Una Carta a Cupido

V

A la mañana siguiente fui a mi consultorio y vi que solo atendería tres pacientes. Les mostraré sus situaciones.

 

Paciente #1

Su nombre es Andrea, mujer casada con un problema de ansiedad, provocado por la infidelidad de su esposo; al darse cuenta, se convirtió en una loca demente que golpeaba a la amante, y todavía sigue haciéndoles la vida miserable.

Tras el divorcio hace dos años, aún lo persigue en cada paso que da. Dice que todavía lo ama, pero eso no es amor; es una obsesión.

 

Paciente #2

Su nombre es Danielle, es una chica… gótica, tiene la mirada fría y oscura, en fin, no muy expresiva. Vino con su mamá, que no quiere que su hija sea así. Danielle le dice que no la quiere, que mejor no hubiera nacido y hace de todo para arruinarle la vida. Son palabras muy fuertes para una madre.

 

Paciente #3

Su nombre es Frank; es un chico tierno pero tonto por haber terminado con su novia. Hace tiempo en una fiesta, con copas de más, le dijo a ella que había hecho una apuesta con sus amigos para enamorarla. Él en verdad dijo eso porque su familia es adinerada, no la quieren a ella, y amenazaban con hacerla sentir mal. Frank la quiere de regreso, pese a que su familia no la quiere. No le importa lo que digan porque él la ama y no la quiere perder; pero ella, realmente lastimada, no quiere nada con él y no lo perdonará.

 

Como pueden ver, son tres vidas diferentes e interesantes. Siempre he dicho que cada problema tiene una solución, y esa solución puede ser mala o buena. A todos nos gustaría que fuera para bien, pero comúnmente uno sufre con lo malo por el propio bien. En ese momento, al analizar los tres casos, recordé lo que me dijo Adam: “Un amor, dos corazones y tres sentimientos: locura, ternura y paciencia”. En esa frase está la solución para cada caso. Si no me entienden, les explicaré con el veredicto para cada uno.

 

Solución #1

Un amor: Sentimiento antiguo completamente obsesivo y compulsivo.

Dos corazones: La relación acabó, no tiene nada que ver con él, ni preocuparse o interesarse, porque ya tiene a alguien que lo hace por ella. Simplemente tiene que dejarlo ser feliz y olvidarlo, aunque todavía lo ame.

Locura: Es una mujer muy hermosa y debe actuar maduramente; tal vez encuentre a un hombre que la ame y la respete como se merece. Al ver a la nueva Andrea que ha nacido, su exesposo se dará cuenta de lo que se perdió por no haber sabido valorarla y tratarla bien. Le recetaré unos medicamentos para controlar su ansiedad.

 

Solución #2

Un amor: El sentimiento más grande, puro e incondicional es el amor de madre. Si pudiera tener a mi madre a mi lado, disfrutaría de su compañía cada momento sin importar como fuera.

Dos corazones: sé que ambas se quieren y que darían su vida por la otra, a pesar de sus diferencias porque sus lazos son inquebrantables.

Ternura: Tu apariencia habla por ti; si te vistes así darás a conocer tu lado triste, tu inconformidad contigo misma, tu inseguridad y falta de madurez. Tienes que comprender a tu mamá, ella te quiere y se preocupa por ti cada vez que actúas o te vistes así. Ámala y demuéstrale cada día tu agradecimiento por no haberte dejado en el tambo de la basura recién nacida. Y usted señora, bríndele tiempo para que ella reflexione y cambie su forma de ser, mientras usted también hace lo mismo.

 

Solución #3

Un amor: Lastimaste un corazón sincero, y por tu cobardía no habrá perdón.

Dos corazones: Ella te ama y tú a ella; si de verdad es así, aceptará tu perdón por esa decisión que tomaste.

Paciencia: Dale tiempo al tiempo, si quieres que te perdone de corazón. Por lo tanto, deja el pasado atrás y sigue adelante que, cuando menos lo esperes, ella estará a tu lado; solo sé paciente.

 

Me gané los agradecimientos de los pacientes, pero esos aplausos se los merece Adam por su frase que fue de gran ayuda. Son las 5:57 de la tarde, pronto anochecerá y terminé con mis pacientes. Luego recibo un mensaje de Adam:

 

Mi Afrodita,

 

Acabo de depositar el dinero a tu cuenta: son $10,500; en cuanto reciba la otra parte te la daré personalmente.

 

Te amo, besos.

 

¡$10,500! ¡Wow! Casi muero con esa cantidad, y en seguida le respondo agradeciéndole. Hay personas a quienes realmente les importo, y cuando le importas a alguien es porque te quiere y hará lo imposible para que te encuentres bien. Tengo que irme a mi casa para arreglar estos asuntos.

Al llegar preparo la cena, le doy de comer a “Silencio” y luego me puse a sacar cuentas. En ese momento recordé ese extraño sueño que tuve, me da escalofríos solo recordarlo. Todavía no puedo entenderlo, no sé si me quiere decir algo pero, ¿qué? Solo sé que algo malo puede pasar.

De repente recibo un mensaje; pensé que era Adam, pero no; es Valentín. Ya no necesito de sus consejos, ahora tengo lo que necesito y estoy un poco ocupada; tal vez lo lea mañana.



#49489 en Novela romántica

En el texto hay: amor

Editado: 02.04.2018

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