Para ti, que tienes ansiedad social:
Hey.
Aun no acaban mis cartas, no te preocupes. En esta ocasión, tuve que armarme de valor para poder hablarte de una pequeña cosa (para los que no lo padecen) llamada "ansiedad social". Si estas aquí, es posible que la tengas al igual que yo, o tal vez conoces a alguien que esta en la misma situación. Esta carta es especialmente para ti.
Siempre supe que era diferente. Desde que tengo uso de razón, era común que pensara las cosas de mas, tenía un miedo constante a quedar en ridículo frente a otros, o lo que pudieran pensar de mi al hacer una cosa u otra; de verdad, recuerdo que estaba en primaria y, por mas calor que hiciera, me negaba a quitarme mi suéter por temor a que mis compañeros me vieran de forma vulgar... esto fue en tercero de primaria.
Hubo otra situación durante mi infancia que recuerdo. Estaba en cuarto año, era la feria del libro en mi escuela, pero no podía ir hasta que terminara mi trabajo pendiente. Justo guardaba mis cosas cuando escuché una conversación detrás de mi: unas niñas le preguntaban a uno de los chicos quien le gustaba. El les contestó que nunca adivinarían. No se que fue peor, que ellas dijeran mi nombre de manera que me dio a entender "obvio, la ultima persona que le gustaría a alguien", o que el haya contestado "¿que? no, que asco". Salí del salón y lloré camino al lugar donde se llevaba a cabo la feria.
Cuando estaba en la secundaria, recuerdo que la gran mayoría eran amables conmigo. No sabía la razón: nunca sonreía, pasaba mis recreos sola, no hablaba con nadie exceptuando cinco chicas que ni siquiera estaban en mi grado... pero eran amables. Fue luego que me gradué que no volvieron a dirigirme la palabra; incluso unos meses después de entrar a la preparatoria, mi generación se juntó en la secundaria para celebrar el cumpleaños de una de las maestras. Se aviso a todos, menos a mi. Fue entonces que pensé "entonces, sólo eran amables porqué mi madre era maestra. Nunca les agradé en realidad. Todo fue un acto".
Esa voz que escuchaba en mi cabeza, y que seguramente tu también escuchas, es la ansiedad social: también conocida como fobia social. Es complicado tenerla, pues llegas al punto en que no puedes confiar ni en tus propios pensamientos. Esta puede ir desde no querer llamar la atención hasta el extremo del juicio que tienen otros sobre tu persona.
A las personas como nosotros nos llega a ser muy difícil incluso el llegar a presentar una simple exposición frente a un grupo nuevo (o viejo); por mas que conoces el tema, por mas que hayas estudiado, el miedo de cometer un error o que se burlen de ti sigue ahí. Incluso el ir por cuenta propia a algún lado activa todas tus alertas. ¿Qué tal encontrarte en medio de una multitud de extraños? si, es horrible.
A veces, por mas que trates de explicar como te sientes, otras personas simplemente dicen "estas exagerando". Si, exageramos, ¡eso lo sabemos! Estamos conscientes que no moriremos por leer un texto frente a la clase. Lo único que pedimos es empatía... no es fácil vivir así, tampoco es algo que disfrutemos. Aquellos que nos rodean no saben lo mucho que desearíamos ser distintos.
A causa de esto (o otras cosas, como sabrás por mis cartas), comencé a ir a terapia.
No, esto no significa que estoy loca... sólo significa que busco mi salud mental.
La sociedad en la que vivimos tiene muy satanizado acudir a un profesional de la salud mental como medio para conseguir una mejor vida. No me avergüenza decir que acudo tanto con una psicóloga como un psiquiatra. Fue gracias a estas dos personas que, junto a mis esfuerzos diarios de salir de mi zona de confort, que mejoro día con día respecto a mi condición. No debes tener miedo, recuerda.
Hay veces en las que podré decirte en mis cartas "es parte de quien somos". En este caso lo es, pero no tiene que serlo. Si no te sientes a gusto con tu ansiedad social, busca ayuda. Un psicólogo que de verdad esta interesado en ayudarte puede ser un gran apoyo en tu vida.
Es gracias a esto que ahora soy capaz de salir del cubículo del baño cuando hay personas afuera.
Nuevamente, debes poner un esfuerzo de tu parte, atreverte a experiencias que nunca creíste llegar a realizar. Da esa exposición, sube a un escenario, o sólo dile a esa persona que te gusta su cabello, no importa mientras salgas de tu zona de confort. proponte un reto diario, cada vez aumentando la intensidad un poco mas. Antes de darte cuenta, habrás avanzado mas de lo que piensas. ¿Quién sabe? tal vez e incluso te encuentres dando una conferencia sobre como vencer la ansiedad social.
Recuerda, esto no debe ser un freno para ser la persona con la que sueñas ser. Tu único obstáculo es tu mente, demuéstrale quien esta al mando.
Ahora, sal y da el primer paso. Si gustas, puedes contarme como te fue, te escucharé con completa atención.
Siempre aquí para ti,
Ana K. Murillo
Correo: anak.murillog@gmail.com
Pd. Si conoces a alguien en esta situación, no dudes en compartir esta carta... tal vez la necesite.