Un trato con el nerd

Capítulo 15

Grecia

La graduación está cada vez más cerca y he comenzado a dudar sobre lo que quiero. ¿Seré capaz de dejar a Andrea? Aunque él no ha mencionado nada sobre la Universidad, sé que en ocasiones lo piensa. La temporada de fútbol está a punto de finalizar y nuestro equipo lleva la delantera y hemos llegado a la final, si bien no he practicado, he asistido junto con Andrea a todos los partidos. Este viernes es el último partido así que regresaré. Mi tobillo está prácticamente recuperado y eso es magnífico.

Comenzamos la rutina y todo avanza perfectamente. Algunos alumnos han venido a vernos y entre ellos está el presidente del consejo estudiantil junto con otros miembros de éste, arreglando últimos detalles. En una semana, exactamente, será el baile de graduación. Williams me observa y sonríe. Devuelvo la sonrisa y continuamos con la práctica. En ese momento el equipo llega y Adam se acerca a mí. Mi cuerpo reacciona alejándose de él, pero me sostiene entre sus brazos. Mi cuerpo tiembla recordando lo sucedido hace tan sólo dos semanas.

-Grecia- mi nombre entre sus labios me provoca nauseas.

-Déjala- la voz de Kendall se hace presente, pues soy incapaz de decir una sola palabra.

-No te metas en esto, Moore- grita y aprieta su agarre.

-Suéltala- la mirada de Andrea muestra preocupación.

Adam me gira y me pega a su cuerpo. En un rápido movimiento golpeo su cabeza con la mía y comienzo a moverme entre sus brazos. De alguna manera él me suelta y Andrea me atrae a su cuerpo, poniéndome detrás de él. Adam me fulmina con la mirada mientras acaricia su frente, que se encuentra roja. Da un paso hacia nuestra dirección y nos alejamos de él.

-No vuelvas a poner un solo dedo en ella o te prometo que…

-¿Volverás a golpearme? No te tengo miedo- volteo a ver a Williams con el ceño fruncido, ¿lo golpeó?

-¿Es cierto lo que dijo?- cuestiono y volteo a ver a Miller, que sonriendo camina hacia “su equipo”.

-Vamos a otro lugar- pidió y asiento.

Caminamos hasta el pasillo principal y nos colocamos frente a mi casillero. Sus ojos cafés me observaron profundamente. Antes de perderme completamente en él, quería saber qué es lo que había sucedido.

-¿En verdad lo golpeaste?- cuestioné aún sin poder creerme lo que dijo Adam.

-Sí- dice en un susurro.

-¿Acaso enloqueciste?- alzo mi voz un poco.

-Me molestó saber que te amenazó, que provocó que todo el Instituto comenzara a hablar mal de ti, que creyeran en lo que dijiste- se acerca a mí.

-No es su culpa que las personas hablaran mal de mí o que estuvieran en mi contra, esa fue una decisión de ellas. No está bien que lo hayas golpeado, eso es bajarse a su nivel- dije. –Pero gracias- sonreí.

-Sé que la violencia no es la solución, pero en ese momento mi mente se nubló- sus brazos me rodean.

-Entonces hagamos las cosas bien ahora- nos separamos y caminamos juntos, rumbo a la oficina del director.

El señor Hale sin poder creer lo que pasó, llama al entrenador, para tomar medidas. Salimos del Instituto y pasamos el resto del día, hasta el anochecer, juntos, disfrutando de nuestro tiempo al lado del otro. Las dudas crecen día con día y finalmente llega el partido final de fútbol. Sin Adam en la cancha, los resultados del juego eran inciertos. Liam tomaría su puesto y él era bueno, pero nada era seguro. Mis manos tiemblan un poco mientras sostienen los pompones azules combinados con el uniforme. Observo a las animadoras y sonreímos, nuestro momento había llegado. Dos de las chicas entran dando volteretas y le seguimos. La rutina comienza y los espectadores comienzan a gritar. La banda comienza a tocar la música de fondo mientras el equipo entra corriendo. Sonrío mientras observo a Andrea en la primera grada, lo más cerca del campo. La rutina finaliza y el equipo contrario entra, junto con sus animadoras. Algunos de sus acompañantes se ponen de pie mientras gritan. Luego de unos minutos el partido comienza. Nos encontramos en la banca junto con dos jugadores de los Cuervos, nuestro equipo, que fueron lesionados.  El marcador señala que vamos perdiendo, lo cual, pone los pelos de punta de todo el Instituto. Un jugador de los Halcones taclea a nuestro corredor. Se acercan a él y lo ayudan a levantarse, se había dislocado el hombro. Andrea baja las gradas y se acerca a Liam, quien se encontraba jalando su cabello. Faltaba un jugador.

-No podemos perder- dice mientras Ken se acerca a él para calmarlo un poco.

-Necesitamos a una persona que conozca bien el fútbol- respondo intentando encontrar a alguien.

-Sí, eso es lo que necesitamos- responde y luego observa a Andrea.

-No, no lo haré. Yo no juego- una guerra de miradas comienza hasta que Williams suspira.

-Está bien, pero si perdemos no será por mí. Tú sabes que mi coordinación no es muy buena- él asintió y ambos caminaron hacia los vestidores, después de 5 minutos regresaron. El color del uniforme resaltaba el hermoso café de su cabello y ojos.

Andrea se coloca el casco cubriendo su rostro. El uniforme resaltaba su cuerpo musculoso y varias personas lo observaban con los ojos abiertos. El partido continuó, Andrea observaba todo con el ceño fruncido y eso me pareció tierno. Poco a poco fue integrándose al equipo y aunque no era muy bueno, hacía su mayor esfuerzo. El marcador iba empatado y el tiempo comenzaba a acabarse. En ese instante, lanzaron el balón con dirección a Williams, de alguna manera lo sujetó y comenzó a correr hacia la zona de anotación. Varios jugadores comienzan a seguirlo y unos intenta taclearlo, pero él se mantiene de pie. La emoción recorre cada partícula de mí.




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