Un vacío en nuestro mundo

Capítulo 01

ADVERTENCIA.
Estaré usando partes del libro original que se mostraran en cursiva, solamente para darle un poco más de realismo a esto.
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-Me duele.- Un zumbido caótico le llegaba a los oídos, pero Gao Tu no lo oía con claridad ni podía responder.

El extraño olor del Alfa en su nariz se hacía cada vez más intenso, y el pedazo de carne y sangre en su estómago parecía tener conciencia de sí mismo, intentando rechazar el olor que no pertenecía a su padre Alfa.

-Puedo continuar?, ¿Está seguro de que no le haré daño? .- preguntó Ma Heng lleno de ansiedad y desesperación. - ¿Doctor?, ¿Doctor?.

-¡No se detenga si no se lo ordeno! Debe de haber un proceso de adaptación. No quiere que muera dos veces, ¿verdad?

Gao Tu cerró los ojos con fuerza y gritó de dolor inconscientemente. Su cuerpo estaba inmovil, sólo sus manos estaban apretadas con fuerza.

Eso es todo lo que recordaba antes de desmayarse debido al dolor.

Despertó en la cama del hospital, ese a donde Ma Heng lo había llevado después de él escapar de Shen Wenlang y desvanecerse en el auto de su amigo.

Al mirar hacia los lados, pudo ver a su amigo recostado incómodamente en el pequeño sillón de la habitación que le habían asignado. Él mismo estaba conectado a diversos aparatos médicos que monitoreaban todo sus signos.

Intentó moverse pero le fue imposible, sentía dolor en todo el cuerpo, desde la punta de los dedos de los pies hasta los dedos de la mano.

Llevó una de sus manos a su vientre intentando sentir al pequeño feto que ahí crecía. Lo necesitaba, el solo hecho de saber que seguía ahí le daba la fuerza necesaria para no rendirse.

Pero, sorprendentemente, había algo extraño. No sabía que era, pero algo no se sentía bien.

En ese momento, vio cómo su amigo despertaba, poniendo una cara de sorpresa y alivio al descubrirlo despierto. Cara que cambió, al verlo tocar su vientre, ahora vacío.

-Conejito, despertaste. - le dijo en voz baja .- ¿Cómo te sientes?

-No muy bien, en realidad.- le respondió mirándolo levantarse.- Ma Heng, ¿cómo esta mi bebé?.

En este momento no le interesaba saber nada, excepto el estado de salud de su niño.

-No te preocupes, ya pasará. El médico dijo que fue debido al trastorno de feromonas, el estrés y a las feromonas opresivas de distintos alfas. - le dijo mientras lo ayudaba a sentarse en la cama acomodando las almohadas detrás de él, para recargarse.- Enserio me asustaste conejito, por un momento sentí que te perdíamos.

Gao Tu veía y escuchaba a Ma Heng explicarle todo lo sucedido. Más este no se atrevió a mirarlo a los ojos. Gao Tu no era tonto, sabia que algo estaba escondiendo.

-Ma Heng.- lo llamo.- Te conozco desde la infancia, se que algo escondes, ¿qué es?, Acaso ¿Hay algo malo conmigo?, O es que, ¿acaso hay algo mal con el bebé? ¿Tendrá alguna discapacidad al nacer? ¿Qué pasa?.

Tenía muchas preguntas, y nadie que le diera respuestas. Ma Heng solamente miraba al suelo escuchándolo. Mucha fue su sorpresa al verlo levantar la mirada, pero esta solo mostraba tristeza.

-Conejito… - su voz se cortó al mirarlo a los ojos. - Perdon, lo intente.. de verdad lo intente, pero nuestro nivel de compatibilidad no es muy alto… y el doctor dijo.. pero yo… y entonces…

Gao Tu no entendía nada de lo que su amigo estaba hablando, solo lo escuchaba balbucear.

-Ma Heng, alto. ¿De qué estás hablando?.- preguntó con confusión.- ¿Hay algo mal con el bebé?.

Gao miraba a su amigo que permanecía en silencio, cosa que lo estaba alterando un poco.

-Ma Heng, ¡habla de una vez! .- le dijo aún sosteniendo su vientre. - ¿Hay algo malo con mi bebé?.- dijo con su voz empezando a entrecortarse.

Ma Heng negó con la cabeza, sus ojos llenándose de lágrimas a punto de derramarse.

-Conejito, tú… - tomó aire antes de soltar lo siguiente. - Tú, perdiste a ese bebé…

“Perdiste a ese bebé”...

Las palabras de su amigo se repetían en su mente y se sentían como taladros.

Sintió frío y un dolor en el corazón al escuchar sus palabras. Rápidamente llevó ambas manos a su estomago, aun lo sentía, él lo sentía. Debía de estar ahí, Ma Heng no podía estar hablando en serio.

-¿Qué? .- dijo saliendo de su estupor.- ¡No, no es cierto!. Ma Heng, dime que no es cierto.- dijo sosteniéndolo de ambos brazos, sacudiéndolo. - ¡Dime que estás mintiendo!, ¡Eso no puede ser cierto! ¡Yo aun lo siento, yo lo siento dentro de mí, siento su lazo conmigo! .- dijo soltandolo, haciéndose un ovillo, tomando su vientre y empezando a llorar y gritar como nunca antes lo había hecho.

Ma Heng que hasta ahora se había mantenido en silencio aguantando las sacudidas del omega, se acercó a él para abrazarlo impidiendo que se hiciera daño a sí mismo, pues estaba intentando arrancar el catéter y demás cables conectados a él.

-¡Quiero a mi bebé!, ¿¡Dónde está mi bebé!?. - los gritos desesperados y desgarradores del omega se escuchaban en casi todo el piso de urgencias del hospital. - Ma Heng, Ma Heng por favor.- lo llamaba.- Por favor dime que no es cierto, por favor dime que estás mintiendo. ¿Mi bebé sigue aquí verdad?, ¿¡verdad!?.

Ma Heng, quien estaba siendo agarrado por el omega, al verlo tan alterado llamó inmediatamente a las enfermeras y doctores que lo estaban atendiendo.

De inmediato un grupo de enfermeros entraron corriendo a la habitación, alejaron a Ma Heng del omega para poder sostenerlo entre los dos y poder aplicar un sedante.

Gao poco a poco iba perdiendo el conocimiento nuevamente.

-No, no por favor.- suplicaba el omega.- Por favor, llevenme con mi bebé, quiero ver a mi bebé. Ma Heng diles, diles que es un error, diles.. diles… por favor…- finalmente cayó dormido, con una mano sobre su vientre y una lágrima derramándose por su mejilla.

Ma Heng sabía que darle la noticia de la pérdida de su bebé a Gao Tu no sería fácil, pero aun consciente de eso, no pensó en que reaccionaría de esta manera.




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