El principio del fin.

Tiiimnn un largo y extendido sonido por lo más profundo de mis sentimientos, una campanada extensa, un titilante delirio que se esfumaba. La visión borrosa, mis pensamientos perdidos, aturdida yacía en un suelo seco, duro y lleno de polvo, intente enderezar mi cuerpo adolorido mientras poco a poco mi visión tomaba más claridad, inclinada sobre uno de mis codos al estar casi sentada sentí un dolor punzante y penetrante que carcomió la parte baja de mi espalda como la braza de un fogón, con horror descubrí que mis piernas no respondían a mis pensamientos, deje caer mi cuerpo nuevamente; ahí estaba dentro de aquel traje color azul claro, sola y mortecina, tan solo quise dejar mi mirada puesta allá en el Zenit siendo testigua de la belleza de lo desconocido, tres gigantes luces, estrellas o planetas, delirio o realidad. La sensación más abrumadora y extasiada de mi vida la tuve ahí en ese desconocido lugar, mientras el alma se desligaba de mi cuerpo postrado en lo llano, reverberaba la soledad, el miedo, luego felicidad y tranquilidad, ese último sentimiento de seguro que fue resignación más que tranquilidad, pero así fue como sucedió y como todo poco a poco llegaba a su fin. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido un cucharada de esos imperiosos sentimientos, mas yo obtuve una acuciante conjugación del todo y del nada, una paradoja; Luego silencio....