Para ti querido lector

Llegamos a un momento en que no podemos seguir y nos hundimos en nuestros propios miedos, sin considerar que existe alguien que nos puede ayudar: Dios. Él es el único que sabe lo que necesitamos en nuestro diario vivir, él conoce todos los deseos de nuestro corazón, al igual que nuestros miedos.

A veces somos tan ingratos que, cuando tenemos todo, nos olvidamos de quién nos lo dio, y es entonces cuando nos pone a prueba, más que todo en el amor. Al enamorarnos cometemos muchos errores: presumimos de lo que no tenemos, nos traicionan, pensamos en suicidarnos, herimos, perdemos a alguien… una vez que esto nos pasa no queremos saber nada del amor, porque junto con todo eso muere la esperanza y la fe.

Dios es misericordioso, se apiada del arrepentido y castiga al que lastima. Cuando nos ve que hemos fracasado y no sabemos qué hacer, él se muestra ante nosotros de cualquier forma para ayudarnos, aunque tengamos miedo de intentarlo una vez más.

Nada pierdes con intentar darte una oportunidad cuando piensas que no lo vale; Dios sabe lo que hace y quiere que tu fe nunca se pierda. Él te apoyará en cada paso que des, ya sea bueno o malo, pero nunca te abandonará porque él es nuestro Cupido.

No tengas miedo de enamorarte de nuevo por culpa de las malas experiencias que has pasado, son simplemente lecciones de vida que te guiarán para ser mejor.

Nancy Balt pudo encontrar lo que todos perdemos: la fe. Creemos que fracasamos y nos cerramos con la idea de que volverá a pasar, pero en esta historia podemos observar que no todo está perdido. Siempre habrá una mano amiga que te sacará de apuros, que te devolverá la felicidad que has perdido.

Nancy nos comparte este pequeño relato, que escribió en el cuaderno que Adam le regaló, para que todos reflexionemos y entendamos que no podemos darnos por vencidos.

Cupido es ese ser que te devuelve las ganas de vivir y de amar, que te hace ser mejor persona y que te hace ver la vida de manera diferente.

Te devuelve la esperanza de amar una vez más sin importar lo que pueda pasar y el riesgo que haya que correr. Inténtalo y no pierdas la fe.

Cree para vivir y vive para amar.