El día de la fiesta llegó y la cancha ya estaba lista con todas las cosas. Un día antes fuimos a montar todo y quedó muy hermoso. Pegamos pasto sintético y tratamos de hacer que se viera más como la selva, con aerosol y con otras cosas hicimos que se viera más real. Pusimos muchas palmeras y hojas de árboles en las paredes de la cancha para que se viera que estábamos ahí. Incluso mandamos a hacer una especie de cabaña que se pareciera, era de troncos y trataron de hacerla muy realista, ahí dentro pegamos por todos lados fotos de selvas, incluso imprimí unas del viaje a la selva Lacandona y las pegué ahí. Hicimos una pista para que todos bailaran, la pusimos en medio. Pusimos macetas gigantes con plantas en todo el lugar. También hicimos como un arco en la entrada de la cancha, había luces en el piso y en el arco también. También pusimos una fuente con una pequeña cascada, queríamos representar las cascadas de la selva. Y por último pusimos un set para tomar fotos, muchos querían eso. Toda la cancha estaba decorada, tratamos de cubrir todo y al final quedó muy bonito.
Todos ya estaban listos para la fiesta, unos días antes fuimos a dar la temática de la fiesta y todos se emocionaron. De alguna manera quería que estuvieran en contacto con la naturaleza y disfrutaran todo.
—Leila, en verdad te luciste con la idea, la cancha quedó perfecta —dijo Andrea con emoción.
—No podría lograrlo sin la ayuda de todos, en verdad quedó genial —sonreí.
—Ya hay que comenzar a prepararnos, en la noche nos vemos —dijo.
Nos despedimos y cada quien se fue a su casa. Habíamos ido a revisar los últimos detalles y ya nos teníamos que ir a arreglar.
Llegué a mi casa corriendo, tenía que comenzar a arreglarme porque faltaban menos de seis horas para la fiesta y no estaba preparada todavía. Me di un baño rápido y luego salí para secarme. Me puse mi ropa interior y puse el vestido en mi cama, en verdad estaba hermoso. Comencé a maquillarme, esa vez me apliqué una sombra café de distintas tonalidades, quería tomarme en serio el papel. Terminé y quedé lista del rostro. Después me planché el cabello, tardé más de veinte minutos porque mi cabello estaba largo y era tardado. Finalmente me puse el vestido y me vi en el espejo, me veía increíble.
—Leila, no se te olvi...
Mi mamá entró al cuarto y se quedó callada al verme.
—Por Dios, te ves hermosa, hija —dijo con emoción.
Sonreí.
—Muchas gracias, mamá, estoy muy nerviosa.
—Todo estará bien, disfruta esta noche, aprovecha cada segundo —dijo.
Me quedé muy extrañada por lo que me dijo, pero lo ignoré, tenía que apurarme, no quería llegar tarde.
Me puse mis sandalias y quedé totalmente lista. Me veía tan bien, no podía creer lo que veía en el espejo, me veía diferente.
El tono de llamada de mi celular me distrajo y observé que era Andrea, así que respondí.
—¡Leila! —exclamó rápidamente.
—¿Qué pasó? —pregunté.
—Me acaba de llamar la recepcionista y me acaba de decir que somos presentadoras de la fiesta, así que hay que llegar antes para que nos den las instrucciones —dijo.
—No puede ser.
—Pasaré por ti con mi papá, no hay que irnos en las bicicletas porque vamos a arruinar nuestro vestuario —dijo.
—Está bien, te espero, ya estoy lista —dije.
—Nos vemos —se despidió.
Colgamos y yo me di los últimos retoques. Me puse una diadema con un moño de color verde, eso fue la cereza del pastel y por fin quedé lista.
Los minutos pasaron y Andrea llegó con su papá, así que me despedí de mis papás y salí corriendo de la casa, no quería hacerlos esperar.
—Hola, Andrea —saludé con una sonrisa.
—Vamos, corre —dijo.
Saludé a su papá y luego condujo hacia la escuela. Mis nervios estaban hasta el cielo, sentía que pasaría algo bonito esa noche, sentía como si hubiera sorpresas para mí, que sería una gran fiesta y la disfrutaría mucho.
Llegamos a la escuela y bajamos del carro rápido, entramos a la escuela y caminamos a la cancha, ya estaban todos los de administración ahí.
—Qué bueno que llegaron rápido, perdón por eso, pero nos falló la chica que iba a presentar y pues ustedes quedaban como opción —dijo la recepcionista.
—¿Qué diremos? —pregunté.
—Ustedes van a estar encargadas de todo el evento, van a presentar cuando lleguen todos, luego presentarán al ganador del concurso de disfraces —dijo.
—¿Hay algún guion? —preguntó Andrea.
—No, tienen que improvisar, será rápido —dijo.