal transportado a este nuevo mundo. Aunque no lo demuestra, sigue atormentado por su vida anterior. Quiere volver… y a la vez no. Ahora sabemos que posee una capacidad de repeler magia, demostrada cuando Selene intentó volverlo invisible.

Lucas: al parecer humano, de rostro agradable, usa anteojos y tiene un espíritu natural de liderazgo. Al parecer despertó su don, uno que le brinda información sobre sujetos de su propio mundo. No funciona con personas de otros mundos.

Kibe: no se mostró demasiado, pero se nota que es intenso. Su raza parece humana por el aspecto, pero con dos diferencias: es enorme, colosal y tiene un tono de piel rojizo. ¿Será algún tipo de goliath? (una mezcla entre ángel y humano).

Sabo: es medio elfo de luna. Tanto él como su hermana poseen una habilidad o hechizo que vuelve invisibles a quienes tocan y desean ocultar. Es carismático, aunque tampoco se mostró demasiado.

Selene: hermana de Sabo; no se sabe su edad ni mucho más.

..

Ahora sí, ya repasado el grupo, podemos continuar…
Los cinco comienzan a caminar hacia las escaleras para subir a la planta superior. Pero Toru, lleno de preguntas e inquieto, no puede contenerse y empieza a hablar.
—¿QUIÉN FUE ESE TIPO? ¿Y por qué sentí tanto miedooooo? —exclamó.
—Él es el general de la guardia real… creo que se llama Marcos —respondió Sabo, llevándose la mano al mentón mientras hablaba.
—Y cómo se llaman ustedes… digo, su grupo. ¿Serán “Los Grandes Espías”? —dijo Toru con una emoción imparable.
—No tenemos nombre aún, pero sería lindo tener uno. —dijo Selene.
—Oh, sí. Sería muy bueno. Ahora que soy parte de ustedes… si quieren, puedo encargarme del nombre —dijo Toru con entusiasmo.
Kibe, que iba subiendo las escaleras delante de Toru, se detuvo de golpe, haciendo que Toru chocara contra él.
Kibe se gira, fija su mirada en Toru y dice:
—Vos no sos parte de nosotros. No confundas las cosas. Si estás con nosotros es porque sos una pieza clave para nuestra misión, nada más —habló con su típico tono, aunque esta vez parecía molesto.

—Hey, chicos, no hace falta pelear —intervino Lucas por fin—. Es cierto lo que dice Kibe: Toru, vos sos una parte importante para llevar a cabo nuestra misión. Pero… si el futuro lo decide, no me molestaría que formaras parte de nosotros —dijo mirándolo con una sonrisa.
—Gracias, Lucas. Realmente me emocionaría formar parte de su grupo —dijo Toru con gran alegría—. Aunque ese de ahí no se ve muy amistoso —agregó señalando con la cabeza a Kibe, que ya se había dado vuelta.

Los cinco llegan a la planta de arriba. Cruzan el pasillo que llevaba al sótano y se dirigen al hobby del edificio. Mientras avanzan, notan cómo todas las habitaciones están en pésimas condiciones: puertas rotas, muebles volcados, mesas hechas polvo.
Al entrar al hobby, el panorama no es distinto: todo está destruido.
Toru, sorprendido, pregunta:
—Wow… ¿esto ya estaba así cuando me trajeron, o fueron esos soldados?

—No, al parecer sí que eres alguien importante para el rey; si no, no causarían tanto desastre —respondió Lucas.

—¿Por qué está tan obsesionado conmigo…? —susurró Toru— Aunque algo en mí dice que no es nada bueno.
—Lo descubriremos, Toru. Pero sin ponerte en riesgo. Mientras estés con nosotros, tu salud está asegurada —dijo Sabo.
Kibe hace como si no escuchara nada.
—Me siento más tranquilo sabiendo eso. Confío en ustedes —dijo Toru con una sonrisa de oreja a oreja.
—Bueno, chicos, mucha charla ya. Es hora de irnos. Me fijé por afuera y los soldados ya no están —informó Lucas.
—¿No sería mejor que Toru use mi capa? —propuso Selene—. Digo… con su vestimenta actual va a resaltar mucho aparte ya causo una conmoción cuando llego aqui.—preguntó selene
—¿Conmoción?... ¿A qué te refieres con eso? —preguntó Sabo, preocupado.
—La mayoría de la gente no reaccionó cuando llegaste, pues ya algunos están acostumbrados a que una persona extraña aparezca de la nada y luego explote. Pero cuando te desmayaste, todos se dieron cuenta de que eras diferente y empezaron a murmurar entre ellos.
—Claro… —dijo Toru.
—Lucas, ¿qué haremos ahora? —dijo Sabo.
—Eso estoy viendo. Debemos sacar a Toru lo más rápido posible, pero estamos en la capital del reino… eso complica las cosas —respondió Lucas, que estaba parado al lado de la puerta de entrada.
—¿mañana no habia un festival? Quizá podríamos esconder a Toru entre la multitud y así podríamos meternos en los barrios bajos —sugirió Selene.
Lucas lo pensó un momento y dijo:
—Podría llegar a funcionar, pero… realmente tenemos que sacarlo hoy, no mañana. En ese festival estará el rey dando la iniciacion del festival, y si lo llega a ver estamos fritos. Somos muy pocos para pelear en el nido de la bestia —aclaró Lucas—. El mejor plan hasta ahora será que Selene haga invisible a Toru y nos movamos poco a poco hacia los barrios bajos; desde ahí podremos escapar con la ayuda de Viki.
—Hola, disculpen… ¿pero quién es Viki?
—Viki es parte de nuestra única oportunidad de entrar y salir de este reino. Su don nos permite hacerlo. Ella es nuestra compañera, pero por seguridad se quedó cerca de la muralla, escondida en un refugio.
—Ya veo… entonces lo que debemos hacer ahora es encontrar a Viki, y de ahí podremos ir a Zodak, aunque hay un solo problema en tu plan, y es que por alguna razón mi cuerpo repele el hechizo de Selene —dijo Toru.

—Es cierto, Toru. Pero usarás su capa; no es lo mismo, pero no se verá tu vestimenta y asi nos llamarías tanto la atencion —dijo Lucas, serio.
Selene, que estaba escuchando la conversación, se detuvo un momento. Al voltear hacia Toru sintió algo extraño.
Toru estaba sentado, y los rayos de luz que entraban por las pequeñas ventanas superiores caían sobre él, iluminando su figura de forma cálida.
Pero lo que realmente llamó su atención fue su vestimenta.
—Hey, Toru… —dijo Selene, algo nerviosa.
—¿Sí, Selene? ¿Qué pasa? —respondió Toru.
—¿Qué tipo de prenda es esa que traes puesta? —preguntó, señalando su buzo.
—¿Esto? Ah, sí… es un buzo de mi mundo. Me encanta; lo había elegido para salir a caminar hasta que… bueno, ya sabes, lo del portal y terminar aquí —dijo Toru. Su sonrisa se fue apagando lentamente hacia el final, como si el recuerdo le pesara más de lo que quería admitir.
Selene lo notó, y con una expresión suave intentó levantarle el ánimo.
—Es lindo. Me gusta… pero, ¿no te da calor? Se ve que es pesado —comentó con una sonrisa contagiosa.
Por alguna razón, el comentario de Selene hizo que el pecho de Toru se sintiera un poco más liviano.
—A mí me encanta también. Es uno de mis favoritos —respondió Toru—. Y sí… sí da un poco de calor, pero te acostumbrás. Es parte del outfit.
—¿Algún día podrias enseñarme las cosas de tu mundo?. Me interesa saber mas de donde viene tu buzo y que comías ahí que te gustaba hacer.
—Con gusto te contaría todo sobre mi mundo pero solo si salimos de este problemita—bromeó Toru, sintiendo que el ambiente se volvía más ligero.
Lucas carraspeó, llamando su atención.
—Me alegra ver que ya están en modo charla, pero debemos concentrarnos. Toru toma esta es la capa de selene.
Toru lo toma y empieza a colocarse.
Selene volvió a mirar a Toru, y por un momento su expresión se volvió más seria, casi protectora.
—Ese buzo… cuídalo bien, ¿sí?
—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó Toru.
—Porque —respondió ella con una sonrisa suave— es una de las pocas cosas de tu mundo que todavía podés llevar contigo. Y… no sé. Siento que te queda bien.
Toru no encontró qué decir. Solo bajó un poco la mirada para ocultar cómo se le calentaban las mejillas...



#790 en Fantasía
#321 en Thriller
#103 en Suspenso

En el texto hay: misterio, fantacia, drama

Editado: 29.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.