Si Elizabeth describiera la relación que tenía con su hermana pequeña, Hope, diría que, aunque tan solo tenga diez años, es una pequeña que te saca una sonrisa y que sabe apreciar buenas películas y no la basura que ahora sacan las cinematografías. Al momento en el que Hope se enteró de que Elizabeth no estaría con ella para las vacaciones, por primera vez en su corta vida, desde que tenía tres años, hizo un berrinche.
— Pero ¿porque debes que ir? Es injusto, habías prometido que esté verano veríamos todas las viejas películas de Disney y Pixar, y las promesas no se rompen, así que estás en la obligación de quedarte conmigo —dice Hope con los brazos cruzados mientras ve a su hermana mayor guardar ropa en una maleta.
—Lo sé, pero mamá ha hablado antes con ese señor sin que yo me allá enterado antes, y papá ha dicho que entre más rápido lo afronte más rápido saldrá de mi vida, así que hay que hacerlo.
—Pero nunca has ido con ellos, ¿cómo se le ocurre a mamá decir que si a eso? ¿Y si es como Scar? Seguro que toda su familia es malvada y solo quiere separarnos, y hacer que me abandones y seas hermana de esos niños que dicen ser tus hermanos.
El comentario de Hope no puedo más que sacarle una sonrisa.
—Te quiero — dice yendo a abrazarla— y nada en el mundo hará que tenga más hermanos o hermanas, a parte de la que ya tengo — besa su frente— además, ya te he soportado diez años, una hermana es más que suficiente para mí.
Si Elizabeth era una consentidora con su hermana pequeña, solo se tenían seis años de diferencias, eso causo que ella la viera como un pequeño bebé de juguete al que tenia que cuidar, claro, con la vigilancia un poco estricta de su madre. Hope siempre iría con su hermana primero para confesar un error o cualquier travesura que allá cometido, para ayudarla a calmar primero a su madre o que simplemente que le ayudara a encubrirlo, es por ello por lo que, al no tener a su cómplice o salvadora a su lado, sentía que la dejaban a la deriva.
—Solo prométeme que no importa si te agradan tus otros hermanos, yo siempre seré tu favorita, y que, sobre nada en el mundo, pero en serio, nada, verán películas todo el verano, eso es cosa nuestra, así que esta prohibido que lo hagas con nadie que no sea conmigo, o si no, yo no te daré de mis chocolates.
Al escuchar decir eso de Hope, solo causo que Elizabeth levantara las manos en forma de rendición.
—Comprendo mi pequeña comandante.
Su conversación se vio interrumpida por unos golpes en la puerta, al escuchar que la puerta era abierta, ambas hermanas se giraron hacia ella para ver que su madre se asomaba por ella con una sonrisa que ellas lo identificaban como la “sonrisa de interrupciones.”
—Hope, papá quiere que le ayudes en el porche, dice que si vas te dará diez dólares para gastar en chucherías.
Al oír eso Hope se levantó más rápido que un rayo ante las palabras de su madre para salir de la habitación e ir con su padre, dejando a Elizabeth y su madre a solas. Elizabeth hizo lo que toda adolescente enojada y coherente haría en su posición, ignorarla y seguir empacando su ropa.
—Se que estas molesta conmigo, pero creo realmente esto es bueno para ti —dice Emily, su madre.
—Creo que ya te he oído mamá.
Su madre suspira.
—No quiero que te vayas estando molesta conmigo, todo lo que hago es por tu bien, aunque tu no lo creas. —dice acercándose para tocar el hombro de su hija.
Lo único que consiguió es que su mano fuera rechazada al momento en que estuvo en su hombro, Elizabeth quito su mano moviendo su hombro de manera brusca.
—Solo se que en el momento en el que hablas con él, y te dice que quiere ser buen padre tu le crees, y termina por hacerme daño.
—Yo solo quiero…
—Mamá. — La interrumpe volteando a verla de manera seria—. En serio, sé qué crees que vendrá y se hará cargo de mí, que será buen padre, pero de verdad, siento que eres la única en esta casa que no se siente cómoda conmigo.
—¡¿Qué dices?! Eso es una locura, Elizabeth, eres mi hija y te amo — dice Emily sobresaltada.
—Solo digo que… es como si esperaras a que ese hombre llame y te diga que se hará cargo de mí, para que puedas estar solo con Nathan y Hope.
Aquellas palabras dichas por su hija hicieron que Emily se sintiera desgarrada por dentro, ¿era lo que su hija realmente pensaba de ella?
—Eso no es verdad Eli, y lo sabes —dice ya con lágrimas en los ojos.
—Haces que así se sienta cada vez que intentas forzarme a relacionarme con él —voltea para seguir echando ropa a su maleta ahora con un toque de brusquedad — necesito terminar de empacar, te agradecería que me dejaras en paz hasta que me vaya.
—Eli…
—No, mejor no vayas conmigo al aeropuerto, ya no quiero verte.
—Estás enojada, no sabes lo que dices.
—Si llego a arrepentirme de lo que he dicho te lo diré —dice Elizabeth molesta — igual se que si lo hago más tarde me perdonaras.
Tras las palabras crueles de su hija Emily salió rápidamente de la habitación. Elizabeth sabía que había sido cruel, pero realmente no quería hacerle esto fácil a su madre, y mucho menos hacérselo fácil a aquel hombre, su plan era fácil y esperaba cumplirlo de manera exitosa, al llegar sabía que tendría que conocer a la otra familia, pero después de eso no pisaría esa casa nada más que para dormir. Realmente no quería ser parte de la liberación de conciencia de otra persona, y menos hacia una persona que no se había preocupado por ella en toda su vida.
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La despedida con su hermana al día siguiente hizo de Elizabeth realmente se arrepintiera de haber acepta aquella locura, pero como había dicho su padre, entre más rápido lo haga, más rápido se acabará. Con su madre por otro lado, fue efusivo por parte de ella, pero que Elizabeth no deseaba en ese momento, es por ello por lo que al segundo en que su madre la abrazo se apartó de ella.