-Muy bien Alan, vamos a vengarnos de esas bolitas eléctricas. No sé como rayos pudiste conseguir más miembros en el equipo, pero es bueno para nuestra venganza.
Después de decir algunas cosas, Alicia empezó a reír malignamente.
Desde que despertó, por alguna razón, ella quiere acabar con las bolitas eléctricas.
Estamos de camino para dirigirnos hacia donde están las bolitas eléctricas.
-Sí, mataremos como mínimo a tres hoy, pero ni se te ocurra pegarle a una. Eres demasiado débil, te quedaste inconsciente después de pegarle a una con tu bastón sagrado.
Ahora que lo pienso, ¿No trató muy mal su bastón que ella denomina sagrado? ¿Es realmente sagrado?
Alicia me habló confundida:
-¿Yo…? ¿Débil…? Sabes, tengo una alta resistencia física y mágica. La razón por la que haya quedado inconsciente esa vez fue porque le pegue a una de las bolas con mi bastón. El bastón potencia los ataques mágicos, así que era de esperarse que me terminara afectando a mi el ataque mágico eléctrico de la bola cuando lo tocaba con mi bastón.
Entonces esa era la razón por la que se desmayó… no, espera un momento, ¿Qué es esto? ¿Ese bastón es tan fuerte?
-Oye, Alicia, ¿Cómo cuanto costaría ese bastón si lo vendiéramos?
-¿Esto? Creo que valdría como 5 millones de milieraldas.
Esa es una cantidad demasiado exagerada. Supongo que esta mintiendo sobre lo del bastón.
Yo, que era inteligente y podía deducir fácilmente que estaba mintiendo en el precio, me quede en silencio, en cambio el que habló fue…
-Oh, oh, ¿5 millones? ¿Dijiste 5 millones? Con ese dinero podría vivir durante un año sin trabajar. Además, seguramente las chicas lindas se acercaran a mi… Alicia… ese bastón…
Marcelo dijo eso mientras miraba el bastón como si fuera un tesoro.
-¡Ni creas que te dejare este bastón! Jamás voy a darte el bastón, ni te lo voy a prestar, así que no insistas.
-No me digas esas palabras tan crueles. Si vas a ser así, por lo menos discúlpate casándote conmigo.
-¿Por qué me casaría con un aciano como tu?
Lifria le habló a Marcelo que seguía mirando el bastón.
-¡Marcel, por favor, no molestes a Alicia!
Por alguna razón, sentí que Lifria era como la mamá de Marcelo.
Que una chica más joven que tu se vea como tu madre… definitivamente hay un problema con este viejo.
Ahora que lo pienso, ha estado hablando sobre tener chicas jóvenes desde ya hace un buen rato, ¿No debería de estar tras las rejas? ¿Cuánto a tenido que soportar la pobre Lifria?
Después de caminar un poco, volvimos con el enemigo natural de Alicia, las bolitas eléctricas.
De nuevo, en estas llanuras, las bolitas flotaban alegremente sin preocuparse.
En ese momento desenvaine mi espada.
-¡Muy bien! Alicia, tu te encargaras de apoyarnos, Marcelo, tu eliminaras a las bolitas desde atrás junto con Lifria y yo los eliminare como la vanguardia, ¿entendido?
-¡Entendido! X3
En ese momento miré la empuñadura de mi espada.
No estaba mi nombre.
Ahora que lo recuerdo, en la empuñadura debería de estar mi nombre una vez se lo susurre a la empuñadura, ¿No le he susurrado? ¿Cómo se me pudo olvidar algo tan importante?
Justo cuando iba a susurrarle, escuché la voz de Lifria en mis oídos.
-Ya sabia que las mataban, pero no quisiera hacerlo… se ven tan lindos, quisiera tocarlos.
-¡No los toques! X2
Dije yo y Alicia al mismo tiempo.
-¿A-Ah..? E-Esta bien…
En ese momento, mire como Lifria tomo una de sus flechas y estiro la cuerda de su arco con la flecha, preparándose para soltar la flecha y matar a una de las bolas.
Con una postura completamente recta, se podía apreciar fácilmente que su tiro era increíblemente potente.
Los elfos utilizan no solo el entrenamiento cuando van a usar un arco, sino que usan el mana de los alrededores y de su cuerpo para que la calidad de sus disparos sea excepcional.
Los elfos, los mejores arqueros del mundo, cualquier grupo de aventureros con un arquero elfo seria sin duda envidiado.
El aire comenzó a temblar al ver a Lifria como estiraba la cuerda firmemente.
¡Eso sin duda será algo realmente increíble!
Y mirando una escena digna de una historia, miré como Lifria soltó la flecha, que salió disparada muy rápida.
El aire alrededor de la flecha se junto por su rapidez, creando una onda que hizo que el césped cercano se inclinara y una brisa nos pego a todos en el grupo.
La flecha, como un rayo, salió disparada a la nada.
Chocó contra una roca gigante, que luego se agrieto y se partió en dos.
-¡E-Eso fue increíble! Lifria, ¿Cuántos monstruos mataste? ¿Cuántos?
Sin duda, dispararle a una roca que esta muy lejos de nosotros en un campo lleno de bolitas eléctricas terminara con la muerte de varias de estas.
-…
Ella no me contestó, el que me contesto fue el viejo obsesionado con las chicas.
-Perdón por no habértelo dicho antes, pero Lifria es muy mala cuando se trata de puntería. Usualmente no logra acertar ningún blanco.
Mire con preocupación a Lifria, pero ella solo desvió la vista.
Oye, ¿Qué esta pasando?
-Hey, Lifria, eso es una broma, ¿verdad? Alguien como tu no puede ser tan inútil, ¿verdad?
En ese momento…
-¡L-Lo siento mucho! ¡No debí mentirte, ya que eres el líder del grupo!
… Entiendo… ella es peso muerto en este equipo.
Marcelo me continuo hablando:
-Yo tampoco soy el mejor que digamos. No tengo los dotes mágicos para producir magia para matar a monstruos simples, pero puedo servir para prender fogatas, aparecer agua o darte consejos como tu maestro.
… Entiendo… los dos son peso muerto.