Un Trago Amargo 1º

Nueva York III

Pasaron ya tres días desde mi decisión de mierda pero era eso o que me amargaran más el viaje. Pero no a sido tan malo como pensé es cómo seguir sin compromiso pero ahí esta.

 

Vamos llegando al American Museum of Natural History, este museo ya lo conozco porque la vez pasada que viene a New York visitamos todas las partes que ahora visitamos, pero solo una no visite que fue el nuevo mall que esta cercas de las Torres Gemelas o mejor dicho 911 Museum.

 

Bajamos del autobús y se siente el fresco del aire, al parecer va a llover.

 

  • Esta haciendo frio - dice Emiliano.
  • No es cierto esta bien clima - digo observándolo con el ceño fruncido.
  • Como que los de Culiacán siendo que son de una ciudad caliente están mas agusto y los de Guadalajara que vienen de un lugar frio se están muriendo - dice Eva. Por lo irónico que es la situación y rio por lo bajo -. Bueno vamos.

 

Al entrar en este nos dicen a que hora tenemos que estar reunidos y todos agarramos diferentes, ya que nos volvemos a separar en equipos.

 

  • ¿A dónde vamos primero? - pregunta Roberto.
  • No se - respondo.
  • Yo creo que si vamos ahí nomas a ver a dónde nuestros pies quieran ¿no? - dice Oscar, el siempre con cada pendejada.
  • Ay como quieran. Total harán lo que se les pegue la gana - digo rendida.

 

Empezamos a caminar sin rumbo y paramos primero en el área de los dinosaurios. De pronto mientras caminamos se me vino un recuerdo.

 

Ya nos perdimos y no tenemos un mapa.

 

  • Chachan - le digo en un susurró.
  • ¿Qué paso?
  • Nos perdimos ¿no? - el voltea a todas partes tratando de ubicarse.

 

Nos perdimos, ya que como nos dieron un libro, que tenemos que contestar  ¿Por qué? No tengo la menor idea pero si no lo contestábamos, nos castigan. Como una vez que le dibuje algo en la cara a una niña porque se había dormido. Ya que dijimos “El que se durmiera le vamos a dibujar algo con el plumón que teníamos”. Y así fue como me quitaron 5 dólares como castigo. Porque la señora puso esa regla.

 

  • Montserrat - escucho que dicen. Siento que me tocan el hombro y es Leobardo -. ¿Qué tienes?
  • Nada - hago un gesto con la mano restándole importancia.
  • Estas como en otro universo - dice con una mueca -. ¿Estas enojada?
  • Emm no, solo estaba recordando algo.

 

Seguimos caminando hasta que llegamos a la zona del comer, pero nadie come. Solo los reunimos para platicar entre todos y eso. Realmente este viaje se me a echo demasiado cool, es super diferente a los otros dos que e echo, mas que nada creo que quien lo amargaba era Macarena quien era la señora que estaba encargada de todos nosotros, para ser mas específica el mismo puesto que Eva.

 

  • Es hora de seguir con el recorrido - dice Roberto.
  • Hay que ir a donde esta la ballena - dice Oscar emocionado -. Montse, Abdiel, ¿Se acuerdan de la ballena grande que esta colgada en medio de una sala negra?
  • Sí - decimos Abdiel y yo al unísono. Y yo suelto una risita baja
  • Creo que es donde están los animales marinos, si mal no recuerdo - digo pensativa.
  • Vamos - dice Oscar y Roberto solo nos sigue. Así a sido a todos los museos que hemos ido. Casualmente siempre terminamos perdidos.

 

Cuando llegamos a la sala después de tantas entradas y salidas de varias salas.  Damos con la maldita ballena gigante colgada. Bajamos las escaleras de la sala y la recorremos.

 

  • ¿Y ahora a dónde vamos? - dice Uvaldo.
  • Ahora a ver a donde - responde Leobardo.

 

Yo nomas los sigo, total ni caso me hacen los putos. Y así seguimos navegando perdidos en el museo. Pero con una finalidad, ¡Lo conocimos todo!, eso es una ventaja.

 

Llegamos a la sala de los planetas y mientras los chicos se ponen a ver todo, yo me pongo a platicar con Roberto. Cuando veo que Leobardo se acerca me quedo callada.

 

  • ¿Estas enojada por qué no hacemos lo que dices? - dice.
  • No - digo y me alejo. Es que en serio a mí las relaciones no se me dan.
  • No te creo.
  • Pues me creas o no, es muy tu problema.

 

Me alejo de ahí y me acerco donde se encuentran los demás chicos.

 

(…)

 

Nos encontramos en Times Square. Bueno ya todos nos separamos las niñas fueron entre ellas, yo con Esme, la maestra de los chicos de Guadalajara que se llama Pamela. La verdad es super cool la muchacha - señora no creo que sea es demasiado joven, le calculo unos 25 años -. Entramos a la tienda American Eagle, puesto que yo estoy buscando una sudadera, pero no encontré como quería. Aparte en Times Square todo esta re caro. Parece que la ropa tiene oro.

 

Todos nos reunimos en las escaleras rojas de Times Square a la hora acordada. Pero solo falta el grupo de los chicos. Que al parecer se fueron con el perdido; fue el apodo que le pusimos a Roberto, ya que siempre nos perdemos con él.

 

Los esperamos por unos largos minutos, platicando de chismes obvio o de qué tan cool la estamos pasando. Al terminar la dichosa foto, vamos a comer a un restaurante que se encuentra aquí en Times Square.

 

De camino al mall los chicos dicen que fueron a la famosa Fifth Avenue.

 

  • ¡FUERON A LA QUINTA AVENIDA! - grito porque yo quería ir. Enserio que quería ir. Además ¿Quién no quiere ir a la quinta avenida? Obvio nadie. Nadie se lo perdería.
  • Si - contesta Leobardo.
  • Fuimos a pandora - dice Emiliano.

 

Abro mis ojos porque exactamente a eso quería ir a la Quinta Avenida a comprar una pulsera y charms. Me cruzo de brazos. Puede que se vea como un berrinche de niña de 5 años pero hasta Esmeralda se queda indignada.




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