Un Toque Dulce.

Capítulo 4. Tensión.

–¡Ya llegamos! –anunció Rosie, corriendo hacia la sala, donde estábamos Hoseok, Namjoon y yo.

–Hola, Rosie. ¿Qué tal te fue en la clase de hoy? –le preguntó Hobi con interés.

–Bien. La señorita Spencer nos ha enseñado pasos más complicados.

–Pero tú eres una gran bailarina, Rosie, de seguro vas a dominarlos pronto –aseguró Namjoon, dándole una sonrisa, mostrando sus hoyuelos.

–Gracias, Oppa, me esforzaré por hacerlos sentir orgullosos.

–¡Rosie! ¡Ya llegaste! –gritó Jimin con emoción, agachándose a su altura.

–¡Oppa! –chilló la pequeña con emoción, corriendo a sus brazos, para abrazarlo

–Oye, Rosie, no te olvides de nuestros saludos –dijo Yoongi, entrando con el gato que Taehyung recogió, que parecía muy cómodo en los brazos de él, hasta que lo dejó en su regazo.

–Claro que no, Oppa.

–¿Por qué siempre que llegó, veo a Bigotes muy cómodo contigo? –preguntó Anya con curiosidad, entrando junto a JungKook.

–Porque lo considera uno de los suyos –bromeé, haciéndolos reír.

–Pero Yoongi Oppa no es gato –expuso Rosie confundida, sentándose al lado de Yoongi, acariciando el lomo del gatito.

–Lo sé, linda, sólo estoy bromeando –aseguré, guiñándole un ojo.

–Por cierto, Jin, me pidieron que te diera esto –dijo Meredith, dándome una bolsa de regalo rosa.

–¿Qué es? –pregunté, metiendo la mano en el interior.

–No lo sé, Kate no me dijo ni yo pregunté –fruncí el ceño, sacando una caja de la bolsa, y cuando la abrí, mi boca casi se hace agua.

–¡Son galletas de chispas de chocolate! –exclamé, anonadado.

–Wow, se ven deliciosas –aseguró Taehyung, llegando a mi lado.

–¿No crees que son muchas galletas para ti solito, Hyung? –insinuó JungKook, con una sonrisa inocente.

–Dejaré que tomen una galleta, sólo una –ofrecí.

–Que egoísta eres –se quejó Namjoon, acercándose por la galleta.

–Es mi regalo, lo distribuyo como yo quiera.

–Muchas gracias por la galleta, Oppa –dijo Rosie, con una sonrisa encantadora.

–De nada, linda. ¿Te importaría llevarle la suya a Yoongi, por favor? –porque sabía que ese flojo, ni loco se iba a levantar. Ella asintió, llevándose otra en sus manos.

–¡Uhm!  Esta deliciosa. Necesito que Kate me haga estas galletas noche y día, es un pecado que sólo las disfrute ella –dijo Anya, terminándose de un bocado la galleta.

–Nena, no comas tan rápido, te vas a ahogar –señaló JungKook. Ella intentó hablar, pero como tenía la boca llena, no entendimos sus balbuceos.

–Traga primero, sería asqueroso que vomitaras –pedí, haciendo una mueca de asco.

–Ya, hablando en serio –interrumpió Hobi –. Las galletas son riquísimas. ¿Por qué te las envió?

–Quería una opinión sobre su sabor, así que accedí a dársela –respondí, comiendo la galleta.

Sí, tenían toda la razón, la galleta estaba deliciosa, era como si se derritiera en la boca. No era muy dura, tampoco muy suave, estaba hecha de manera perfecta, y los sabores parecían explotar en mi boca. Ah, me alegra haber sido egoísta y darles una, así me quedan muchas más.

–Sí sólo quería una opinión, pudo pedírnosla y no sólo a ti –insinuó Yoongi, sin apartar la vista de su celular.

–Bueno, tal vez creyó que Jin le daría una opinión más objetiva, casi devora la mesa de dulces él sólo –recordó Jimin.

–Puede ser, así como también, la buena química que había entre ustedes dos.

–No existe una química como tal –lo corté –. Ella es muy buena cocinando, no lo voy a negar, tampoco perdí el tiempo en señalarlo y ofrecer mi opinión, por si algún día quería experimentar más su sazón. Nada más ocurre, ni una atracción ni nada –argumenté, algo irritado.

–De acuerdo, entendimos. No te tienes que poner agresivo, Hyung –dijo JungKook, confundido de mi acción.

Ah, perfecto. Se supone que iba a mantener en perfil bajo mis emociones, pero tal parece, que sin querer exploté. Aclaré un poco la garganta, tratando de pensar en cómo zafarme de esta situación, para no comenzar con preguntas que ni de broma, voy a contestar.

–No es agresividad, niño, sólo estaba señalando un punto –aclaré, sonriendo con burla –. Además, a Yoongi no le importa si soy sincero, ¿o sí?

–Para nada, sólo es divertido verte explotar –aseguró, con una mínima sonrisa.

Sacudí la cabeza, levantándome de la mesa, llevándome mis cosas a mi habitación. Ah, que molestia es esta, donde explotó por una cosa mínima. Al menos, supe cómo salir de esa situación, sin sacar cosas a la mesa, por así decirlo. En otra ocasión, me hubiera reído de sus insinuaciones, pero me siento tan irritado y de mal humor.

Como ya parece ser costumbre, no pude dormir, pero debíamos de cumplir con un horario, así que no pude dormir una hora más, o tomar un descanso entre esos momentos, hasta ahora, que nuestra agenda está libre. Miró el reloj en mi muñeca, es un buen momento para tomar una siesta, así puede mejorarse mi humor.



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En el texto hay: esperanzas, amor, bts

Editado: 02.02.2021

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