La navidad era sinónimo de volver a separarnos el uno del otro para irnos a pasar las fiestas con nuestras respectivas familias. Aún era muy pronto para juntarnos en momentos tan especiales; mis padres me pidieron tiempo para dar ese paso ese paso algo que yo cumplí, pese a que Heiden no estaba muy de acuerdo .
Al final lo aceptó y en la cena de Navidad de la residencia me dejó claro que esa noche era para el y para mí.
Durante la cena en la residencia que era digamos nuestra despedida, entre amigos hasta volver a vernos en el mes de enero, varias de mis compañeras, descaradamente intentaron ligarse a mi chico.
Todas intentaban mostrar sus escotes culos, pantalones marcando todo, con el fin de llamar la atención de él.
No habíamos empezado a cenar, y él ya estaba incluso incómodo con la situación, así pues entré en acción como haría cualquier novia que ya está cansada.
Mi mejor amiga y mi única confidente allí dentro, al notar mi enfado en mis palabras me pidió calma, porque sabía que esto iba a derivar en una pelea por celos.
Pero es que yo ya no aguantaba más, y él tampoco .
_Dejame las llaves de tú cuarto. Voy a ponerme ese vestido que me compraste para la despedida de tu hermana y que solo te has puesto una vez_
Ella se quedó mirándome sin saber que decir.
_Te va a estar muy ajustado, y quizás no te quede bien. Coge solo los pantalones y un top que eso te estará mejor _
Mi amiga me dio la tarjeta, agarré a Heiden de la mano y me lo lleve a mi habitación.
_Van a poner la cena en un momento. Sea lo que sea tenemos que darnos prisa._
_Me sobra tiempo te lo aseguro_ le respondi
Nada más entrar en mi cuarto comencé a besarle, y a desnudarle. Después baje hasta su pene y lo metí en mi boca repetidas veces. Me bajé los jeans me subí encima de él , y me lo folle hasta que note que llegaba a su clímax total. Entonces me baje y dejé que descargará todo sobre mi pelvis.
_Uffg a sido increíble _ me dijo sudando.
Me separé de el le besé y le pedí que se fuese con todos y que, que yo llegaría más tarde. Sorpresa! Le dije.
Quince minutos más tarde, aparecí con un pantalón de vinilo negro , un top que realzaba mis pechos y uno labios pintados que llamaban la atención.
No hubo ningún chico que no se me quedara mirando, más de 2 minutos.
Mi amiga se echó a reir, otras me felicitaban por mi elección mientras que dos o tres agachaban la cabeza enfadadas.
Pase por al lado de mi novio, pedía un beso en la mejilla y después cuando todos nos miraban, un beso en los labios el cual él prolongó.
Le agarré la mano se la puso encima de la mesa y miré a las dos o tres celosas haciendo las ver que él era mi territorio, el que estaba dispuesta a luchar por el contra todo y todos.
_Mañana tenemos una cena pendiente tu y yo. Ya he reservado e incluso tenemos una habitación de un hotel que está cerca del restaurante, para que nadie nos moleste_ me dijo en voz en baja.
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