Insurgencia.

El Angelus, el más evolucionado, el de centenares de uniones era a su vez el primogénito de Bulpro, el Sotriano más longevo quien había logrado escapar del azar, el de mayor suerte o eso era lo que se creía, había también bloqueado el control que Bulpro tenía sobre el, devoraba los Cugüite Sadorio abismalmente, sus Borpos eran fuertes y poderosos mismos de los que obtenía mucha energía y mística dando así a los demás Sotrianos la extasiosa necesidad de ir donde fuere que el estuviera escondido con el fin de entregarse al enlace y la Unión con el. Por sus acciones descontroladas no paso mucho tiempo hasta que el alimento flaqueaba y los Sotrianos desaparecían en uno solo, milenios unidos, sensaciones, vivencias, conocimiento, poder; el Angelus prácticamente gobernaba, solo quedábamos unos pocos agrupados y desesperados bajo la sombra protectora de nuestro líder Bulpro, sabíamos que el día de el fin se aproximaba y yo temía en mis adentros que nuestro creador pensara igual, un día de tantos el me pidió unirme con mis otros hermanos, daba la aprobación y la orden de acatamiento inmediato, frente a mi habían cien Sotrianos con los cuales fui enlazándome uno a uno, en cada enlace y posterior unión sentía la angustia, el dolor, la desesperación, una poca de esperanza y fe de supervivencia; al finalizar mi cuerpo se observaba como un prisma, todas aquellas líneas multicolores sobre mi de cada uno de ellos, un poder grandioso pero inquietante a la vez. Al termino de las uniones Bulpro me observo por unos segundos, de repente un destello de luz cegó mi línea óptica, su pecho se había abierto de par en par, su composición como la conocía empezó a deformarse, las capas de su pecho fueron envolviendo su forma hasta llegar a ser solo una masa brillante, floto hasta mi y me envolvió, se fue extendido por todo mi cuerpo mientras se diluía, sentí como se comunicaba con migo una fuerza descomunal, cambie de colores y formas en fracciones de milésimas de segundos, mientras escuchaba una voz en mi interior que repetía una y otra vez: Tu eres el Ser, la conciencia, el poder, la justicia, la fe, ahora somos uno, eres el tiempo, el vacío, la energía, el movimiento, eres todos y seremos nada si así lo decides, luego hubo una pausa y escuche debes saber ahora que fuiste mi segunda creación, en ti guarde mucho poder, recurrentemente borraba tu memoria sin que te dieras cuenta, te deje enlazar innumerables ocasiones con la fe de que serias el ser redentor si algún día algo salía mal, desfragmentaba tu poder tan sólo para no verte fallar como mi primer creación lo hizo, el Angelus; Ser, este día debía llegar hace mucho tiempo atrás y mucho tiempo después, es el ahora el que te llevará donde debamos estar.