Jin.
Finalmente, estoy listo para hablar con Kate.
Como dije, sólo necesitaba tiempo para controlar mis sentimientos, y ahora que lo hice, me siento mucho más sereno. Sé que hoy es el día libre de Kate, así que fui a su casa, de ese modo, podemos hablar en privado. Toqué el timbre, y no pasó mucho, para que una Kate con cabello revuelto, blusa y pantalones holgados, me abriera la puerta, sorprendiéndose de verme.
–Jin, ¿qué haces aquí? –fue su pregunta, haciéndome rodar los ojos.
–Esa ha sido la peor pregunta que me hayas hecho, creo que puedes hacerlo mejor.
–Eh… ¿quieres pasar?
–No fue mejor, pero lo aceptó –respondí, entrando a su casa.
Me ofreció un par de pantuflas, así que me saqué los zapatos y entre a su espacio. Era una casa bastante cálida, colorida y llamativa, sin duda han de pasar buenos momentos aquí.
–Entonces, ¿vas a decirme el motivo de tu visita a mi hogar? –fue su pregunta esta vez.
Giré a verla, notando que estaba tensa, nerviosa y sorprendida. No sé qué espera que haga o diga, pero siento que voy a destruir sus expectativas.
–¿Y Bahar? –cambié de tema, observando algunas fotografías en la pared.
–Se fue antes, tenía una sesión para mañana y tenía que estar lista.
–¿Es modelo?
–Sí.
–Uhm… –murmuré, tomando una fotografía de un estante, donde ella era pequeña, sonriendo con una mujer que supongo, era su mamá –. Tienes el mismo cabello de tu mamá.
–Sí, ya me lo han dicho.
Asentó, mirándola de frente. De acuerdo, aquí terminó la plática absurda, a lo que hemos venido y lo que nos interesa.
–¿Qué fue lo que sucedió ayer en ese restaurante? –pregunté directo, por lo que Kate comenzó a jugar con un mechón de su cabello, como si no supiera que decir.
–¿N-no te dijeron nada?
–No dejé que lo hicieran. Quiero escucharlo de ti, las demás versiones no me interesan en lo absoluto, sólo la tuya.
–Bien. Como sabes, quedé con las chicas de que íbamos a ir a comer, para que conocieran a Bahar. Llegamos antes al lugar, y después de que pidiera una mesa, ella se fue al baño, dejándome sola, y fue ahí, cuando Clayton apareció de pronto –comenzó, sin dejar de jugar con su cabello.
» Como siempre, me pidió que habláramos, pero se veía raro, como si estuviera ebrio o drogado, y lo estaba. Intenté razonar con él, pero fue en vano, comenzaba a decir incoherencias, incluso, que salías conmigo sólo para usarme.
Esperen.
¿Qué?
¿Yo usar a Kate? ¿No debería ser al revés, ya que yo soy la persona famosa? Este chico esta molestando demasiado, pero instó a Kate, a que siga con su relato.
–Le pedí que se fuera, o iría con las autoridades a acusarlo, para poner una denuncia, y a partir de ahí, las cosas se pusieron algo locas –titubeó, mordiéndose el labio –. Me sostuvo fuertemente cerca de él, me amenazó diciendo que me daría razones para tenerle miedo, y nadie hacia nada, nadie me ayudaba, estaba temblando de miedo por el modo en que estaba sosteniéndome. –sollozó, colocando una mano en su boca. Fui acercándome más a ella, quedando a su lado, mientras nos sentábamos en un sillón.
» Me resistí, juró que lo hice, pero me amenazó, diciendo que sería peor si me resistía, incluso intento besarme a la fuerza, pero llegó Anya y me salvó. Estaba muy asustada, tan angustiada y enojada, nunca creí que él me haría algo así. Ahora, me da miedo ir a mi trabajo y verlo, abrir la puerta y que este del otro lado. Nunca experimente algo así, y es aterrador, muy aterrador…
No la dejé terminar, la abracé con fuerza, dejando que su cabeza se recargara de mi hombro, sollozando de vez en cuando. No pensé que Kate pasará algo así, porque no creí en las palabras de esos artículos tontos, tampoco en las fotos que me vendían una versión diferente, vine por la verdad, y la verdad que encontré, fue algo que no esperé.
Quiero hacer que Kate olvidé ese momento, que el miedo salga de su sistema, que regresará con esa luz cautivadora, no verla con este miedo y angustia. La seguí abrazando, acaricie su cabello y espalda, trate de reconfortarla con estos pequeños detalles. Quiero ir y hacerle tanto daño a ese idiota que le hizo esto, quiero que se pudra en la cárcel y se aleje de mi Kate, sin embargo, mis prioridades son obvias, y ahora en primer lugar, esta ella.
–Tranquila, tranquila… –susurré –Ya pasó, no está aquí, sólo soy yo.
–Lo siento, lo siento, aún estoy algo asustada.
–Hey –la llamé, sosteniendo su cara entre mis manos. Sus ojos se veían tan tristes, tan apagados. Quiero a mi Kate brillante y dulce, no a esta persona –. No debes disculparte por eso, no fue tu culpa, fue culpa de ese idiota, quien intento lastimarte, pero no voy a dejar que lo haga.
» Te dije que suelo salvar pelirrojas hermosas pecosas como tú, y aunque no lo hice ayer, lo puedo hacer ahora.
–¿A-a que te refieres? –preguntó confundida.