"Kevin! Por el amor de dios... Estoy terminando de alistarme. ¿Puedes dejar de llamarme cada cinco minutos, por favor?" Le digo por teléfono mientras busco en el closet algo que ponerme.
"Discúlpame si estoy emocionado de que mis amigas finalmente conocerán a mí novio" exclama, sintiéndose ofendido "También conoceremos al tuyo. Tenemos que celebrarlo por todo lo alto"
Ruedo los ojos con fastidio, casi a punto de colgarle.
"¿Cuántas veces tengo que repetirte que no es mi novio?" pregunto con tono cansado "Voy a colgar... Ya no molestes... Nos vemos en un rato" corto la llamada, dejándolo con la palabra en la boca.
Algún día Kevin va a matarme sino le baja un poco a su exaltante comportamiento. Hay veces que no puedo seguirle el ritmo.
Coloco el teléfono sobre la cama, no sin antes ponerlo en silencio para no ser más interrumpida, y sigo serpenteando por mi pequeño closet hasta lograr hallar un buen outfit que usar esta noche. Con una sonrisa, me poso frente al espejo para evaluar cómo me luce antes de ponérmelo.
Dejo de sonreír al instante, cayendo en cuenta de lo que estaba haciendo. Me golpeo la frente torpemente y retrocedo en mis pasos, tumbándome en la cama con pesadez. Suelto una risa amarga. Nunca antes me había preocupado en lucir perfectamente bien para salir con mis amigos, mucho menos para un hombre. Pero saber que Dereck estará con nosotros esta noche, hace que de pronto quiera verme bonita y que él lo note.
¡Vaya! Las cosas que hacemos cuando estamos enamorados.
Enamorada. Aun me parece casi imposible que sienta esto.
Me paso las manos por el rostro, como para despertar de este trance en el que entré por pensar en Dereck. Me levanto de la cama, decidida a terminar de arreglarme antes de que llegue Allyson a apresurarme para irnos.
.
.
.
Estoy lista para irme, y como lo supuse antes, Allyson no ha parado de apresurarme desde que llegó.
Compruebo que tenga todas las cosas necesarias en mi cartera.
"Al fin. Ya era hora... ¿Cuánto más tenía que esperar?" pregunta una insistente Allyson.
"No tienes que apresurarme cuando apenas acabas de llegar de quién sabe dónde" reprocho.
"Estaba con Dereck" señala con simpleza "Vámonos"
"Ya voy. Ya voy" digo, cerrando la puerta con llave "A veces eres insoportable, ¿Sabías?"
"Deberías estar acostumbrada" se queja, sacándome la lengua de forma infantil.
Salimos del edificio y nos paramos en la acera para esperar un taxi. Honestamente, no me gusta llevar mi auto cuando salgo de fiesta con mis amigos.
"¿Le enviaste la dirección a Dereck?" pregunta.
"Por supuesto. ¿Por quién me tomas?" respondo.
"Es que eres tan despistada a veces... Tenía que asegurarme" dice.
Decido no responderle nada, porque su comentario no me gustó y no quería ponerme de mal humor. Esta noche tenía que ser agradable.
Un taxi se aproxima y al instante le hago señas esperando que se detenga puesto que ya se estaba haciendo demasiado tarde. Afortunadamente, el taxista se detiene y rápidamente abro la puerta del asiento trasero, dejando subir primero a Allyson, cosa que no sé por qué hago si el chofer solo puede ver a una persona. Le doy la dirección sin esperar un minuto más, haciéndolo arrancar cuanto antes, y mientras recorremos las calles de Brooklyn, me pongo a observar por la ventana.
"Fue una excelente idea haber invitado a Dereck" dice de repente Allyson, haciendo que apartara la mirada de la ventana y mirarla a ella "Es bueno que se divierta un poco... Habrán muchas personas allí... ¿Sabes lo que eso significa?" me pregunta con mucho entusiasmo, a lo que yo niego "Significa que Dereck podrá conocer a alguna chica... Quién sabe" se encoge de hombros "Esta noche podría encontrar un nuevo amor... Tal vez la casilla más importante en mi lista de deseos sea llenada más pronto de lo que pensamos... ¿No es emocionante?" chilla de emoción.
Mi sonrisa se desvanece al instante. Su comentario me cayó como balde de agua fría. Ni por un momento me pasó por la mente que Dereck pudiera conocer a otra chica esta noche, y de solo pensar que pudiera coquetear con alguna, me entran unas repentinas ganas de vomitar y de pedirle al taxista que dé marcha atrás y me regrese a mi departamento.
Sé que el deseo más importante de Allyson es que él encuentre nuevamente el amor. Le prometí ayudarla a cumplirlo sea como sea, pero no soportaría verlo coquetear con otra chica. Me destrozaría el corazón por completo. Porbablemente eso me convierte en una traidora y una egoísta por siquiera pensar de ese modo, pero es algo que no puedo frenar.
Por fortuna, no puedo responderle nada, lo que me hace sentir cierto alivio ya que no sabría que decirle en lo absoluto. Intento recomponerme para que no se de cuenta del estado en el que me encuentro, así que vuelvo a sonreírle como si estuviera de acuerdo con ella para que no sospeche nada.
.
.
.
Llegamos al club.
No tengo que esperar a los chicos porque ya están dentro esperando por mí. El chico de seguridad me permite entrar y rápidamente me pongo en la misión de buscarlos. Me adentro al club y zigzagueo entre las personas a mí alrededor. El lugar está abarrotado, lo que hace que mi búsqueda sea casi imposible.
"¡Los encontré!" grita Allyson al verlos "Sígueme"
La sigo, y después de haber avanzado un par de metros, puedo ver a Kevin y a Morgan sentados en una mesa cerca de la pista de baile, hablando muy amenamente.
"Buenas noches" saludo en voz alta para que puedan escucharme.
"Elizabeth, preciosa. Por fin has llegado" saluda un muy contento Kevin "¿Dónde está tu amigo?" pregunta rápidamente, mirando detrás de mí.
"Acabo de llegar y lo primero que preguntas es dónde está mi amigo... ¿Ni siquiera un cómo estás, Elizabeth?" le reprocho para luego acercarme a darle un abrazo y otro a Morgan "¿Y Cora?"
"En el baño" responde Morgan cuando me siento a su lado "Por cierto, estás guapísima... Deslumbrante"