Un último deseo

29

Me quedo quieta, observándola. Y con solo verla a los ojos sé lo mucho que está enojada ahora mismo.

Siento la obligación de separarme de Dereck, porque no es correcto quedarme en sus brazos cuando Allyson se encuentra en frente de nosotros, pero no consigo hacerlo, y no sé si sea por lo débil que todavía me siento, o por cómo él me sigue abrazando con fuerza.

También siento la necesidad de ir corriendo hacia ella para poder disculparme y explicarle lo que ha pasado. Pero ¿cómo puedo explicarle lo que acaba de presenciar?

No imaginé que vendría hasta aquí a buscarnos. Pensé que se quedaría en casa de Dereck, cuidando de Ariel. Y jamás pensé que nos encontraría en esta situación, o mejor dicho, que me encontraría a mí en esta situación, porque él no tiene la menor idea de lo que está ocurriendo ni de lo que está por avecinarse.

Tenía por sentado que tenía que hablar con ella. Debía ser honesta y expresarle cuáles eran mis verdaderos sentimientos por Dereck. Explicarle que sin haberlo querido, me enamoré por completo de él. Eso era lo más sensato. Y quería que ella lo entendiera. Tenía que decírselo pronto antes de que se acabara el tiempo y que todo se volviera más engorroso, o peor aún, que llegase a odiarme. Pero no encontraba cómo hacerlo. Cada vez que me imaginaba hablando con ella al respecto, me daba un pánico terrible.

Sabía que tarde o temprano Allyson tendría que saberlo, pero nunca de esta forma. Jamás de este modo. Y en este instante en el que la estoy viendo así, con los ojos vidriosos, a punto de llorar, mi más grande temor se ha hecho realidad. Cree que la he traicionado. Que he traicionado su confianza. Que la he traicionado de la manera más vil.

Siento la necesidad de llorar, porque en estos momentos yo misma creo que ha sido así, que la he traicionado. Y de repente, el beso que compartí con Dereck ya no se siente tan maravilloso, porque ahora me parece que fue un error. No quiero sentirme así. No quiero tener esos pensamientos con respecto a lo nuestro, pues lo que ha pasado entre nosotros ha sido de todo menos un error. Pero mi mente no deja de repetir esas cinco letras una y otra vez.

Allyson niega con la cabeza mientras mueve sus labios. No logro escuchar lo que dice pues no estamos cerca de ella. Y sin hacer nada más, su cuerpo desaparece como toda una retro proyección, dejándonos a Dereck y mí solos, con las luces de los faroles todavía titilando. Ahogo un gemido cuando la veo desaparecer, intentando retener las lágrimas que están amenazando por escaparse sin mi autorización.

“¿Estás bien?” Dereck pregunta de repente, a lo que yo asiento sin apartar la mirada de donde hace unos segundos estaba Allyson “¿Segura?”

“Sí, sí. Estoy bien” respondo “Solo me tomó por sorpresa ese ruido”

“Sí, a mí también… Tienen un gran problema eléctrico que solucionar”

“Sí”

“Bien. Creo que eso ha sido un llamado para que nos larguemos de aquí” bromea “Será mejor que te lleve a tu casa antes de que se haga más tarde”

“Tienes razón. Vamos” digo, estando de acuerdo con él “No quiero que Ariel se enoje conmigo por hacerte llegar”

Dereck se ríe, y me toma de la mano para ponernos en marcha y salir del parque “No creo que se enfade. A esta hora ya debe estar dormida”

“Sí, pero de todos modos quiero hacer las cosas bien para que me acepte” bromeo, intentando relajarme un poco.

“No será tan difícil. Ariel te adora” acota, sonriéndome con dulzura.

Lo miro a los ojos, devolviéndole la sonrisa.

Mientras caminamos, Dereck entrelaza sus dedos entre los míos, sosteniéndolo lleno de seguridad. Observo nuestras manos unidas, dándome fuerza y mucho valor para afrontar lo que está por venir. Para afrontar lo que me espera en casa. Porque sé que allí es donde se ha ido Allyson, esperando por mí.

No será fácil.

No será fácil hacerla entrar en razón.

No será fácil hacerle entender que lo que siento por Dereck es verdadero.

Pero sentirme a su lado. Sentir su mano entrelazada con la mía vale la pena. Saber que mis sentimientos son correspondidos, y saber que está dispuesto a tener un futuro a mi lado, vale la pena.

.

.

.

Llegamos a mi departamento y nos encontramos frente a la puerta.

Saco las llaves de mi bolso al tiempo que giro para despedirme de Dereck y agradecerle por haberme acompañado hasta aquí.

“Gracias por esta noche, la pasé muy bien” le digo, mostrándole una sonrisa tímida.

“Nada de eso” niega Dereck “Soy yo quien tiene que agradecerte… Gracias por llevarme a tú lugar favorito… Gracias por aceptarme… Y gracias por compartir esta noche conmigo”

Mi pecho se infla por la emoción de escuchar esas palabras tan dulces.

Como quisiera dar la vuelta e irme con él. Olvidarme de este asunto con Allyson que me está carcomiendo la cabeza desde que dejamos Domino Park. No tener que entrar a mi propio departamento y afrontar lo que allí dentro me está esperando.

Pero es imposible. No puedo hacerme la vista gorda y simplemente huir de este problema. Tengo que ser valiente y asumir con madurez que debo arreglar las cosas con Allyson. Debo defender mis sentimientos por Dereck, que a pesar de todavía creer que está mal, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Lo que estamos creando es algo tan bonito que merece ser defendido, aunque sea solo yo quien deba luchar esta batalla por ambos.



#2749 en Novela romántica
#878 en Chick lit

En el texto hay: humor, amor, amistad

Editado: 11.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.