Un Toque Dulce.

Capítulo 37. Cabos sueltos.

Jin.

Ya han pasado dos días, y seguimos sin ninguna noticia de Kate. Secretamente esperaba que regresará arrepentida, que nos diera una explicación decente por la decisión que tomó, pero nada de eso sucedió. Ya no me siento tan furioso como antes, pero si un poco decepcionado, porque creí que teníamos la suficiente confianza para hablar de nuestros problemas. Sé que la mayor parte del tiempo sólo hablábamos de mí, pero demostré que estaría para ella cuando me necesitará, ¿no es así?

Me frustra pensar en ello, pero algo bueno salió de esta situación, ya que la empresa decidió darnos un descanso de tres meses. Al principio, pensé que Hobi y JungKook bromeaban cuando me lo dijeron, luego pensé que habían exagerado, pero ahora, me encuentro agradecido, así las ARMYS no verán el estado tan irritable en el que estoy, ni tampoco tendré que dar explicaciones sosas del porque no me están viendo con Kate.

Tampoco he querido dar un comunicado sobre el rompimiento que ella sugirió, porque, en primer lugar, yo no estoy de acuerdo, no acepto este distanciamiento ni separación, porque no fue algo que me pidiera mirándome a los ojos, tal vez de ese modo, sea más fácil aceptarlo, o tal vez no. En segundo lugar, porque necesito respuestas, y hasta no obtenerlas, no voy a hacer ni decir nada.

La única compañía que no he “corrido” de mi habitación ha sido Bigotes. Los chicos han venido a verme, también Anya, Meredith y Rosie, y aunque con esta última he sido dulce, porque no va a entender todavía de que va este asunto, no estoy de humor para conversar. Vuelvo a soltar un suspiro largo, acariciando el lomo del gato acurrucado a mi lado que me ronronea con comodidad, algo que me hace sonreír un poco. Al menos uno de los dos está cómodo y feliz.

Continuo con mi tarea de pensar en todo, desechando ideas y creando nuevas, cuando unos toques en la puerta llamaron mi atención.

–Jin, ¿podemos pasar? –preguntó Anya.

–¿Tu y quien más? –pregunté más por curiosidad que por dejarla entrar con quien sea que este.

–Vengo con Hyun. Tenemos algunos cabos sueltos y necesitamos tu ayuda.

Fruncí el ceño algo confundido, ya que es extraño que el dúo maravilla y justicia se estanquen en algo, así que acepté que pasaran, sentándome en la cama, recargando mi espalda de la cabecera, saludando a Hyun con un asentamiento de cabeza.

–Hola, Hyun. Es bueno verte.

–Lo mismo digo, Jin –respondió, a lo que reí de manera seca.

–No mientas, amigo. Es de las escenas más patéticas que veras en tu vida, pero no le digas a nadie que forme parte de ella.

–No lo haré, además, si te hace sentir mejor, he visto peores.

–No me hace sentir tan bien, pero gracias por el intento.

–Oigan, si ya terminaron de auto compadecerse uno del otro, necesito su atención –exigió Anya, aplaudiendo un poco.

–¿Qué tonterías dices, niña?

–Ese es otro chisme, por ahora, vamos a enfocarnos en esto –pidió, abriendo su laptop, sentándose a un lado de la cama –. Hice algunas investigaciones con mi amigo justicia aquí presente, y encontramos la identidad del sujeto de la foto. Su nombre es Park Kwan Soo, es originario de Ulsan, vino aquí a Seúl a estudiar como programador, pero no terminó sus estudios porque ocasiono algunos problemas.

–¿Qué clase de problemas? –pregunté curioso.

–Intimido a sus compañeros de cuarto para que hicieran un proyecto por él, además de que frecuentemente extorsionaba a los estudiantes más jóvenes que tenían buenas ideas para hacerlas pasar por suyas. Las autoridades de la universidad se enteraron y lo expulsaron. Desde entonces, se dedica a hacer pequeños trabajos para uno que otro matón que paga bien –explicó Hyun, sentando en la silla del escritorio, mirándonos de frente.

–¿Y eso que tiene que ver con Kate?

–Me hice la misma pregunta, así que fui más profundo en sus expedientes, averiguando que él es amigo del ex de Kate, Clayton. Esa coincidencia me hizo investigar mucho más, así que Hyun y yo descubrimos que él fue el hombre que grabó cuando estuvo en ese incidente cerca del restaurante.

–Un momento –pedí, alzando mi mano para detener su relato –. Me estas tratado de decir, ¿qué esos tipos le tendieron una trampa a Kate o algo así?

–Es lo más probable. Por lo que hemos averiguado hasta ahora con el chico que fue golpeado, tenía que darle una memoria USB con documentos específicos, pero no encontramos nada en la escena ni en su ropa, así que creemos que…

–Kate la tomó –completé lo que Hyun iba a decir, asintiendo en afirmación –. Pero, ¿por qué?

–No lo sabemos. Lo más normal que ella hubiera hecho, era dársela a Hyun, así que creemos que ella vio algo que la hizo cambiar de opinión –respondió Anya.

–Ahora tiene sentido lo que Eun-Ji dijo sobre una memoria –murmuré, atontado ante lo que estaba escuchando –. ¿Cuál es el siguiente pasó ahora?

–Tenemos que averiguar si Kate de casualidad dejó alguna copia de la memoria o algo así, para conectar todo este lio en el que se ha envuelto –me respondió Hyun.

–Por eso hemos venido a verte. Queremos que vayas a la casa de Kate y trates de buscar en su habitación alguna clase de pista.



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En el texto hay: esperanzas, amor, bts

Editado: 02.02.2021

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