Te conocí 2

Escuchar la voz de mamá decir que nos levantemos para la escuela, era lo mejor, pero la parte de su voz por que la escuela no, amaba cuando mamá esta con nosotros, con esto no me refiero que este lejos, aunque en parte si,  se la pasaban en la empresa todo el tiempo que nunca los veíamos, a veces los fines de semana somos 8 hermanos, pero solo vivíamos  juntos los 4 menores dentro de poco seriamos 3 ya que mi hermano se va a estudiar la universidad, hoy es un día donde te levantas a la escuela sin tener la preocupación de hacer el desayuno o cambiar, peinar a tus hermanos menores, y sobre todo a mi hermana menor que nunca estaba contenta con su peinado tenía una manía extraña para que la peinaran,  todo el tiempo en la escuela era aburrido y no me refiero a las clases si no a mis compañeros, no servían para nada, el recreo  me la pasaba con Teresa de cariño le decimos Tere y Deysi, par de locas , en fin comprábamos golosinas y regresábamos al salón y así todos los días, cuando mamá no estaba , yo me levantaba a preparar el desayuno o a veces cuando nos quedamos dormidos nos íbamos sin comer, bueno creo que todos alguna vez nos hemos ido sin comer, el fines de semana eran mis preferido sin compañeros que no servían para nada y comiendo la comida deliciosa de mamá a veces.

Los fines de semana mis padres trabajan medio día en la empresa y el resto en casa, pero de que servía que estén en casa nunca nos prestaban atención, la parte que mas odiábamos es donde teníamos que ir a las fiestas de las empresas digo las por que mi padre tenia un amigo que nunca se dejaban para nada el señor Daniel Olivares un empresario que se dedicaba a las telecomunicaciones.

Conocía a todos los hijos del señor Daniel, jóvenes muy conocidos  por ser mujeriegos, borrachos y una que otra vez metidos en peleas, pero también eran amables y trabajadores de eso no hay duda.

Mamá  siempre nos hablaba que no les demos mucha confianza y que tratemos de evitarlos , bueno no tenían muy buena reputación, pero evitarlos era algo inútil, estudiábamos en la misma escuela, mismo camino a casa , sí que era inútil, además uno de los muchachos estudiaba conmigo, siempre teníamos que verlos, todos nos conocían por ser hijos del gran señor Carlos, un hombre respetable, bueno y también porque éramos educados e inteligente, teníamos los primeros puestos en la escuela, bueno somos hijos de un empresario exitoso. En fin, unos niños de bien.