Un trato con el nerd

Capítulo 16

Grecia

La duda crece cada vez más. La graduación está a la vuelta de la esquina y eso me pone nerviosa. Debo tomar una decisión y debe ser pronto. Los días para inscribirse a la Universidad se pueden contar con una mano. Kendall vendrá hoy a mi casa para ir juntas a comprar nuestro vestido para el baile de graduación. El timbre resuena en toda la casa y bajo las escaleras, una sonriente morena me espera mientras atiende una llamada.

Salimos de mi casa y subimos a su auto. Cuelga el teléfono y nos colocamos el cinturón de seguridad. El camino hacia el centro comercial transcurre entre canciones y risas. Estaciona y bajamos del coche. Caminamos entre tiendas y pasillos sin encontrar nuestro atuendo perfecto, entramos a la última tienda y lo veo. Un hermoso vestido blanco cubierto por un velo azul claro y muchas flores del mismo color. Hombros descubiertos y un escote discreto que llegaba hasta la cintura. Me acerco a él y en cuanto lo toco, sé que es el correcto. Sonrío y observó a Kendall, ella asiente y lo tomo caminando hacia el vestidor. Me quito mi ropa y me coloco el vestido, me observo en el espejo y sonrío, es como si estuviera hecho para mí. Alzo el vestido y salgo. Mi mejor amiga sonríe aún más.

-Luces perfecta- río.

-Gracias- respondo.

-Creo que Andrea se enamorará aún más de ti- siento el calor subiendo a mis mejillas y ella ríe.

-Ponte estos zapatos- dice tendiendo unos tacones azul marino, no eran muy altos lo cual permitiría usarlos toda la noche.

-No sé qué haría sin ti- respondo y me pongo las hermosas zapatillas.

-Creo que he encontrado el vestido que usaré- camino junto a ella y sonrío cuando lo veo.

-Mídetelo- insisto y ella camina hacia el vestidor.

Camino buscando unos zapatos para ella y luego de unos segundos, los encuentro. Kendall sale y el vestido le queda a la perfección. El color rosa resalta su piel dorada. Con un hombro al descubierto y el vestido cae hasta sus pies, sonrío. Le tiendo los zapatos que encontré y ella sonríe. Cuando estamos listas, una de las encargadas de la tienda se acerca.

-Esos vestidos les quedan muy bien, son los únicos modelos de ese diseñador en esta tienda y en todo el país- nos observa.

-Los llevaremos- digo y ella asiente.

Antes de quitarnos los vestidos, nos tomamos una foto. Kendall y mi amistad con ella, era otra razón para quedarme. Salimos del centro comercial con varias bolsas en nuestras manos. Subimos al auto y noto algo extraño, alguien nos estaba siguiendo. Creí que era sólo imaginación mía, pero definitivamente estaba sucediendo eso.

-Gira a la derecha- digo sintiendo como mi corazón late deprisa.

-¿Qué pasa?- cuestiona preocupada.

Por el espejo logro observar que el auto también gira. Mis manos tiemblan y cada centímetro de mi ser transpira.

-Alguien nos está siguiendo- respondo y Kendall acelera.

Gira en distintas ocasiones y logramos perderlo. Regresamos a la avenida principal y maneja rumbo a mi casa. Cuando estaciona frente a ésta, puedo respirar tranquilamente. Salimos del auto y mis pasos son inseguros. Entramos y mi respiración todavía no vuelve a la normalidad.

-¿Qué es lo que está pasando?- cuestiona con voz temblorosa.

-No tengo la mínima idea- respondo de igual manera.

Esperamos hasta que mis padres llegan y Liam viene con Andrea, omitimos ese detalle y se van juntos. Luego de la cena Andrea regresa a su casa, mañana yo iría a la suya para conocer a su hermana menor y eso me emocionaba mucho.

 

Me despido de mis padres y salgo de mi casa. Subo a mi auto y comienzo a manejar hacia el hogar de Andrea. A unas cuadras antes de llegar, noto que el mismo auto del día anterior, está a sólo un metro de distancia. Aumento mi velocidad mientras mis manos comienzan a sudar. Giro en la calle más cercana y avanzo rápidamente, giro de nuevo y hago eso hasta que dejo de observarlo. Me ubico en el GPS y estoy bastante lejos de mi destino. En ese momento observo que el auto me ha alcanzado. Mi corazón late velozmente y vuelvo a manejar. Observo por el espejo y aún están allí. Giro y siento mi corazón detenerse cuando encuentro una pared interrumpiendo mi camino. Golpeo el volante y marco el número de Kendall.

-Greece, babe, ¿cómo estás?- saluda alegremente.

-¿Recuerdas que nos estaban siguiendo ayer?- mi voz se escucha temblorosa.

-Grecia, ¿qué está pasando?- cuestiona preocupada.

-Estoy atrapada, Ken. Me han encontrado- el miedo recorre cada parte de mi anatomía.

-¿Dónde estás?- cuestiona y antes de que pueda responder, un hombre baja del auto.

-Tengo que colgar, Ken, por favor encuéntrame- suplico antes de guardar mi teléfono en un compacto secreto.

Mis manos tiemblan cuando el hombre vestido de negro y con una máscara del mismo color comienza a golpear la puerta del conductor. Mis manos tiemblan y siento mis lágrimas cayendo por mis mejillas. Otro hombre sale y comienza a golpear la del lado opuesto.

-Grecia Scott, sal del auto- grita con una voz ronca.




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