Parte 8

No sé porqué razón, pero de alguna manera, la espada se tranquilizó cuando la metí en su funda.

De hecho, controló su ataque para no romper la funda.

En este momento, estaba en el gremio mientras comía la comida de la lonchera que me había preparado mi mamá. 
Los demás integrantes de mi equipo habían ordenado comida.

Ya que las bolitas eléctricas huyeron en cuanto le susurré a la espada, no hubo ni una sola bolita que logramos matar, por lo que tuve que pagar indemnización.

Pero eso no es lo que me preocupa.

-Bueno, Alan, espero que juntos logremos grandes aventuras y hazañas como aventureros.

Marcelo me dijo eso con una cara feliz.

Esto es lo que me preocupa, que la elfa y el mago estén en mi equipo. 

Anteriormente les dije que los dejaría entrar a mi equipo si no lograba matar ninguna bolita eléctrica, y así fue, no logre matar ninguna bolita eléctrica.

Alicia empezó a hablar:

-Ñam, ñam, ¡Eshto shabe huy hico!

Trago la comida de su boca y dijo:

-Supongo que tenemos un equipo muy bueno, no hay muchos magos o sanadores en un equipo de aventureros. Esto es genial.

¿Por qué? ¿Por qué yo, el héroe, tuve que terminar de esta forma?

Tengo una espada que me quiere asesinar, una sanadora que creo que terminara inconsciente en cada pelea, una arquera sin puntería y un mago pésimo en la magia.

¿Por qué tengo tan mala suerte?

En ese momento, simplemente suspire profundamente. Era lo único que podía hacer. 

Lifria me habló a mi que estaba de mal humor.

-Alan, siento mucho que seamos un estorbo para ti, así que te prometo que daremos lo mejor de nosotros para derrotar al rey demonio.

Ella me dijo eso con una cálida sonrisa.

Yo le dije:

-Sí, tienes razón. Puede que mis compañeros no sean los mejores, pero al final del día son mis compañeros. Probablemente en el futuro tendremos una evolución súper seria y seremos los mejores en nuestros campos como aventureros.

… Eso espero.

Alicia me habló en ese momento:

-A decir verdad, creo que yo soy la única funcional en el equipo.

Ella soltó una pequeña risilla en ese momento.

-Bueno, bueno, ¡Te aseguro que cuando me veas en acción, veras lo funcional que soy!

Marcelo dijo eso mientras sostenía una pierna de pollo en sus manos, y después se empezó a reír.

-E-Entonces, verán que yo mejorare mi puntería. 
Igualmente.

Lifria se soltó una risilla.

Este no es un equipo como los que conozco, pero… creo… que tal vez…

Mire a todos en el equipo, sonriendo mientras comían y bebían, manteniendo una sonrisa.

En ese momento, la felicidad fue tan contagiosa que no pude evitar soltar una sonrisa.

Tal vez… no este tan mal divertirme con estas personas tan peculiares, después de todo, esta es la aventura de un nini.