★REVIVIENDO RECUERDOS★
Los tres días habían pasado demasiado rápidos, por lo que ya era domingo, Alessa y yo habíamos estado conversando de algunas cosas que recordamos del último año que estuvimos juntas, coincidimos en que al parecer solo nos juntábamos nosotras solas; algunas personas intentaban encajar con nosotras, pero debido a que en ese tiempo éramos muy selectivas-hablando de amistades-terminábamos rechazando a cualquier otra persona, que intentará hablarnos.
Mi teléfono suena, no tengo ni la menor idea de quién pueda llegar a ser, enciendo la pantalla. Es Alessa, preguntando si ya estoy lista para mañana. El "No" es mi respuesta inmediata, sinceramente estoy demasiado nerviosa por todo lo que puede pasar en estas dos semanas. Espero conocer aún más gente además de Alessa. A lo mejor encontramos más personas que también hayan estado aquí en años anteriores y nos hagamos amigos o conocemos gente nueva; también espero que cuidar niños no sea tan difícil, se me da bien cuidar niños, solo que nunca he cuidado de niños ajenos y me da miedo que algo pueda llegar a salir mal.
Mañana tenemos que llegar al auditorio muy temprano y yo solo cuento las horas que faltan para que de la hora en que me tengo que despertar para arreglarme e irme por fin.
Llevo encerrada en mi casa por casi un mes entero y la verdad es que ya no aguanto ni un minuto más allí dentro; me gusta estar en casa pero llega un límite de días y el mío ha llegado.
Decido comenzar a organizar mi habitación, ya que es un desastre y siempre termino agotada cuando lo hago; ese es mi único plan, acomodar, me es divertido ya que de vez en cuando encuentro dinero o uno que otro regalo, carta o dibujo que me dieron algunos amigos.
-Am, ya es hora de... Comer -dice mi madre cuando entra y ve todo el desorden que hice mientras acomodaba todo.
-De acuerdo, dame un momento y voy -le digo terminando de acomodar unos papeles que encontré en mi clóset.
-Si no tienes hambre puedes seguir organizando y ya cuando te entre el apetito me avisas y te caliento algo. -dice inspeccionando todo.
-De acuerdo, me agrada mucho más esa opción. -le digo sonriendo.
-Okay. -dice lentamente mientras cierra la puerta.
Sigo acomodando todo y encuentro algunas fotos mías de más pequeña, hasta que aparecen unas del curso de verano, lo que me parece raro es que hay algunas en donde salgo con otro niño en lugar de Alessa, trato de recordar su nombre, pero no me viene nada a la mente, sigo buscando entre las fotos y cada vez más sale el mismo chico; salgo de mi habitación con las fotos en la mano, directamente a preguntarle a mi mamá si recuerda algo sobre aquel chico.
-Oye mami, encontré estás fotos del curso de verano donde ahora trabajaré, pero me entró la curiosidad porque no recuerdo absolutamente nada de el niño que sale a mi lado. -le enseño la foto y señaló al chico.
-Aah si, creo que se llamaba... Alexander, Axel, Alexis, mmm no, Alejandro; si creo que si era Alejandro. A lo mejor y lo vuelves a encontrar por ahí este año, tu y el eran muy buenos amigos antes de que conocieras a otra chica, creo que ella también empezaba con la letra A.
-Alejandro, de casualidad ¿la otra chica no era Alessa? Es que conocí a otra chica que también iba ahí, el día de la entrevista, me pasó su Instagram de hecho.
-Ah, si justo así era, que lindo que se hayan vuelto a encontrar, tenían una amistad muy linda, según lo que me contabas.
-Oh, si. -digo volviendo a mi habitación para terminar de acomodar mi desastre.
Las horas siguen pasando ya son las seis y apenas termine de recoger todo, aún no he ido a la cocina para ver qué hizo mamá de comer, espero que sea algo que me guste. Me sirvo la sopa de letras que hay y en otro plato hecho la tinga de pollo que hizo. Esto me gusta bastante así que me sirvo dos veces más.
Terminando de comer, recojo la mesa y lavo los platos y cubiertos que use. Cuando por fin termino, me voy a mi cuarto, preparo mi pijama para tener que ponerme cuando me acabe de bañar. Me desmaquilla y me doy un baño rápido para poder salir, secarme el cabello e irme a dormir por fin, ha sido un día largo y un poco cansado; espero poder conciliar rápido el sueño y no terminar desvelada como la semana pasada.
Cuando llego a mi habitación para comenzar a alistar mi mochila con las cosas necesarias para mañana, me doy cuenta de que Alessa me está llamando. Le respondo y comenzamos a platicar.
-¿A qué hora llegarás al auditorio mañana? -pregunta ella.
-Como a las seis y media, no vivo tan lejos de ahí, entonces espero llegar aproximadamente a las 6:50 o 6:55. -menciono. -¿Por qué, tu a qué hora tenías planeado llegar?
-Uy no, yo tenía planeado llegar a las 7:00. -dice mientras comienza a reírse. Me contagia la risa ya que suelto una que otra carcajada.
La plática sigue, hasta que me doy cuenta de que ya van a dar las diez y si no me acuesto a dormir ahora, no podré hacerlo durante toda la noche.
-Oye, ya tengo que dormirme ahora, o si no lo hago mañana estaré de malas todo el día.
-De acuerdo, yo también ya me iré a dormir ahora. -suelta un bostezo, justo después de la última palabra.
-Descansa, nos vemos mañana. -le digo antes de colgar.
Ya tengo todo listo para mañana, la mochila con las cosas necesarias y la ropa y tenis que me pondré. Pongo mi celular a cargar, acomodo mis almohadas, abro las cobijas y me acuesto; tardó unos cinco minutos en cerrar los ojos, comienzo a contar para dormir más rápido y no llego ni al número cincuenta ya que por fin, me quedo dormida.