Una asistente para navidad

Capítulo 4

Tim esperaba a Daniela en su auto, la seguridad los separó para poder sacarlos del lugar, la cantidad de gente y periodistas que se aglomeraron a las afueras del almacén se multiplicó tras la repentina y falsa noticia de que Tim Van Loo tenía una nueva novia a solo una semana de su ruptura que la supermodelo. No pudo acercarse a ella por la locura de Daniela. Su agente no dejaba de llamarlo. Por fin atendió.

—Vete, llegaré con tu nueva novia en unos minutos, hay mucha gente —dijo Sandino.

—No, no es mi novia, que está loca, Sandino, tienes que arreglar esto…

—Nadie te juzgará Tim, no tienes nada de que avergonzarte, uno se puede enamorar así de rápido, nos vemos en tu casa.

—¡Que no! Pásamela, déjame despedirla —gritó al teléfono, pero ya él había colgado.

Lanzó el teléfono frustrado contra un asiento, arruinaría los contratos publicitarios en común con Adela, ni hablar de que hacía más lejana la posibilidad de recuperarla. Dio la orden a su chofer y avanzaron. Sus nervios estaban a punto de colapsar cuando por fin entro Sandino con Daniela por la puerta de su Penthouse, ella no dejaba de sonreír y Sandino se veía satisfecho.

—¡Estás despedida! —gritó Tim al verla. Estaba furioso, sus ojos verdes estaban de color amarillo y resoplaba por la nariz. Daniela abrió los ojos exageradamente negando.

—No puedes despedirla, tu imagen está por los cielos, la gente la adora, la gente está feliz de que tengas una nueva novia, Alex está muy contento con la exclusiva, se dio a las puertas de uno de sus almacenes, te adoran, doblarán la cifra y ofrecerán algo a Daniela también.

—Tengo Agente —gritó Daniela mostrándole los dientes mientras sonreía y brincaba señalando a Sandino, quien se encogió de hombros.

—La quieren de modelo, no me voy a negar a representarla, no será un dos por uno, ¡Eh! Cobraré por separado —aclaró divertido.

—No, no es mi novia, es mi asistente, bueno, ya no. Está despedida —insistió Tim.

—No, estás alterado, deja todo en mis manos, como siempre. Y en manos de Daniela, que ha demostrado ser un genio, necesitas gente así a tu lado, ¡Eh! Siempre te lo he dicho.

—No, no seguiré adelante con esta mentira —dijo convencido.

—Sí, lo harás, ahora mismo hay una puja entre varias cadenas de televisión por tener la exclusiva de ustedes dos como pareja haciendo las compras navideñas para decorar esta casa —explicó Sandino.

Tim lo miró desafiante.

—Ya tengo unas ideas para cambiarle la cara a esta triste, patética y lúgubre casa —dijo Daniela cruzando los brazos sobre su pecho mientras miraba todo a su alrededor.

—No, nada de eso, contrataremos a un experto que les dirá que comprar y como decorar, ¡Eh! Déjalo en mis manos, todo será falso.

—Como nuestra relación, me encanta —gritó Daniela dando brincos frente a ellos.

—¡Exacto! —dijo Sandino sonriendo.

—No haré eso Sandino. No hagas que te despida a ti también —dijo firme.

—Por fortuna, conmigo tienes un contrato que no puedes romper así nada más, solo por Navidad, en enero aclaras todo si quieres. ¡Vamos!

No, me niego. Es mi última palabra —declaró Tim alzando la voz.

Sonó su teléfono, Sandino lo urgió a atenderlo, Tim lo tomó en sus manos, dudaba, pero al ver quién llamaba, sus ojos se iluminaron y decidió atender: era Adela. Corrió a encerrarse en su habitación para hablar.

—Adela, yo…

—Tim, lo siento mucho, no debí dejarte, creo que cometí un error, verte así con esa chica, creo que estoy celosa, necesito tiempo para procesarlo, creo que aún podría amarte… Yo… No lo sé.

—Adela, yo te amo, te quiero de vuelta en mi vida, esa chica, ella no es mi novia, es solo mi asistente, es decir, lo era, ya la despedí. Está loca.

—¿Qué? ¿En serio? ¡Oh Tim!, pero justo ahora los medios creen esa historia, la adoran, no quiero ser la tercera en discordia, démonos un tiempo ¿Te parece?

—Claro, diré que terminé con ella ya mismo.

—No, que sea más natural, oh Tim, me preocupa mi imagen, no quiero parecer una insensible rompe hogares.

—Será como digas —colgó.

Tim se sintió eufórico, brinco imitando a Daniela, contuvo, los gritó de felicidad, después de todo, la locura de su arribista asistente había funcionado para recuperar al amor de su vida. Trató de contener sus emociones, salió a su sala de estar, Daniela posaba por toda su casa, buscando la mejor luz para su perfil, Sandino hablaba por teléfono entretenido, los dos se detuvieron al verlo, Sandino colgó su llamada y Daniela se paró frente a él, expectante.

—He decidido que… Bueno, no te puedo despedir tan rápido, no tengo como reemplazarte ya —dijo a Daniela, fingiendo incomodidad. La mujer afirmó sonriendo.

—Excelente decisión —dijo Sandino —, ganó Fox Sport, te caerás para atrás con la cifra que conseguí.

Tim afirmó.

—Bien, tendremos que hacerlo, al menos hasta Navidad, para año nuevo, ya quisiera que esto estuviera aclarado —dijo fingiendo seriedad.



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Editado: 14.12.2021

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