Un viaje de fútbol, dolor y gloria

Capítulo 45: El Destino de la Final ​El Pacto del Guerrero

Dos días después de la agónica victoria 5-4 de Colombia en cuartos de final, la euforia seguía vibrando en el ambiente. Sin embargo, mi mente estaba singularmente enfocada en el partido que se jugaría esa tarde: el cuarto de final de Brasil.

​Mi agente seguía acosándome con las condiciones del Real Madrid, cuyo jet estaba literalmente esperando en un aeropuerto cercano. Mi respuesta fue firme: "No firmo nada hasta que termine el Mundial. Y si Brasil gana, menos aún. El Real Madrid tiene que respetar mi enfoque."

​La noche anterior al partido de Lucas, tuvimos nuestra conversación más importante. La llamada no fue de celebración por mi épica victoria; fue un encuentro de guerreros a punto de enfrentarse a su destino.

​"Vi el gol, Thiago," dijo Lucas, su voz inusualmente grave. "El gol olímpico fue una locura, pero el gol del 5-4 en el minuto 97, dejando a seis hombres... Hermano, eso no es fútbol; es una declaración de inmortalidad."

​Le conté sobre la presión del Real Madrid, la cláusula y la exigencia de firmar de inmediato. "Si firmo ahora, se siente como una traición al sacrificio de mi padre y al equipo. La pureza del fútbol está en terminar el trabajo, no en el cheque."

​Lucas asintió. "Tienes razón. Si aceptas las migajas de Alves o te doblegas a la prisa del Madrid, tu magia se acaba. Eres el mediocampista más puro del mundo; que se adapten a tu horario, no al revés."

​El Desafío de Lucas

​Luego pasamos a hablar del futuro. El enfrentamiento era inevitable si ambos ganábamos.

​"Thiago," dijo Lucas, su voz bajando a un susurro. "El destino es cruel, pero también épico. Si ambos pasamos las semifinales, nos vamos a enfrentar en la Final de la Copa del Mundo."

​La posibilidad era electrizante. Yo, el chico colombiano de la cantera de El Club, impulsado por la disciplina y el honor. Él, el delantero brasileño, impulsado por el jogo bonito y la alegría. La Final sería la culminación de nuestra rivalidad y amistad forjada en la base.

​"Lucas," le dije, mi corazón latiendo con fuerza. "Será el partido de nuestras vidas. No podemos dudar. Si nos encontramos, tienes que jugar con el espíritu de El Club, y yo jugaré con la disciplina que mi padre me exigió. Te ganaré en el minuto 97 de nuevo, pero te daré la mano después."

​Lucas se rió, una risa tensa. "Yo te voy a marcar el hat-trick más rápido que jamás hayas visto, Thiago. Pero acepto el desafío. Que gane el mejor, pero que ganemos los dos para llegar allí. Yo voy a cumplir mi parte del trato."

​La llamada terminó con un pacto de honor silencioso, un compromiso de luchar hasta la muerte deportiva para encontrarnos en la cumbre.

​La Ejecución del Pacto (Cuartos de Final de Brasil)

​Esa tarde, me senté con el equipo de Colombia para ver el partido de cuartos de final de Brasil contra su potente rival europeo. La presión sobre Lucas era inmensa; él, un joven talento, estaba relegado al banquillo por la jerarquía de las viejas estrellas brasileñas.

​El partido comenzó con el rival europeo dominando. Al minuto 60, el marcador era 1-0 a favor del rival europeo. El seleccionador de Brasil no tuvo opción: necesitaban el talento puro.

​Lucas entró al campo. Su energía cambió el partido de inmediato. No jugaba solo con talento; jugaba con la motivación del pacto.

​Gol de Lucas #1 (68'): Nueve minutos después de su entrada, Lucas recibió un balón en el borde del área. Engañó a dos defensores con un dribbling rápido y lanzó un tiro potente al ángulo. ¡GOL! 1-1.

​La Celebración: Lucas no celebró con sus compañeros. Corrió hacia la cámara, se llevó el dedo al templo y luego al cielo, un claro mensaje de "cabeza fría y a por el siguiente".

​Gol de Lucas #2 (75'): El empate dio alas a Brasil. Lucas interceptó un pase en el mediocampo (un movimiento de pura disciplina) y se lanzó en un contragolpe. Con una serie de toques rápidos y preciosos (jogo bonito), desbordó al lateral y definió con una vaselina exquisita sobre el portero. ¡GOL! 2-1.

​La Celebración: Lucas señaló hacia la banda, hacia el banquillo donde se sentaban las estrellas, con un mensaje claro: el talento está aquí.

​Gol de Lucas #3 (88'): El rival, desesperado, se lanzó al ataque. Brasil defendió y Lucas, recibiendo un pase largo, se encontró solo contra el portero. El defensor lo alcanzó por detrás, pero Lucas, con la sangre fría de un depredador, lo esperó, fintó y marcó su hat-trick con un tiro suave. ¡GOL! 3-1.

​La Celebración: El estadio brasileño explotó. Lucas corrió a celebrar con su seleccionador, pero luego se detuvo y miró fijamente a la cámara, haciendo el gesto del pacto, señalando hacia el futuro.

​El partido terminó: Brasil 3, Rival Europeo 1.

​El Destino Inevitable

​La victoria de Lucas fue la confirmación. Colombia y Brasil estaban a un solo partido de encontrarse en la Final del Mundo.

​Al terminar el partido, Lucas me llamó de inmediato. "Cumplí mi parte, Thiago. ¡Tres goles! El destino es nuestro, hermano. Ahora, las semifinales."

​Mi agente me llamó justo después. "Thiago, el Real Madrid vio el partido de Lucas. El miedo a perderte es real. Aceptaron todas tus condiciones: la firma será después del Mundial, la cláusula anti-Alves está incluida, y la comisión de El Club es la que pediste."

​La victoria del honor había triunfado en todos los frentes. Había honrado a mi padre, llevado a mi país a semifinales, y ahora tenía el contrato de mis sueños en mis propios términos. El único obstáculo restante era el enfrentamiento en las semifinales.



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En el texto hay: sacrificios, fútbol, dolor y gloria

Editado: 27.11.2025

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