Un último deseo

24

Los días pasaban mientras Dereck y yo seguíamos viéndonos constantemente, y cuando no lo hacíamos, hablábamos por teléfono, como si fuéramos una pareja recién empezando a salir. No solamente pasaba tiempo con él, también lo hacía con Ariel. Sé que soy repetitiva, y que lo he dicho muchas veces, pero mientras más tiempo paso a su lado, mi amor por ellos va creciendo más y más. Es inevitable. Dereck, el chico amargado y serio, y Ariel, la niña de las dulces sonrisas, se han colado en mi corazón, tan fuerte, que dejaron una huella imposible de borrar.

También debo mencionar a Sam, la niñera de Ariel, que cada vez que me veía llegar a casa de Dereck ponía mala cara, como si fuese lo peor que pudiese pasarle, mirándome como si fuera un insecto aplastado por su zapato.

Allyson la detesta. Cada vez que la niñera me regalaba una de esas miradas, amenazaba con usar su “poder de espíritu” y así darle el susto de su vida. Por supuesto que cada vez que lo intentaba hacer yo la detenía, ganándome un reclamo interminable de su parte.

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Es viernes por la tarde y la jornada de trabajo ha acabado. Como de costumbre, me coloco en la puerta del salón para despedirme con mucho cariño de mis estudiantes, recordándoles que para el lunes tenían un examen y que debían estudiar. Cuando el último niño sale, regreso al escritorio para recoger mis pertenencias y también irme. Cierro la puerta después de haber apagado las luces y empiezo a caminar por el pasillo hasta llegar a la sala de maestros en donde me encuentro con los chicos.

“¿Listo para irnos?” pregunto desde la puerta.        

“Listos” responden los tres.

“Entonces vamos”

Mis amigos salen y empezamos a caminar hacia la salida.

“Chicas ¿Sabían que Eli y yo tendremos una cita con los hermanos Parker?” pregunta Kevin con ganas, no guardándose lo animado que estaba por lo de mañana.

“¿Qué?” preguntan ambas, frenando de golpe.

“Olvidamos decírselos” susurra con fingido pesar.

“¿Cómo pudo habérseles olvidado?” pregunta Cora “Es una noticia enorme”

Golpeo a Kevin en la nuca por inventar semejantes cosas “No le hagan caso, saben cómo es Kevin” lo fulmino con la mirada “Para nada es una cita… Es solo que Dereck y su hermano están intentando solucionar sus conflictos… Conversaron y llegaron a la conclusión de darse una oportunidad”

“Es bueno saberlo” habla Morgan.

“¿Entonces?” pregunta Cora.

“Pues que para romper un poco el hielo, Dereck planeó invitarlo mañana a su casa para un almuerzo… Kevin irá con él y yo también iré, es todo” explico.

“Entonces es prácticamente una cita” analiza Cora.

“Es justamente lo que dije, pero Eli no lo entiende” rezonga Kevin.

“¡Dios! Que no es una cita… Su hija estará con nosotros… Carter también irá… Dereck no es una persona muy sociable y no se siente preparado para estar a solas con su hermano. Por eso me ha pedido que esté allí” sigo explicando.

“¿Carter?” Pregunta ahora una muy despierta Morgan, como si de todo lo que he hablado, su nombre fuera lo único que escuchó.

“Sí, Carter” le respondo.

“Interesante” dice de forma pensativa.

“Pues para mí sí es una cita” Kevin insiste caprichosamente.

“Lo que tú digas” ruedo los ojos fastidiada.

Volvemos a retomar nuestra marcha mientras seguimos conversando.

“Deberías ver ese almuerzo como una práctica. De ese modo, cuando aceptes tus sentimientos por Dereck, podríamos tener citas reales” Kevin dice con gracia, haciendo reír a las chicas, y a mí dejarme callada.

Salimos de la escuela y las chicas se ofrecen a llevarme al no ver mi auto en ningún lado.

“No, está bien” niego “Dereck vendrá a buscarme. Lo acompañaré a comprar las cosas para los preparativos de mañana” les informo, sintiéndome completamente avergonzada, imaginándome lo que rondaba en sus cabezas. No me equivoqué cuando empezaron a bromear al respecto.

“Para no ser una cita, estás muy emocionada por el día de mañana” insinúa Morgan, moviendo sus cejas de forma coqueta. Levanta un dedo cuando ve que voy a decir algo “Y no lo niegues, porque se te nota”

Vuelvo a abrir la boca para defenderme y decir alguna tonta excusa, pero me callo al instante cuando veo el auto de Dereck fuera de las instalaciones de la escuela.

“Me tengo que ir… Adiós. Los quiero” me despido. Y como una niña pequeña, marcho emocionada a su encuentro. Puedo escuchar a mis espaldas como mis amigos comienzan a reír.

“No olvides usar protección” escucho a Kevin gritar, lo que me hace sonrojar como un tomate ante lo atrevido de su comentario. Que bueno que Dereck está en el auto y no pudo escuchar.

Cuando estoy llegando a su auto, Allyson se asoma por la ventanilla de la puerta trasera, saludándome con esa felicidad que siempre muestra, y como si no me hubiese visto en mucho tiempo. Extiende su mano para chocar los cinco conmigo y lo hago disimuladamente cuando llego.



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En el texto hay: humor, amor, amistad

Editado: 11.02.2023

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