Un último deseo

8

Entro a mi apartamento cerrando la puerta con mucha fuerza, demostrando mi total enfado y frustración.  Lanzo mis cosas al sofá y voy a la cocina por un vaso de agua. Pocos segundos después, aparece Allyson atravesando la puerta del apartamento y se acerca a mí sin decir palabra alguna, sabiendo que lo que hizo no estuvo para nada bien. La observo esperando a que diga algo, pero simplemente se queda allí, callada.

"En estos momentos estoy muy enfadada contigo" rompo el hielo, mirándola con molestia "No puedo creer lo que me hiciste"

"Lo siento" se disculpa, como si eso fuera suficiente para dejar pasar toda esta vergüenza que me causó.

Mi enfado crece a un nivel más alto "¿Crees que con un simple lo siento voy a borrar lo que pasó? Me avergonzaste en frente de todas esas personas" le digo alzando la voz "¿Cómo se te ocurre empujarme de ese modo?"

"Lo sé, lo sé, y lo siento... En verdad lo siento" se disculpa otra vez agarrándome de las manos "no sé qué me pasó... Simplemente reaccioné sin pensar en las consecuencias"

"Exacto! Precisamente por eso. Actúas sin pensar" le digo todavía enfadada "Es la tercera vez que haces algo así"

"Entiendo tu enfado. Pero es que no sabes lo que sentí al ver a Dereck" aprieta más mis manos a modo de que la comprendiera "lo vi como la oportunidad perfecta para que te acercaras a él"

"¿Lanzándome al piso frente a su mesa? ¿Era esa tu perfecta oportunidad?" pregunto, apartando sus manos de las mías.

Allyson no responde, sabiendo que no puede refutar contra eso. Hacerlo sería hundirse más en el lodo. Respiro profundamente tratando de tranquilizarme. Me alejo un poco de ella.

"Acepté ayudarte, Allyson. Y lo hice de buena voluntad aun sabiendo la locura que esto conlleva" le digo un poco más tranquila mientras preparo otra dosis de café "Debes darte cuenta cómo estás actuando" Ella simplemente se queda mirándome con cara de mártir "No es algo simple lo que me estás pidiendo... No puedes comportarte así, jugando con mi integridad como si no fuera nada" le digo riñéndola, como si de una niña pequeña se tratase "Te dije que esperaras e idearas un buen plan para acercarnos a Dereck... Pero sí continuas así, será mejor que busques a alguien más porque la verdad no creo que pueda ayudarte si sigues haciéndome este tipo de cosas" le advierto.

Allyson se alarma ante mi advertencia "No! Ni se te ocurra... Te prometo que no volverá a ocurrir algo como eso otra vez" dice asustándose "Esta vez lo digo enserio... Eres la única que puede ayudarme... No puedes dar marcha atrás" finaliza, suplicándome con los ojos.

"De acuerdo... Lo acabas de prometer, así que espero que cumplas con tu palabra" digo, sentándome en el sofá, más relajada y encendiendo la TV.

"Lo prometo" me responde, sentándose a mi lado.

No pasan ni cinco minutos de nuestra discusión cuando la escucho chillar de emoción.

"Al menos logré que se conocieran" dice feliz "Te ayudó a levantarte, es todo un caballero... ¿Viste lo guapo que estaba?... Valió la pena después de todo"

"No juegues con mi paciencia" le digo medio en broma.

No hace caso a lo que le digo y sigue hablando interminablemente sobre Dereck. Lo guapo que estaba, la forma en que se acercó a mí para ayudarme, el chico con quien él estaba, y un sin fin de cosas más repartidas en su monólogo.

.

.

.

El día siguiente avanza normalmente como todos los días en la escuela; salvo las incesantes bromas por parte de Kevin ante el evento desafortunado de ayer, en la que mi persona, pasó la peor vergüenza de toda la vida.

Las clases por fin terminan. Mis amigos y yo salimos de la escuela para irnos a nuestras respectivas casas.

"Bueno, chicos. Que tengan una hermosa tarde. Yo voy a darme un merecido descanso" se despide Morgan.

"Y yo debo buscar mi auto" les notifico.

"¿Quieres que te lleve?" Cora se ofrece "No tengo ningún problema en acompañarte"

"Te lo agradezco Cora. Pero no es necesario" le respondo agradecida "puedo tomar el tren, no queda muy lejos de aquí"

"Bueno, si tú lo dices... Entonces me marcho. Nos vemos mañana" dice.

"Hasta mañana! Que descansen" me despido de todos.

Comienzo a andar, y justo antes de acercarme al portón de la escuela, Kevin me llama desde lejos.

"Elizabeth! Procura no morderte la lengua o tropezarte con cosas invisibles, no queremos otro accidente" dice riéndose.

Lo miro con cara de pocos amigos, y en vez de responderle algo, levanto mi mano y le enseño el dedo del medio. Volteo para seguir mi marcha y me topo con un estudiante y su madre, ambos con rostros sorprendidos al ver que una maestra estaba haciendo ese tipo de gestos con su mano. A lo lejos, puedo escuchar como Kevin suelta una gran carcajada al presenciar todo. Yo solo les sonrío tímidamente, agacho la cabeza y me despido de ellos soltando casi una carrera para alejarme, una vez más, de otra vergüenza, no sin antes escuchar a la madre decir "¿Qué clase maestros trabajan en esta escuela?"



#2750 en Novela romántica
#876 en Chick lit

En el texto hay: humor, amor, amistad

Editado: 11.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.