Un zorro para un lobo.

Capitulo 10

 

la culpa se la iba a terminar tragando.

Miéntele a cualquiera y con el tiempo te perdonara, miénteme a mí y dudare de ti toda mi vida.

-Astra-

El mundo se había paralizado ¿Dónde demonios estaban? No importaba realmente. Lo único que importaba eran los labios de su alfa en su cuello marcándola como suya, sentía los dientes raspar la superficie y luego hundirse unos cuantos centímetros, su posesividad sobre su piel hacía que se estremeciera.

 

—¡Dios! Orión— Ese grito penetro hasta el fondo del Alfa haciéndolo gruñir.

 

Orión abrió con agilidad la puerta de su casa, sus instintos no se equivocaban nunca, quería llevarla a hogar , aún sin ver nada el aroma de su Omega lo guiaba hasta su nido, ella había estado allí y algo dentro de el gruño con satisfacción dándose cuenta por unos minutos de lo que lo rodeaba, su Omega había decorado todo a su alrededor como el primer nido que hizo para él. 

 

Astra inflo su pecho con felicidad y orgullo.

 

Las cortinas blancas ahora eran acompañadas por rojas mas oscuras, cojines cubiertos de seda negra y rojos de gamuza llenaban los espacios alrededor de su cama, había varias prendas de el cerca y un resto de almizcle activo, su Omega había estado allí impregnando su olor en cada tela, satisfaciéndose a si misma pensando en él.

 

—Haz sido una zorra muy descarada, tocándote mientras yo no estaba— La sostuvo del cuello fuertemente, observando sus mejillas colorarse de la presión— Solo por eso voy ha castigarte— Su voz iba cargada de una agresividad mortal.

 

Phoebe sintió como la aventaba contra la cama y como su culo reboto dolorosamente contra esta, su cuello resentía el apretón pero ella lo ofreció para él con una sonrisa de suficiencia ¿Crees que eso me va a romper? insinuaban sus actos.

 

el mayor la tomo del cuello con más fuerzas, sus gruesos dedos iban a dejar una deliciosa marca que ella podría presumir luego, se trepo sobre ella colándose entre sus piernas abriéndolas con propiedad.

 

—Castígame Alfa—grazno con desafío y un toque de burla, no sabía en lo que se estaba metiendo.

 

¿Estaba suplicándole? ¿Provocándolo? No lo sabía con exactitud el mayor pero algo dentro de el hizo un click glorioso.

 

Las garras de Astra se hicieron presentes y las deslizo por el cuello hasta su escote dejando un enorme rasmillón, ardía pero contrario al disgusto que debió tener el ardor se mezclo con un delicioso placer. ¡Crash! y todo lo que tenía en su parte superior estaba hecho pedazos en segundos.

 

Astra veía las pequeñas gotas de sangre que provocaron sus garras disfrutándolas olía a puta gloria la sangre de su presa.

 

Sus pezones estaban allí pidiendo ser torturados, rosados, hinchados tan jodidamente necesitados. El mayor los tomo entre sus dedos; tirando. Phoebe cerro sus ojos arqueando su espalda, su coño palpitaba y la bruma la estaba haciendo desesperarse veía pequeños puntos blancos y negros cada tanto del deseo.

 

—Deberías ser mas cuidadosa con lo que pides— entonces le rozo con su garra el borde de este, rompiéndolo un poco y luego poniendo su boca alrededor chupando la pequeña gota de sangre. Era deliciosa, su sangre era malditamente deliciosa. ¿Cómo podría resistirse ahora a no hacerla sangrar para él? La respuesta estaba allí no lo haría, no iba a resistirse.

 

Si tenía que drenarla lo haría, la haría pedacitos.

 

—¡Ah! Du-duele— y no mentía pero eso mismo la estaba excitando de sobre manera ¿Estaba todo bien en su cabeza? Por que le gustaba eso ¿Por que quería que el Alfa la desgarrara mas? 

—Más—

 

Orión se carcajeo, era un sonido profundo y lleno de satisfacción.

 

Ella quería aceptar todo su infierno y eso lo lleno por completo hasta sentir su bolas azules.

 

—Eres una zorra Phoebe ¿Qué voy ha hacer con alguien tan insaciable?— Su voz se cargo de burla pero el sabia exactamente que necesitaba su Omega, descendió sus besos hasta toparse con el borde de esos pequeños pantaloncillos que retenían sus tremendas curvas y su relleno culo, tiro de ellos hasta romperlos con sus garras. Una pena.

 

El jalón le había dolido al despegarse la tela que le cubría pero contrario a quejarse soltó un gimoteo ansioso. Estaba ansiosa por más.

 

—Estabas por la calle sin ropa interior Phoebe— azoto su clítoris con la palma cerrada haciéndola gritar y arquearse —¿Estabas esperando a que llegara? Querías que tu Alfa te encontrara lista pequeña zorra—

 

—En realidad— hizo un puchero —Quería que alguien me aliviara— Maldita-sea que quería provocarlo y cuando vio sus ojos casi completamente negros sintió la satisfacción de hacerlo enojar.

 

Una oleada de celos recorrió al Alfa ¿Qué mierda como se atrevía? —Te enseñare quien es tu dueño pequeña puta— La volteo de un tiro dejando su culo expuesto ante el, tomo uno de los cojines metiéndolo debajo de ella, levantando su trasero para él.

 

Era una vista maravillosa y tal vez en otro momento hubiera apreciado más el contorno redondo de su precioso y lechoso culo. Pero ahora solo podía pensar en lo bien que este se vería con sus manos marcadas.

 

Phoebe mordía su labio conteniendo el grito, la había llamado puta y eso la había puesto al limite de correrse, quería más de eso.

 

—No soy de nadie— Su culo ardió.

 

Introdujo sus dedos dentro de ella de golpe y la azoto con su otra mano —Eres mi puta, dilo zorrita— la azoto y movió sus dedos de la manera en que a ella le gustaba sus jugos estaban por toda su mano el olor a almizcle lo estaba matando lentamente, volvió a azotar viendo su linda piel lechosa tornarse de una granada deleitante.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.