Personaje Narrador:
Durante un siglo mi vida ha sido empacar y desempacar, mi nombre es Smith Brown, gracias a quienes somos, mi familia y yo debemos mudarnos seguido. siempre trato de estar solo en mi mundo, vivo con el temor de hacerle daño a alguien y aún más si es alguien que en el fondo me importa. mi mayor pasatiempo es estar tirado sobre la cama, sin tener algo que hacer, como ahora por ejemplo...mis padres creen que podría tener amigos si lo intentara, cuando veo por la ventana a la gente normal salir, me dan ganas de hacer lo mismo, pero aún no se bien si podría controlarme del todo, por esa única razón prefiero estar encerrado en casa. mi familia y yo jamás salimos durante la luz del día, los rayos del sol nos haría mucho daño, nos convertiría en cenizas para ser mas exactos. aunque no me guste mucho decirlo, somos criaturas de la noche y como debo aparentar ser alguien normal voy al colegio nocturno.
estaba tan perdido en mis pensamientos que no sentí la presencia de mi mamá acercándose a mi habitación.
-¿ estás listo, cariño ?
- si, ya estoy por salir.
- se que es difícil para ti algunas veces, lamento que tengas que atravesar por esto todo el tiempo.
- lo se mamá, es algo necesario.
- no te olvides llevar en la mochila un par de tus Lentes de color por si acaso.
- como podría !.
Mi vida es simple y aburrida, siempre la misma rutina, es solo una noche más, necesito un cambio de vida.
La misma historia se repite, una y otra vez... caminó por los pasillos del colegio y veo cómo la gente queda observando y pensando, es algo diferente. Mi voz, mi rostro y hasta mi aroma hacen que se sientan atraídas por mí, me encantaría volver a sentir los días de sol, me encantaría volver a vivir un día más.
Iba entrando al salón de clases cuando la vi, su rostro se reflejaba entre los demás, era la única mirada normal, no podía evitar fijarme en Ella y me pude dar cuenta de lo mucho que parecía sentirse incómoda por ello, era la única persona en este maldito colegio que parecía no sentirse atraída por mí.
Trate de dialogar con ella, fui hasta su banco, tenía que confirmar si lo que pensaba era realmente cierto.
- ¡Hola !.. lamento estar mirándote tanto, me disculpo si de alguna manera te moleste.
- no te preocupes, Eres el nuevo ¿Cierto ?
- Am.. si - me miraba con poco interés y me era difícil leer su mirada.
Al pasar las horas suena la campana final y la seguí todo el camino hasta casa, por fuera era hermosa, pero por dentro parecía estar apagada. Subí hasta su habitación y detrás de las cortinas de la ventana me escondí, la veía mientras se arropaba para dormir, luego de haberse acostado Me marche ha casa.