Una chica común

2. Tóxica

Pues la verdad no soy tan santa como pensaba, había cometido errores como cualquiera, pensé que estaba bien engañar a mi novio cuando él lo hizo. Cuando descubrí que me engañaba me sentí muy mal, pero después pensé "estamos a mano", entonces dejé pasar el engaño. 
Todo iba bien en nuestra relación, ya había olvidado lo que había pasado, de echo, ya hasta había ido fuera de la ciudad con la familia de Tiana y ahí volví a besar a su hermano, mi amiga ya se había enterado y decía que era una perra por meterme con su hermano. Ya no me importaba eso, me consideraba una perra como ella decía. 
Cuando volví tuve una pelea con mi novio porque me había ido y no le avisé, pero él sabía que no tenía derecho a reclamar nada y luego se le pasaba. 
Los días pasaban y todo marchaba bien, íbamos a entrenar y él hablaba con una chava con la que antes de mí tuvo una aventura, me enfadé mucho al verlos y esos arranques de ira eran inevitables. Le grité a solas y le obligué a que le dejase de hablar, lo aceptó.
En ese momento la relación ya comenzaba a ser tóxica. 
Durante una de tantas peleas le reclamé aquel engaño con aquella chica que resultó ser Valeria. Enfurecí nuevamente, parecía que caía en manos de Lucifer, no me tranquilizaba nada. Terminé hablando sobre Fernando y le conté aquella fiesta a la que fui y lo besé. Le conté que no sentía remordimientos y que lo volvería a hacer porque me había gustado, él se molestó, me tomó el rostro apretando mis cachetes y me dijo que él no me había engañado, nuevamente lo negaba. Luego se fue.
A mí me enojaba que él lo negara, era demasiado obvio que lo había hecho, pero traté de no tomarle mucho interés. En el club deportivo al cual iba llegaron a entrenar chavos de una universidad y empecé a hacer amigos, a mi novio no le molestaba que hablara con ellos excepto con uno con el que hablaba mucho, se llamaba Jorge también. A poco tiempo este nuevo integrante me confesó que le gustaba pero pues no le hice caso, era muy feo y un poco egoísta también. Mi relación había cambiado y tratábamos de poner de nuestra parte en nuestra relación, por lo cual dejé de verme con Miguel. Le conté a Jorge del nuevo Jorge y que me había dicho que le gustaba y peleamos por ello, decía que no debí de hablarle si era así. Traté de defender mi amistad pero decidí alejarme un poco de él.
También había llegado un amigo con el que se llevaba bien, llamado Ángel, Ángel era igual de alto que su amigo pero era atractivo y gracioso, con él casi no me llevaba hasta que empezamos a conversar un día que por obra del destino llegamos antes al entrenamiento. Platicamos muy poco, después de ese día platicamos en las redes sociales, era lindo, creí que solo lo era porque así era su forma de ser, hasta que poco después me confesó que también le gustaba. Claro, debí de decirle a mi novio como hice con su tocayo pero no era tonta.
Ángel me invitó a salir, me invitó al cine. Sabía que me iba a costar trabajo ir a el cine con un hombre puesto que Jorge estaba al pendiente de mí y si no sabía en dónde estaba trataba de comunicarse conmigo. Tomé el riesgo y pasó, salí con Ángel al cine. Nos quedamos de ver en un parque dónde casi no transitan las personas. Mi idea era tomar un taxi desde allí pero él me hizo caminar al centro y tomar el vehículo allá
-hola - saludé con un beso en la mejilla, estaba nerviosa.
Caminamos juntos y llegando al centro tomamos un taxi enseguida para ir a donde planeamos. Al llegar y entrar a la sala donde se compran los boletos vi en unas máquinas de videojuegos a mi cuñado y su primo que por ende es mi primo también. No me vieron pues estaban de espaldas pero al verlos me espanté y retrocedí. Le conté a Ángel lo que estaba pasando en ese momento y fue comprensivo, fue por los boletos mientras yo esperaba afuera. 
Esperaba a que se retiraran, estaba nerviosa, agarraba mi blusa rosa que llevaba puesta y metía mis manos debajo de ella tocando mi pansa y jugando con mi ombligo. Incluso cuando llegó Ángel estaba callada y él me miraba con un poco de burla en sus ojos. 
- Compré los boletos para dentro de 40 minutos, si quieres ir a dar una vuelta... - por fin decidió hablar y decir algo inteligente. - O si quieres esperamos aquí, allá hay una amiga vamos a saludar y si te ven les dices que vienes con nosotros tus amigos
Todo parecía sonar lógico. Decidí ir con su amiga y ser vista. Al llegar a la mesa donde se encontraba su amiga volteé a ver si me miraron, pero me tapaba un cartel que estaba en medio de la sala. Me asomé un poco a ver si me veían pero ya no estaban y no sabía a dónde habían ido ahora. Cuando voltee a ver a Ángel y a aquella chica robusta observé que me miraba y le levantaba una ceja a él en señal de aprobación.
Miré de nuevo en busca de aquellos dos niños. Miré por toda la sala y no se encontraban hasta que observé la entrada y venían ellos dos y dos personas más que me hicieron correr y esconderme detrás del anuncio.
"no puede ser", pensé.



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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