Una Asesina Dentro De Ella

Capítulo 10

Caro

  Carajo.

  Tengo que explicárselo ahora.

  - No soy médium, estúpido -respondo a la defensiva.

  - Y entonces, ¿por qué él te llamaba médium? -pregunta J todavía estupefacto.

  No se lo voy a decir porque él no me cuenta que le pasa.

  No, demostrá que sos mejor que él.

  Maldición, va a matarme por más de que no es un secreto.

  Después tenés que contárselo a los demás.

  Después de unos segundos de pensar, decido hablar.

  - Puede que sea médium.

  Abre más los ojos (si eso es posible).

  Luego de balbuceos sin sentido logra pronunciar una palabra.

  - ¿Qué?

  - No se lo digas a...

  No termino porque veo movimiento a mi izquierda. Dirijo la mirada al lugar de donde procedió el movimiento y veo a Aíne saludándome con una sonrisa junto a un perro laika de siberia occidental (búsquenlo en Google, parece un lobo).

  - ¡Encontré a mi viejo perro! -exclama entusiasmada

  Le correspondo al sonrisa y asiento levemente.

  - ¿Puedo quedarme acá a escucharlos? -pregunta.

  Asiento y vuelvo mi mirada a Jason quien esta con una cara horrorizada tratando de ver qué carajos estaba viendo yo. Me mira.

  - ¿Qué demonios mirabas? -interroga.

  - No lo entenderías.

  Hubiera quedado mejor si tuviera un cigarrillo y hubiera hecho la pose del guasón.

  - Quiero que me cuentes todo sobre esto -exige después de haber procesado ligeramente las cosas.

   ¿Qué? osea, ¿esquiusmi? ¿Quién te crees mi amigo? ¿La reina Isabel II?

  Lo miro incrédulamente y lanzo una carcajada. Una vez que ya estoy mas calmada (segundos después), le dedico una mirada asesina.

  - Y yo quiero que te calles y sin embargo no lo digo.

  Frunce las cejas- ¿Qué te pasa? ¿Por qué actuás así conmigo?

  - ¿Y lo preguntás? -contraataco con tono de burla. Él alza las cejas- Te recuerdo que todavía no me dijiste por qué carajos no usás tus habilidades.

  - ¿No se había arreglado eso en el entrenamiento de esta mañana? -pregunta como si le hubieran dicho que 2+2 era 7.

  ¿Really, nigga?

  - ¿Qué estúpido dió a entender eso? -pregunto a la defensiva- Y no fue un entrenamiento, fue una pelea.

  Suspira y baja la mirada.

  - Caro, yo -trata de hablar pero lo interrumpo con la mandíbula apretada reprimiendo las ganas de matarlo.

  - No. Ya te dije que no quiero escuchar tus estúpidas disculpas. Lo único que me interesa es saber la verdad. Como ya dije, si no planeas contarme tu verdad, olvidate del nosotros.

  Aprieta la mandíbula ¿Enojándose? él no debería ser el enojado acá.

  - Como quieras. Ya no hay nosotros entonces.

  - Eso...¿debería dolerme? -sonrío con indiferencia- ¿Enojado? ¿Por qué? No deberías estar enojado, Mayerwood. No tenés por qué después de todo. Yo soy a quien estafaron y vos sos el estafador, eso es claro.

    Parece que se olvidó que soy su gemela y que sé absolutamente todo sobre él porque trata de ocultar la tristeza que pasa por sus ojos cuando lo llamo Mayerwood.

  - ¿Por qué estás tan enojada conmigo?

  No respondo y me le quedo mirando enojada.

  - Yo también puedo guardarme algunas -trata de hablar pero no pienso permitirlo.

  - No me vengas con esa estupidez, aplicaría en este caso si yo te ocultara algo, pero no lo hago, ¿cierto? -espero su respuesta pero lo único que hace es bajar la cabeza todavía enojado- El día en que lo haga, el día en que te oculte algo, va a ser justo para ambos. Ah, cierto, te oculté lo de ser médium porque soy rencorosa y decidí que iba a empezar a ocultarte cosas por venganza. Estábamos a mano hasta hace 5 minutos que te lo confesé todo. Te toca, ¿por qué carajos no usás tus habilidades?

  Me mira por unos segundos antes de apartar la mirada ignorándome totalmente. No pienso permitir sus estúpidos actos de idiota. No conmigo.

  Río falsamente- Ah, para discutirme y reclamarme tengo toda tu atención, pero para admitir errores sos oídos sordos hacia mí.

  Veo que abre la boca para decir algo pero la cierra sin mencionar palabra.

  - Já, no tenés nada que reclamar -me burlo.

  - No fue mi intención ocultártelo, juro que te lo iba a decir -

  - ¿Y por qué no lo hiciste? Con qué me vas a venir, ¿lo hiciste por mi bien? Cuanto mal te hice yo entonces, al contarte absolutamente todo.  

  Me mira con la mandíbula apretada- ¿Para qué hacer un escándalo acá? Cuando volvamos al hotel vamos a pelear como se debe hasta que uno de nosotros se rinda. ¿Hecho?

  Sonrío desafiante- Estoy de acuerdo. Que esté Lochlann, así evita cualquier cosa que pueda pasar como lo de esta mañana -mi sonrisa vacila y J trata de acariciarme el brazo a modo de apoyo pero la alejo de un manotazo-. No quiero tu lástima -aviso ya sin sonrisa-, y lo que pasa en el gimnasio, se queda en el gimnasio.

  Él recupera su firmeza y me da la mano. La miro, ruedo los ojos y la acepto.

  - Trato -afirma.

  - Trato. 

  Suelto su mano rápidamente y me apoyo en la pared detrás mío cruzando los brazos. Segundos después Declan hace lo mismo que yo estando todavía a mi lado, solo que menos enojado.

  - ¿Y este idiota quién se cree? -masculla para que solo yo lo escuche y creo que sí sirvió.

  - Já, no tengo idea.

  - No pude evitar escuchar que van a necesitar a Lochlann. Perdón por eso.

  Sonrío- No pasa nada. Y sí, vamos a necesitarlo.

  - ¿Querés que le diga que lo llamás? -se ofrece.

  - Si no te molesta...

  Se ríe y se incorpora yendo hacia Lochlann para susurrarle algo a lo que él asiente y viene hacia mí con una sonrisa de labios cerrados en su cara.

  Cuando llega a mi lado me sonríe mostrando los dientes, en una sonrisa exagerada. Antes de hablar, deja de sonreír.



#10037 en Fantasía
#3953 en Personajes sobrenaturales
#5855 en Thriller
#3330 en Misterio

En el texto hay: vampiros, licantropos, druidas

Editado: 18.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.