Un último adiós

Capítulo 4

Los monstruos viven dentro de nosotros

Creo que esa frase es de Stephen King, sin embargo, representa la manera en la que yo veo mis demonios. Les digo así porque en el pasado me atormentaron durante años. Son problemas como inseguridades, por ejemplo.

La cosa es, hubo un tiempo que ellos tomaron control sobre mí y fue justo en ese momento en que las cosas marchaban bien con este chico. Amarlo era fácil, pero amarme era lo difícil.

Y aquí es donde juega esa frase de “Si tú no te quieres, nadie más lo hará” en su defecto, llegas a pensar que aquellos que dicen quererte solo mienten. No es lindo, ni agradable y menos busco dar lástima con eso, solo estoy compartiendo mis experiencias.

Si te sientes identificado con todo esto, mi consejo es que no ocultes nada de tu ser: tus monstruos, demonios, etc. son parte de ti, de tu esencia, y quien te quiera debe aceptarte con ellos. Trabaja en tu caos, solo por ti y para ti. Mejora únicamente para que alcances esa etapa de tu vida donde te ames por encima de todo y contra todo.

Las cosas nunca son fáciles de aceptar, todos tenemos etapas de nuestra vida donde nos sentimos agobiados, mal, los problemas inundan todo nuestro ser. Puedes confiar en mí cuando te digo que todo eso va a pasar, eres más fuerte de lo que crees y espero de todo corazón que logres ver cada cualidad que tienes para guerrear contra tu tormenta. La próxima vez que te mires en un espejo, intenta recordar esto: Eres jodidamente perfecto o perfecta, claro que tienes defectos y son precisamente ellos los que te hacen ser tú. Sonríe, tu sonrisa es hermosa. Tus ojos son misterio. Tu cabello es un mar, puede que tenga olas o que se encuentre en calma, ambos están bien. Tú eres alguien por quien vale la pena luchar.

Regresando al tema, no estaba pasando por una etapa linda, ni siquiera divertida. Y este chico me regalaba luz, paz, tranquilidad, risas, amor, infinidades de cosas que jamás lograría terminar de contarlas. Poco a poco, las cosas entre nosotros superaron una barrera de amistad, empezaron a existir miradas de complicidad, las cuales me derretían por completo. Siempre deseé paralizar el tiempo a su lado, en sus abrazos, llenarme de paz eternamente.

Creía que las personas mentían al decir que alguien le daba tanta paz que le generaba sueño, hasta que lo viví en carne propia. Tú, que me lees, nunca subestimes el poder que tienes sobre alguien, cuando esa persona te dice que te ama.



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En el texto hay: despedida

Editado: 21.05.2021

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