Ahí estaba él tan tranquilo como siempre, observando la academia desde su balcón, y ahí estaba yo, mirándolo desde el otro lado del cuarto, ¿Por qué es qué somos tan diferentes?, él es tan atractivo y popular mientras que yo, bueno yo solo soy, la que lo sigue en silencio.
– ¿En qué piensas? – me pregunta desde el balcón sin mirarme
– En tonterías supongo – le contesto mostrando indiferencia, él me vio de reojo pude notarlo, siempre notó lo que hace
– ¿Quieres ir a comer algo? – me pregunta mientras toma su chaqueta, sabe lo que yo le diré jamás me niego a nada de lo que me pide, así que tan solo me levanto y camino a su lado mientras que él sale del cuarto.
– Caminando por los pasillos puedo sentir las miradas de odio que ellas me mandan, y escucho como sus amigos lo saludan ignorándome por completo, soy como una sombra de la cual ninguno se percata.
– ¡Carlos! – se le escucha desde el final del pasillo, es ella, la chica más hermosa, popular, delgada y en mi opinión estúpida, pero aun así afortunada, porque ella puede tenerlo y amarlo, ella es su novia mientras que yo soy su sombra – mi amor te he estado buscando por horas
– Hola linda – le dice él con una sonrisa mientras que ella lo abraza con fuerza – ¿ya saludaste a Clara? – la chica se le separa, al fin, y lo toma de la mano mientras que me mira con una sonrisa falsa, ¿Por qué le pide que me salude?, mi vida sería muy fácil sin tener que fingir simpatía por ella.
– Hola Clarita no te vi – dijo ella con ese tono de voz amable, ese mismo que usó para amenazarme algunos días atrás, para que me alejara de él, pero no lo haré, nunca, aunque muera en el intento
– ¿A dónde ibas amor? – le dice ella otra vez ignorándome
– Clara y yo íbamos a comer unos tacos – dijo él con ese tono amoroso que jamás me ha dirigido, mientras que sonríe con esa blanca dentadura que me vuelve loca, mientras que yo ruego que no la invite – ¿quieres acompañarnos? – “demonios” digo en mi mente
– No, son demasiadas calorías – responde ella con ese tono de asco que él me ha dicho que detesta
– Bueno entonces iré con Clara – dice él y después le da un beso, mientras que yo deseo salir de ahí
Después de ese beso, ella me mira con superioridad mientras que él sonríe – nos vemos al rato para ir a la fiesta princesa – le dice él mientras que yo sentía como un dolor se apropiaba de mi alma, ella lo vuelve a besar, yo me volteo para otro lado, siento las miradas alrededor, todos nos observan, o más bien los observan a ellos, la pareja perfecta de la academia.
– Tengo que irme ya – dice ella después de besarlo una vez más y dirigirme una mirada altanera
– Si Paulina – dice él con ese tono enamorado con el que habla con ella, el cual he comenzado a odiar, se aclara su garganta y me mira distraído – vamos Clara tengo hambre
Llegamos a la taquería de enfrente de la escuela, él elige una mesa mientras saluda al taquero, una vez más siendo amable con todos, se sienta y ordena por los dos, siempre comemos lo mismo.
– ¿Segura que no quieres ir a la fiesta de David? – me pregunta mientras que yo tomo asiento – puedo hacer que te invité, seguro fue un error que no lo hiciera desde el comienzo – “si claro fue error”, pienso mientras le sonrío y niego con la cabeza
– No, además tengo planes esta noche – miento para no preocuparlo
– Mientes – me dice mientras me da mi orden de tacos, me conoce tan bien que a veces me asusta – solo no quieres estar rodeada de gente
– Sabes que odio a la gente – le dije mientras le daba la primera mordida a su taco
– No puedes odiar a la gente, tú eres gente – se burla con usando un tono de sabelotodo – debes dejar esa timidez Clara me preocupas – agrega en forma de reproche – me preocupas – lo miro con esperanza “le preocupó” pienso y una sonrisa boba se me dibuja en el rostro – ¿cómo vas a conseguir un novio si sigues así? – mi sonrisa se borra y me dan ganas llorar pero me aguanto y finjo molestia mientras le doy un golpe en el brazo
– Tonto – le digo con enojo
Platicamos un buen rato, él es el único que logra hacerme hablar más de una hora sobre tonterías.
– Ya viste el episodio nuevo de… – guarda silencio de repente y yo me extrañó un poco y lo miro confundida mientras que él se levanta de la silla – Creí que nos veríamos hasta la fiesta hermano – le dice a un chico, que lo saluda con una especie de saludo secreto, eso explica porque se calló de repente, si alguien se enterara de que le gusta el anime seguramente lo tacharían de raro como a mí.