Un Trago Amargo 1º

Mis XV Montserrat

24 de agosto de 2019

 

Me levanto a las 8:00 de la mañana bajo a desayunar ya arreglada, me coloque unos skinny jeans; me gustan porque marca mis atributos, mientras fui creciendo me crecieron los bustos y nalgas, además cuento con cadera. A lo que iba, me coloqué una camisa color rosa viejo para que así sea más fácil quitármela a la hora de cambiarme y  no arruinar el maquillaje, y me deje el pelo suelto, por obvias razones.

 

Bajo las escaleras y detecto el olor de huevo y… ¡Y TOCINO! Es que yo amo el tocino. Así que bajo las escaleras brincando. Cuando llego a la cocina tienen hasta jugo de naranja echo.

 

  • Mañana es mi cumpleaños - digo -, como que exageraron ¿no?
  • No, ya que hoy es tu cena y desde un día antes te mereces esto y más - contesta Rogelio.

 

Cuando terminamos de comer, les digo que yo lavo la losa y que vayan a alistarse. Termino de limpiar la cocina, ya que cada hora de comida se encortina. Subo con la cubeta y el trapeador, lo lavo y me voy a mi cuarto a dormir o ver una serie, hay que se yo pero de que es perder el tiempo, es perder el tiempo. Al final me decido por la segunda opción y veo la serie Cobra Kai.

 

  • Montserrat - escucho que habla mi madre, así que cierro la computadora y salgo de mi habitación.
  • Mande - digo al llegar a la suya.
  • Ponte los aretes que tu padre te dio el año pasado.

 

Me los coloco y mi madre me ayuda a colocarme el collar, ya que parece mas una gargantilla, bueno no tan así pero la cadena si no esta muy larga.

 

  • Ya no falta nada - vámonos.

 

Me subo al carro y en el camino pongo música, porque digamos que soy de esas chicas que hace todo con ruido, hay no sé como decirlo.

 

Salieron de San Isidro, procedentes de Tijuana - empieza a sonar, mi mamá y yo empezamos a cantar -.Traían las llantas del carro repletas de hierba mala. Eran Emilio Varela. Y Camelia…, la Texana

Pasaron por San Clemente, los paró la emigración. Les pidió sus documentos, les dijo:¿De dónde son? Ella era de San Antonio. Una hembra de corazón…

 

Así nos la pasamos en todo el camino hasta que llegamos a la estética. No somos tan unidas, porque como toda relación hay altas y bajas, y la relación de mi madre mía también hay. Pero desde que mi papá se fue ahí es donde todo cambio entre nosotras.

 

  • Montserrat, Ana - nos saluda nuestra estilista -. Ana siéntate aquí y Montse allá - señala la otra silla y creo que su hermana me arreglará.
  • Oye, en el peinado no me lo hagas tan alto como el de la sesión.
  • Okay.

 

Me maquillan y me peinan. Mientras me maquillan la muchacha que esta peinando a mi mamá me pregunta:

 

  • ¿Qué canción bailaras en el vals con tu papá? - solo eso hace falta para que yo me ponga sentimental.
  • No tendré vals, solo iremos a comer después de la misa.
  • Bueno, ¿pero que canción te hubiera gustado bailar con tu papá?
  • Mi vals para ti de Pancho Barraza - digo sin pensarlo dos veces.
  • Esta bonita esa - concuerda ella -, también la que esta bonita es la de Simplemente Gracias de Calibre 50.
  • Se me hace muy de pareja - dice mi madre -. La que a mí me gusta es la de Sangre en tu cuerpo de Pepe Aguilar y Angela Aguilar.
  • Me gusta, pero siempre e deseado y desearé bailar la de Pancho Barraza - digo.

 

Nos terminan de arreglar, mamá paga y salimos rumbo a la casa para cambiarme. En el transcurso ella y yo hablamos de cosas triviales.Cuando llegamos subo las escaleras corriendo hacia mi cuarto, saco el vestido de la enorme funda en el que se encuentra y me detengo a admirarlo, okay la verdad si es el vestido mas hermoso que e visto.

 

Aquí va una pequeña explicación. Es de un color fucsia, en la parte delantera esta llena de piedras que adornan el enorme escote que tiene en el pecho, las cuales descienden dejando ver gran parte de mi abdomen y a la vez toda esa zona se encuentra adornada igual que la forma de corazón del corsé y las tiras de tela que da la idea de mangas, estas piedras dan la impresión de diamantes que centellan cuando la luz se refleja en ello.

 

Por la parte de atrás donde se tiene que anudar un listón para que una. Como no puedo hacerlo sola voy al cuarto de mi madre para que haga esta labor y el corsé amenaza con dejarme sin aire pero es lo que le da el toque de princesa.

 

En la pomposa falda la tela color fucsia es cubierta por una gasa que a la luz de igual forma que las piedras centellan, me falto decir que tiene una cola pero no tan larga pero definitivamente hermosa.

 

Me observo en el espejo y me veo espectacular, este vestido es maravilloso e irreal, me alegro que se allá diseñado específicamente para mí y eso lo hace aún mas perfecto.

 

  • Parezco una princesa - le digo a mi madre.
  • No, no eres una princesa, eres y serás una reina hasta que mueras - desconcertada por sus palabras arrugo el ceño. En eso me coloca una corona y al parecer tiene diamantes incrustados; igual que en mis aretes y collar. No son muchos los que tiene pero lo que mas me deja con la boca abierta es que esta elaborada por oro blanco. ¡IGUAL QUE MI JOYERIA! No lo puedo creer, mi madre deberas se lucio -. Siempre una reina, Montserrat, siempre.

 

En eso la puerta se abre y entra mi abuela, se lleva sus manos a su boca en asombro y cuando llega a mi lugar me abraza.

 

  • Toda una reina - dice conteniendo lagrima -, siempre serás mi reinita.

 

Abrazo a mi abuela, la quiero mucho. Aunque de niña me regañaba porque era… bueno, bueno sigo siendo tremenda, pero antes sí era más.




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