Un Trago Amargo 1º

Los Adultos Son Extraños

  2º  Capitulo

Pasado

 

  • Mamá por que papá no ha venido -dije tristemente
  • Está trabajando Montserrat ya sabes como es

 

Yo no me creí ese cuento aunque papá siempre estaba ocupado el llegaba en la madrugada y me levantaba para yo alistarme e ir al colegio, o llegaba noche y temprano se iba a trabajar.

 

Puede que me crean ingenua pero no lo soy solo aparento por la carita de ángel que tengo. Eso me beneficia algunas veces cuando hago travesuras y no quiero que me castiguen.

 

(…)                                  

 

Padre apareció al día siguiente y todo transcurría como normalmente era.

 

  • Mi gorda, ¿a dónde quieres ir a comer? -me dijo mi padre
  • A Los Arcos papi

 

Papá me observo con cariño y me dio un abrazo

 

  • Ve alístate, yo le dire a tus hermanos y a tu mamá que se alisten para ir a comer

 

Ya en mi cuarto agarre un pantalón de mezclilla, una blusa baby pink y unos tenis blancos. El outfit se complementa con mi cadena, esclava y aretes de oro amarillo. Me observo en el espejo de mi cuarto que se encuentra en el tocador, me gusta como me veo mi piel morena clara hace contraste con la blusa, mis ojos color miel resaltan, mi cabello castaño sujeto en una cola alta y las ondas naturales caen sobre mi espalda.

 

Al checar que no me olvida nada salgo de mi habitación y busco a mis padres en su cuarto para avisarles que ya estoy lista. Al encontrarlos ahí y me ven mi padre me sonríe, se acerca a mí y me abraza.

 

  • Lista -dice mi padre
  • Lista -afirmo

 

Mis padres junto conmigo salimos de la habitación, pasamos por la habitación de mis hermanos para avisarles que ya nos vamos. En el carro camino al restaurante empezó a sonar un corrido que a todos nos gusta

 

Saben que me entero si insultan al Gordo

También por el cinco yo brinco y respondo

Seré chaparrito, más no subestimen que les puede ir mal…

 

  • Me apodan El Cheyo, me marcan al radio -empieza a cantar papá- Es para avisarme cuando entran contrarios. No pierdan su tiempo, la plaza es de alguien y así seguirá.

 

  • Soy acelerado y a veces calmado -secundamos los demás- Cuando se ha ofrecido, nunca me he rajado. Protejo el imperio, plomo de veneno, soldado imperial.

 

Así seguimos cantando hasta que llegamos al restaurante.

 

(…)

 

  • Yo voy a pedir unos camarones roca -le digo al mesero
  • Ya seria todo joven -le dijo mi padre

 

El mesero nos repite la orden para confirmarla y al verificarla se retira con un “con permiso”.

 

Nos traen nuestra comida y empezamos a comer. Papá me pregunta cosas de la escuela, al igual que a mis hermanos.

 

Terminamos de comer, pedimos la cuenta y mientras esperábamos el cambio mamá nos preguntó si nos gustaría ir al rancho a pasar el rato al aire libre.

 

  • Si, yo quiero ir a ver a las vacas -dijo mi hermano Rogelio
  • Yo quiero pasear en la cuatrimoto -conteste- necesito despejarme un rato de las tareas
  • Esta bien -dijo papá- yo iré a hacer unos negocios que su mamá los lleve

 

Mis hermanos y yo porque iríamos a nuestro lugar favorito salimos muy felices de aquel restaurante.

 

(…)

 

  • Que rollo plebes -llegue saludando a mis amigos del rancho - ¿Cómo están?
  • Hola Montse - me saludaron a unísono- bien y ¿tú?
  • Bien también, aquí a disfrutar un rato de la naturaleza

 

Tuvimos una conversación de temas triviales, lo normal en nosotros poco de cada cosa para mantenernos al tanto.

 

A mí me gusta mucho este lugar porque al momento de subirme a la cuatrimoto e ir a toda velocidad siento que nada existe solo yo el viento y esa velocidad, Me ayuda a sentirme libre, sin nada que interrumpa esa paz interior que llego alcanzar.

Para la cena siempre copiamos sushi, ya que unas personas de aquí hacen uno buenísimo que sabe casero. Así que como costumbre me subo a la cuatrimoto para ir a pedirlos.

 

Cuando entro al lugar es un abarrote y al fondo se encuentra la cocina donde se elabora esa ricura. Es una casa de un piso, antes de entrar al abarrote se encuentran maquinitas donde se coloca dinero para poder jugar solo o con amigos. Pero al entrar al lugar escucho que gritan y volteo para ver quien es, es un muchacho que esta sentado, de piel morena clara, ojos cafés oscuros y su cabello igual. Lleva una playera verde militar con un pantalón negro igual que sus tenis.

 

  • Oye -escucho que grita- tienes celular

 

En respuesta le enseño mi celular el cual cargo en la mano y le hago mala cara.

 

  • Me pasas tu numero
  • No, tengo novio -contesto seca
  • Andale no se va a enterar de nada -insiste
  • Ya te dije que no -vuelvo a contestar- y si me haces el favor de moverte me ahorrarías mucho esfuerzo
  • No me moveré -contesto muy valiente

 

Así que yo me hice a un lado. Me fui directo donde se ordena, pedí el sushi y cómo iba a tardar me iba a regresar a mi casa. Pero en eso se volvió a atravesar el muchacho.

 

Yo no sabia qué hacer, ya que nunca me había pasado una situación similar. Sabia defenderme con patadas lo normal, pero él ya era mucho más grande que yo.. y yo… yo solo una niña de 11 años que no sabe de los peligros de la vida.




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