Un verano inesperado

∞Capítulo 2: "Intereses"∞

—¿Estás bien? —preguntó frunciendo el ceño.

Desperté de mi trance y reaccioné. 

—Sí, perdón —reí con nervios. 

—No te preocupes —rio. 

Lo miré y traté de no perderme en su mirada porque él se daría cuenta, así que opté por irme.

—Bueno, creo que debo irme —sonreí. 

—Claro, nos estamos viendo —dijo. 

Se fue y yo corrí hacia mis papás, se habían adelantado y me dejaron atrás. 

—Esta será su cabaña, en un rato volveré para darles el mapa y las actividades que se harán —dijo el señor Mario. 

—Me parece perfecto, muchas gracias —dijo mi mamá. 

El señor Mario se retiró y nosotros entramos a la cabaña.

—¿Por qué tardaste, hija? —preguntó mi papá. 

—Me distraje viendo el paisaje —sonreí.

—Te lo dijimos, serán las mejores vacaciones de tu vida —dijo mi mamá.

—Ya lo creo —sonreí. 

La cabaña estaba muy sencilla, tenía dos bases de cama de madera y su colchón, igual había un mueble con cajones para guardar la ropa y la cabaña contaba con dos ventanas. 

—¿Dónde estarán los baños? —preguntó mi mamá. 

En ese momento tocaron la puerta y mi papá abrió. 

—Buenas tardes —saludó una voz masculina muy conocida. 

Mi papá abrió más la puerta y me di cuenta de que era Paul. 

—Me llamo Paul, soy hijo del señor Mario, vengo a entregarles el mapa y las actividades que se harán —dijo. 

—Un gusto conocerte —dijo mi mamá. 

—Yo me llamo Julio, mi esposa Estela y mi hija Leila —dijo mi papá. 

Yo solo lo miraba y trataba de no sonreír, no quería parecer muy obvia. 

—Un gusto —sonrió. 

—¿Qué se hará hoy? —preguntó mi mamá. 

—En un rato comeremos en el comedor y luego tendrán todo el día para descansar, mañana comienzan las actividades —dijo Paul. 

—Muy bien, muchas gracias —dijo mi papá.

—A ustedes, me paso a retirar —dijo. 

Mis papás se despidieron y él se fue. El interés crecía más y más. 

—Hay una laguna a la que iremos —dijo mi mamá con emoción.

Mi mamá amaba las lagunas. 

—Bueno, es momento de ir al comedor, la verdad ya me dio hambre —dijo mi papá.

—Sí, igual a mí —dije. 

¿A quién engañaba? Solo quería ver a Paul, ese chico despertaba un interés en mí que no podía explicar y me resultaba difícil asimilarlo. Lo que no quería era enamorarme de él porque solo era un verano y después de eso no lo volvería a ver nunca más.




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