No podía creer que tuviera tan mala suerte, quizás era el karma que hacía su trabajo de la peor manera, que mis suegros se aparecieran justo ese día y a la misma hora era demasiada coincidencia, el diablo estaba en mi contra. Me escondí enseguida tras el cartel de enmedio, le preguntaba a Angel si venían en dirección a mi escondite, me decía que no me moviera de ahí, estaba entrando en pánico, no sabía que hacer
- por qué no vas a saludar normal, solo vienes con unos amigos, no tiene nada de malo
- le dirán a Jorge, claro que sí tiene de malo, él te conoce seguro con que te describan sabrá que eres tú
Ellos se dirigían a comprar boletos, cambié a el otro lado para no ser vista. Entonces pasaron junto a mí mi cuñado y mi primo así que me moví de nuevo, estaba rodeada pero aún no me habían visto, observé que mis suegros se fueron a comprar palomitas, estaban hacendo fila, así que me moví un poco más. No podía moverme mucho porque de un lado estaban ellos y del otro mi cuñado.
Me puse de espalda y miraba a Angel, solo esperaba no ser vista. Mi cita miraba a estos señores y estaba esperando a que me vieran para que me dijera, él sabía que me tenían que ver, yo en ese momento no pensaba en nada, estaba asustada.
- Ya te vieron Michel - dijo entre dientes, solo cerré los ojos e imploré que fuera mentira, me moví de nuevo, ahora frente al letrero pues ellos estaban detrás - viene hacia acá, métete más... ¡no! ya - solo miraba sus gestos y muecas
- ¿qué pasa? - no entendía lo que me quería decir Angel.
Pero enseguida lo supe y ya era tarde, venía por mi lado derecho mi suegra y por el izquierdo mis suegro. El que apareció primero fue mi suegro, traía su billetera y estaba acomodando su cambio. Abrí los ojos de espanto, creo que se me subió el azúcar
- Buenas noches - me acerqué a saludar. No sabía qué decir, estaba perpleja
-hola - contestó mi suegro finjiendo que acababa de darse cuenta de mi presencia, era demasiado obvio que me encerraron para ver mi reacción.
- ... ¿Y mi suegra?
- Está allá - señaló hacia la mesita donde estaban las salsas y demás cosas para tus compras en el cine
- ¿y qué van a ver?
- No sé, algo de Eterno
Se fue hacia donde estaba su esposa y me acerqué a saludarla, ella no volteó a verme solo saludó mirando hacia otro lado y siguió con sus alimentos. No hice intento por hablarles más ni nada.
- Al menos no verán la misma peli que nosotros - me dirigí a Angel - ¿qué película veremos?
- Dice Hospital Siniestro
Suspiré pesadamente, solo esperaba a que ellos se marcharan asu función, pero observé que no se iban. Esperamos y cuando por fin se fueron nosotros también nos paramos para ir a entregar los boletos y pasar, nos despedimos de su amiga y no compramos nada porque me negué, sentía que si comía algo iba a vomitar.
Caminamos hacia una joven que nos permitió la entrada y ya no estaban mis suegros, era un alivio. Entramos a la sala, todo estaba oscuro y ninguno de los dos decía nada, era demasiado incómodo. Estabamos al pie de la escalera, cuando iba al menos por el quinto escalón miré a las gradas y me di cuenta que estaban ahí ellos, los padres de mi novio, era demasiado. Subí tratando de finjir no haber visto que se encontraban ahí, menos mal los asientos de nosotros estaban más atrás que ya sería demasiado que estuvieran a lado.
Angel no me decía nada en todo ese rato, comenzaba a hacer frio y los comerciales publicitarios no acababan. Después de unos minutos comenzó la película " Hospital Siniestro Eterno". Eran listos al no decirme el nombre de la película, o quizás en verdad no lo sabían y fue coincidencia. No lo sabía, pero lo que sí sabía era que estaba muerta.