Un último deseo

25

“Todavía no puedo creer que mis padres hayan sido capaces de hacer algo así… Algo tan atroz” Allyson camina de un lado a otro sin parar un instante, completamente fuera de sí “Nunca aprobaron mi relación con Dereck. Pero esta vez cayeron muy bajo… De ninguna manera permitiremos que aparten a mi hija de él. ¡De su padre!”

Casi no escucho lo que dice. Mi cuerpo está aquí, pero mi mente no, aunque debería. Allyson me necesita ahora mismo. Comprendo su inquietud, porque también me encuentro igual, o incluso peor. Deberíamos estar haciendo algo al respecto. Debería estar escuchándola e intentar apoyarla. Pero no puedo.

Han pasado varios días desde aquel encuentro entre Dereck y los padres de Allyson, y no hemos sabido más nada de él, cosa que me resulta preocupante. No dejo de proyectar en mi mente el aspecto desolado que tenía la última vez que lo vi una y otra vez, haciendo que mi inquietud se acumulara todavía más. Y el que no respondiera mis llamadas tampoco ayudaba a calmarme. Temía que hiciera algo estúpido.

Al ver que no respondía mis llamadas, opté por preguntarle a Kevin, si Adam, quien ahora estaba en buenos términos con su hermano, sabía algo de él. Quería saber si al menos respondía a sus llamadas, pero desafortunadamente, todas mis esperanzas fueron rotas puesto que tampoco se dignaba a contestarle a Adam, el cual estaba preocupado. Y como no estarlo, si apenas acaba de reconciliarse con Dereck y ahora lo está ignorando. Así como lo hace conmigo.

No soy una persona de guardar rencor hacia alguien. Pero ahora mismo siento un rencor tan profundo, como nunca antes lo había sentido, hacia los padres de Allyson, los señores Lombrad.

¿Con qué derecho se sienten de humillar a Dereck, y luego amenazarlo con quitarle a su propia hija? ¿Qué derecho tienen?

Como quisiera ponerme en frente de ellos y poder decirles todo lo que pienso y lo que siento.

“Elizabeth ¿Me estás escuchando?” Allyson chasquea sus dedos cerca de mi rostro “Llevo horas hablándote y no dices nada… ¡Concéntrate! Esto es serio”

Sacudo la cabeza para espabilarme.

“Lo siento. Estaba pensando” contesto “Allyson, ¿Cuál crees que sea la razón de tus padres para hacerle esto a Dereck?... Porque no encuentro razón alguna” pregunto llena de incertidumbre.

Allyson resopla con cansancio y se sienta al lado mío, reposando su cabeza en mi hombro “No lo sé… Mis padres son…” se queda callada por un instante, intentando buscar las palabras adecuadas para describirlos “Ellos no son fáciles… Tienen una manera de ver las cosas muy peculiar y algo anticuada”

“¿Pero por qué crees que quieran quitarle a la niña?” vuelvo a preguntarle al no obtener la respuesta que quería.

“Ya te había hablado de eso ¿lo olvidas?” dice “Solo quieren hacer sufrir a Dereck. Humillarlo y quizás otras cosas más… Y estoy segurísima que ya tienen la vida de Ariel planificada si llegan a ganar su custodia” vuelve a molestarse y se levanta del sofá para dar vueltas como león enjaulado una vez más “Por supuesto, como yo fui un fracaso, piensan hacer con ella lo que no pudieron conmigo… Pero no… No, no, no… Eso no va a pasas… Sobre mi cadáver… Primero muerta”

Hago un amago de sonrisa al escucharla. Podría corregirla y explicarle que no puede decir algo así cuando ella ya está muerta, pero no es el momento para eso.

“¿Por qué estás aquí y no con Dereck?” cuestiono.

Se detiene, mirándome con ojos tristes “Porque no soporto verlo así de desdichado. Me rompe el corazón… Mi Dereck no tiene por qué pasar por este tipo de cosas”

No digo nada más. Comienzo a morder mis uñas en modo pensativo y Allyson retoma su caminar mientras susurra para ella misma.

Después de unos eternos minutos, no puedo soportarlo más y le doy un golpe sonoro al reposabrazos del sofá, causando que Allyson pierda el equilibrio y que por poco se caiga.

“¡Se acabó! Ya no puedo más” me levanto, completamente decidida.

“¿Qué pasa?”

“Ya que Dereck no quiere contestar mis llamadas, iré a su departamento” agarro las llaves del auto y marcho hacia la puerta.

“¿De verdad iremos?” me sigue.

“Claro que iremos… Tenemos que ayudarlo. Aunque no lo diga, sé que nos necesita… No podemos permitir que tus padres se salgan con la suya” bajo corriendo las escaleras, queriendo llegar cuanto antes con Dereck.

.

.

.

Cuando estoy frente a su departamento, no lo pienso dos veces y toco a su puerta, deseando en silencio que abra.

Pasa un minuto y no ocurre nada.

Vuelvo a tocar y esta vez me concentro en escuchar si hay algún sonido allí dentro. Suspiro, comenzando a sentirme decepcionada porque probablemente no esté, sin embargo, toco una tercera vez, y esta vez con más fuerza. Pero obtengo los mismos resultados. Nadie abre la puerta.

“¿No está?” pregunta Allyson.

“Evidentemente” respondo, señalando a la puerta “Ya hubiese abierto si estuviese aquí. Al menos eso creo”

“¿Por qué no tocas más fuerte? Tal vez está duchándose y no puede escuchar” insiste sin querer darse por vencida.



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En el texto hay: humor, amor, amistad

Editado: 11.02.2023

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