Una Baash Entre Nosotros

9.Sasha Blessed

Después de 2 horas de viaje en coche, 2 horas suficientes para que los dos orangutanes a mi lado dejaran mi cabello hecho una maraña, al fin llegamos.

Al parecer la casa está en una finca, está rodeada de bosque, vegetación por donde quiera que mires. El contraste de las flores multicolor y el verde de los árboles lo hacen ver mágico.

Desde el otro lado del gran portón puedo ver los cerezos a ambos lados del pequeño caminito de tierra y a lo largo de este dándole, un toque de ensueño. Al contrario de lo que pensé que sería.

Ya saben, típica casa de campo con una enorme piscina en la entrada y todo eso.

Me fijo en los coches que hay aparcados fuera, son como unos 5 coches, incluyendo el de Jules. Los otros deben ser de las amigas de Sophie. Pff, no cabía, Ay si, 
como no.

Jules acaba de hablar por el pequeño interlocutor que hay a un lado de la enorme puerta de hierro, esta se abre a la vez. Nos señala 
que pasemos.

Forbes me mira.

—Haziel, te diríamos que las damas primero...—Me repasa de cuerpo entero y me mira falsamente apenado.—Pero tú no cuentas, así que—Se encoje de hombros.

«Es Ha-Zel»—Pienso.

Imbécil. Como si no fuera suficiente pasa y me empuja.

Ya se le pasó el momento de agrado hacia mí.

Inflo mis mejillas, resoplo. Me han dejado atrás, será mejor que los alcance. Si me pierdo ni se preocuparían en encontrarme.

•°•°

—¡Aaah!, ¡muchachas, muchachas!—Grita la rubia oxigenada sentada en el porche.

Si no me equivoco, es Lenniberth. Presidenta estudiantil, novia de Collin y al igual que todos aquí—Excepto yo— está en su último año.

Del Interior de la enorme casa sale una chica que creo nunca haber visto.

—Lenni, ¿cuál es el escándalo?—Rueda sus ojos.—Ni que fueran súper estrellas o qué—Se cruza de brazos.

Ahora que la veo bien...tiene un enorme parecido a Sara, solo que ella es pelinegra de ojos marrones. Sara es castaña de ojos verdes.

La rubia se abalanza sobre su novio llenándolo de besos, creo que si no estuviéramos se lo comería aquí mismo, en vivo y en directo.

Patrick mira la escena asqueado para luego gritar:

—Consiganse un hotel.

La acaramelada pareja ni caso le pone, para alivio de todos entran a la casa perdiéndose en el interior de ella.

—Mi querida Sasha—Forbes mira la bajita pelinegra con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

—Ni lo pienses—Bufa.

Entonces su mirada recae en mi y su frente se arruga.

—¿Ella quién es?—Me mira curiosa.

Su mirada es tan...intimidante, no hay que buscarle mucho para saber que debe ser la típica chica mala.

Al menos eso me parece a mí.

—¿Y bien?—La chica insiste impaciente.

Jules sube al Porche seguido de Patrick O'Donnell y Steven Forbes. Yo sigo plantada en mi sitio, no sé si subir o....

Siento que sobro aquí.

«Y lo haces»

—Oh, ella...—Me da una rápida mirada.—No es nadie importante.

Patrick ríe por lo bajo.

—¿Nadie importante?, Es el castigo de Sophie—Ríe.

Sasha no aparta su achocolatada vista de mi persona.

Me encojo más en mi sitio, Ahora mismo debo parecer un ratón atrapado entre la trampa y 
la pared.

Sasha hace señas para que suba, se que me las hace a mi. Miro los pequeños escalones como si tuvieran lava, luego la miro a ella con recelo.

Forbes con su ya característica hostilidad me dice:

—¿Te piensas quedar ahí todo el día?, anda, te están invitando a subir.

Lo miro con el ceño fruncido, de todos él es el que más palabras despectivas me ha dicho. Creo que ya como que me está hartando un poco.

Cuando por fin voy a hacérselo saber, se vá, se vá dejándome con la boca abierta.

«Mírate Haz, das vergüenza ajena»

Patrick y Jules ríen, Sasha aprieta sus labios en una línea recta.

Miro un punto fijo en el suelo.

—Ya callense ustedes dos. Creo que deberían entrar—Escucho a Sasha decirles.—Patrick, Freya te espera en el jardín trasero, y tú Jules...

Escucho como Jules protesta al ser abandonado por su amigo.

—Vé con tu hermana o a lamerle las botas a Sara, yo que sé.

Se escuchan pasos y el sonido de la puerta cerrarse.

Sasha se acerca a mí. Posa su dedo en mi barbilla y alza mi rostro.

—Así que tú eres la famosa Hazel. Son unos idiotas—Mira en dirección a la casa.—No deberías dejar que te traten así.

«Ay si, como si esas cosas pasaran»

—T-tú, ¿eres familiar de Sara?

Lo siento, es lo único que me sale decir ahora mismo.

—Te digo que no te dejes humillar por los idiotas allí dentro ¿y eso me contestas?
—Ríe—Eres todo un 
personaje.

—Lo siento—Sonrío 
incómoda.

Sasha niega con amabilidad genuina en su rostro.

—No te preocupes, entiendo que estés nerviosa, ambas sabemos que no eres del agrado de ningunos aquí.

Me tenso.

—Exceptuado mi persona, claro—Coloca su muñeca bajo su barbilla y su codo en su brazo que está posado sobre su estómago.

Algo así como una pose pensativa.

—Aún no puedo decirte que me agrades, eso tendría que verlo, pero tampoco me desagradas.—Deja caer ambos brazos a cada lado de su cuerpo.—Yo soy Sasha, Sasha Blessed—Extiende su mano.

Mis sospechas son confirmadas, debe ser la hermana de Sara.

La miro recelosa, dudo un poco en si tomarla.

Resoplo por lo bajo.

—Hazel, Hazel... D'Saint, encantada.

 




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