Diálogos
(Pensamientos/Acciones)
Amber - ¡Date prisa Eula, ya casi llegamos!
Eula - ¡Oigan ustedes dos!, ¡Uno diríjase a la catedral y llamen a Barbara para curar a este chico!, ¡Otro vaya a la sede de los caballeros y dígale a la gran maestra intendente que prepare una celda en el calabozo!
Guardias – Tch... Si señora.
Amber – Oye Eula eso de llevarlo al calabozo es demasiado deberíamos concentrarnos en sanarlo primero.
Eula – Amber la única razón por la que acepte ayudarte fue porque sería más peligroso dejarlo allá afuera sin ningún tipo de supervisión. Quien sabe cuáles son sus intenciones, debemos llegar rápido a la sede no sabemos cuándo despertara, si es que despierta claro.
(Amber solo mostro una cara de molestia por lo que dijo su amiga).
Guardia - ¡Gran maestra intendente!, ¡Gran maestra intendente! (Se veía a un guardia irrumpir en la oficina donde se encontraría la líder de toda Mondstadt).
¿? ¿? – Ahora mismo está atendiendo asuntos importantes fuera de la ciudad. Dime que pasa.
Guardia – ¡Capitán Kaeya!, ahora mismo Amber y la chica Lawrence están trayendo a un chico a la sede, nos ordenaron avisar el preparamiento de un celda en el calabozo.
Kaeya - ¿Por qué quieren encerrar a un chico en el calabozo?
Guardia – No lo sé señor no nos dieron muchas explicaciones.
Kaeya – mmm… ya veo ¡Dirígete inmediatamente a Levantaviento e infórmale de esto a la gran maestra intendente!
Guardia – Si señor.
Guardia – ¡Señorita Bárbara!, ¡Señorita Bárbara! (Se podía ver a un guardia con el aliento de fuera llegando rápidamente al interior de la catedral).
Bárbara – ¡¿Qué pasa?!
Guardia - ¡Amber y su amiga solicitaron urgentemente su presencia para sanar a un chico en el calabozo de la sede de los caballeros de Favonius!
Bárbara - ¿En el calabozo?, ¿Por qué no lo trajeron directamente a la catedral?
Guardia – No lo sé señorita diaconisa, ellas no nos explicaron nada más de lo que le dije.
Bárbara – Ya veo… iré enseguida.
Guardia – ¡Me retiro y vuelvo a mi puesto! (dijo mientras hacia un saludo militar).
¿? ¿? – Iré contigo Bárbara.
Bárbara – Muchas gracias Rosaria, mientras más personas ayudemos mejor.
Rosaria - Esta podría ser una situación más preocupante lo que parece…
(Amber y Eula habían llegado a una celda dentro del calabozo de la sede de los caballeros de Favonius cuando fueron recibidas por una mujer con signos de aburrimiento).
¿? ¿? – Las estaba esperando no podía esperar a ver quién era nuestro querido invitado especial.
Amber - ¡Lisa por favor ayúdanos a poner a T/N sobre la cama!
Lisa – ¿T/N?... un nombre bastante… curioso.
(Después de que Amber y Eula pusieran a T/N sobre una cama, Lisa empezó a observar con detalle a aquel chico inerte).
Lisa – Sus ropas son muy extrañas además de que no parece ser de aquí. ¿Y qué es esto? (Dijo con extrañes mientras sacaba un rectángulo negro junto con lo que parecía un cuadrado conectado a un cable de los bolsillos de T/N).
Eula – Deberíamos destruirlo no sabemos quién es, que es lo que trae o que es lo que quiere en Mondstadt.
Amber – ¡Ya basta Eula!, suficiente tiene con haber recibido ese corte en el torso además de que lo encadenaras a la cama como para que tú le quieras quitar sus cosas.
Eula – Nunca se es demasiado precavida Amber.
Lisa – Esperen un momento, ¿dicen que esta cicatriz que cubre todo el torso es por un corte reciente?
(Amber y Eula procedieron a tratar de explicarle a Lisa el cómo esto había terminado así).
Lisa – En todos mis años de vida… jamás había oído de un caso similar, dicen que una corriente de energía Anemo, pero… el no porta ninguna visión.
Kaeya – mmm… parece que nuestro invitado podría ser más interesante de lo que esperaba.
Eula - ¡Eso es imposible!, Amber y yo pudimos ver la energía Anem-.
Bárbara – ¡Perdón por tardar tanto!
Amber - ¡Bárbara!, por favor sana a T/N.
Bárbara – ¡Si!, déjalo en mis manos (Mientras Bárbara trataba a T/N, Amber les explicaba todo lo que había ocurrido hasta el momento).